Tenerife nos descubre una cara nueva cada día. Se puede hacer -casi- de todo, hasta aburrirse si uno así lo desea. Pero sobre todo se puede realizar una escapada en pareja escogiendo el Arona Gran, un hotel sólo para adultos ubicado en el sur de la isla, y teniendo en cuenta alguna de estas ideas que nos proponen los residentes.
Observar estrellas
El cielo plagado de estrellas y la belleza nocturna del paisaje volcánico del Parque Nacional de El Teide sobrecogen a todo el que lo experimenta, ya sea su primera vez o lo haya observado varias veces, porque cada noche es diferente, y siempre impresiona igual.
Para disfrutarlo no hay más que subir al final del día y mirar hacia arriba, pero para vivir una experiencia más completa se puede contratar una ruta en la que un experto, con la ayuda de telescopio, ayuda a identificar constelaciones, planetas, satélites… que parecen infinitos.
Hacer kayak bajo los impresionantes Acantilados de Los Gigantes
El nombre de estos acantilados no es casual, su altura llega a alcanzar los 600 metros. Son majestuosos y vistos desde el mar verdaderamente impresionantes. Una ruta en kayak para navegar sobre hasta 30 metros de aguas profundas, cristalinas y llenas de una riqueza natural única.
Practicar el hedonismo
No todos los planes en pareja que proponemos son activos. Los que eligen el Arona Gran Hotel querrán disfrutar de sus instalaciones, reformadas recientemente y con un equipo muy profesional.
Nuestro master plan empieza despertando tarde en una enorme y cómoda cama, continúa con un baño en una de las dos piscinas de la exclusiva azotea Up! ubicada en la 8ª planta del edificio, sigue con un desayuno en la misma terraza aprovechando su nuevo concepto Alisios y Sirocos -una champanería con más de 30 referencias de espumosos, muchas de ellas canarias- para disfrutar a continuación de un buen libro en la hamaca.
Una cita en el spa a media tarde, unos cocktails viendo el atardecer en el Up! y una cena a base de pescado fresco con el sonido de las olas como reclamo de excepción.
Descubrir la isla a pie
Caminar nos ayuda a reflexionar, a conectar con la naturaleza y a compartir momentos especiales con nuestro compañero de ruta. Tenerife ofrece un sinfín de senderos para todo tipo de perfil, desde paseos ligeros de vistas imponentes a trayectos de gran intensidad y altura aptos para los más expertos, que de hecho acuden a la isla de todas partes del mundo para entrenar o participar en alguna las pruebas que se celebran durante todo el año.
Para un paseo de nivel medio recomendamos el camino de Vilaflor de Chasna al Paisaje Lunar, una ruta de poco menos de 13 km que se recorre en 4 horas y llega a una altura de casi 2.000 metros.
Y para los más valientes -y en forma- la Ruta 0.4.0 recorre 56 km desde la playa de El Socorro hasta el pico del Teide. Un desnivel de casi 4.000 metros que se tarda en recorrer una media de 12 horas andando -o unas 6 corriendo-. El reto es tal que los que lo logran obtienen una certificación por la hazaña.
Conocer la gastronomía de la isla
Tenerife permite alternar platos tradicionales de recetas centenarias con novedosas propuestas de cocineros creativos, ofreciendo un amplio espectro para todo tipo de cliente. Lo más auténtico es visitar sus bodegones o los famosos guachinches, un lugar al que entrar sin remilgos, sentarse en una silla plegable de madera y escuchar los platos que se ofrecen ese día. Puede ser un garaje adaptado o una casita de campo, se comen garbanzas, queso fresco y carnes con papas y se bebe el vino de la cosecha, porque los guachinches existen para dar a conocer el vino de la bodega.
También hay alta gastronomía, en la que los productos típicos de Canarias se elaboran siguiendo técnicas vanguardistas por cada vez más chefs que abren restaurantes por toda la isla. En el Norte destaca el menú degustación de El Taller de Seve Díaz, un pequeño restaurante ubicado en una antigua casita en el Puerto de la Cruz, de ambiente sencillo y atmósfera calmada.
En el Sur nos quedamos en Jarea, el nuevo restaurante del Arona Gran Hotel, ubicado frente al mar, con vistas espectaculares al puerto de Los Cristianos y puestas de sol inolvidables. Y abierto para clientes no alojados (sólo mayores de edad). Abierto todos los días para el almuerzo, tienen gran protagonismo los ingredientes de Canarias, entrantes frescos, pescados ahumados y carnes maduradas.
Conocer la Isla Baja
Formado por los municipios de Buenavista del Norte, Garachico, Los Silos y El Tanque, la naturaleza es la gran protagonista de esta zona de la isla, especialmente en el Parque Rural de Teno. Garachico, que antaño fue el centro comercial de Tenerife, es una joya ubicada junto al mar. Su casco histórico, considerado Bien de Interés Cultural, data de los siglos XVI y XVII.
El municipio de Buenavista del Norte esconde entre sus barrancos el caserío de Masca, una de las mejores muestras de arquitectura natural canaria. Punto de partida de numerosos senderos que descienden hasta calas escondidas, es también uno de los lugares donde mejor se conservan las tradiciones artesanales.
Darse un baño en cualquiera de sus charcos y piscinas naturales
Las piscinas naturales y charcos inundan la costa de Tenerife, formados por los caprichos de la lava y para los que se recomienda llevar escarpines, aunque algunos de ellos son de fácil accesibilidad como el Charco de Isla Cangrejo, en Santiago del Teide, o El Caletón, en Garachico.
Contratar un paseo en barco para avistar cetáceos
La costa suroeste de la isla es el lugar ideal para disfrutar del avistamiento de cetáceos, siempre a través de empresas certificadas que garantizan que se cumplen las normas para proteger a las ballenas, delfines y tortugas que se observan cada día. Los barcos suelen salir de Los Cristianos, Puerto Colón y Los Gigantes y pueden contratarse todo tipo de excursiones, desde cortas en lanchas rápidas hasta rutas más largas en barcos de mayor tamaño que incluyen parada para darse un baño y bucear en alguna de las calas a las que sólo se puede acceder por mar.