Niza, un paraíso veraniego que no puedes dejar de visitar de la Riviera francesa en la Costa Azul

Niza es la capital de la Riviera francesa, en la Costa Azul, y se sitúa entre el mar y las montañas, en el sureste de Francia y a solo unos kilómetros de la frontera con Italia. Esta ciudad no solamente es un buen destino si lo que estamos buscando es sol y playa, sino también si queremos cultivarnos con historia, cultura, arte, ocio y naturaleza.

Este lugar francés ha cautivado a grandes pintores y artistas, que han escogido Niza para refugiarse e inspirarse. Destacan sus jardines de flores mediterráneas y exóticas impecables, pequeños hoteles repletos de encanto, palacios con sorprendentes fachadas, centros de artesanía, museos, galerías de arte y tiendas de alta costura y perfumes franceses. Es por esta razón por la que Niza es un destino ideal para todos los gustos.

Al ser una ciudad costera, Niza cuenta con una gran playa, lo que es uno de sus grandes atractivos: la luz de la Costa Azul es muy especial, que se suma al penetrante color azul del mar. La playa de Niza tiene una longitud de varios kilómetros y avanzando por ella se pueden ir descubriendo las diferentes facetas de la ciudad, desde la parte más moderna hasta el centro histórico. Las terrazas que se encuentran en su longitud son ideales para disfrutar y descansar contemplando el atardecer.

Aeropuerto de Niza.

Haciendo referencia al potencial cultural de la ciudad, el centro histórico es uno de los lugares preferidos de Niza. Sus casas con amplios ventanales, sus colores cálidos y las callejuelas repletas de pequeños comercios son los elementos que lo convierten en un bello lugar vigilado por las gaviotas. Los colores del Vieux Nice fueron elegidos en el siglo XVI por el Consiglio d’ornato, una especie de consejo de decoración urbana. Desde ese entonces la norma sigue en pie, con la que se establecen los colores amarillo, ocre y rojo como los únicos que se pueden elegir para pintar las fachadas de las casas.

En el casco histórico se encuentran la mayoría de los templos religiosos de la ciudad. Entre las iglesias más destacadas están la Chapelle de la Miséricorde, considerada una joya barroca por su decoración interior y sus pinturas; la Basilique-Cathédrale Sainte-Marie et Sainte-Réparate, puro barroco inspirado en el interior de San Pedro de la Ciudad del Vaticano; y la Église Saint-Martin, con un retablo representando a una Piedad de principios del siglo XVI.

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Una oferta cultura potente

En esta ciudad con aire francés, pero también italiano, se celebran varios mercados en el centro, ya que es muy popular hacer la compra en mercados callejeros. El más destacado es el mercado de las flores, Marché aux Fleurs, celebrado junto al edificio de la ópera. Entre sus puestos se pueden encontrar productos como jabón de Marsella, flores de lavanda o verduras biológicas y locales. Este se puede encontrar todos los días de la semana, exceptuando el lunes, ya que en este día se convierte en un mercado de antigüedades.

Tren en Niza.

Al final de la playa de Niza se encuentra el Parque Coline du Chateau, un impresionante parque victoriano con pasadizos secretos y la gran cascada que surge de la cima de la colina. Este es uno de los mejores lugares para apreciar una vista panorámica de esta ciudad francesa. Afrontar los escalones para subir a lo alto de la montaña merecerá la pena para poner a Niza a los pies y disfrutar del maravilloso paisaje de la bahía.

El punto de entrada al barrio más moderno está marcado por Garibaldi, el gran general italiano. En la plaza Garibaldi se encuentran buenos restaurantes para degustar la gastronomía típica de la zona, y en el barrio Bonaparte se encuentran tiendas de lo más variopintas, lugar ideal para los amantes del arte y el diseño. Una de las señas de identidad más conocidas de Niza es el Paseo de los Ingleses, uno de los paseos marítimos más bonitos de Francia gracias a la obra de Lewis Way, que lo construyó a su cargo. No se puede dejar de admirar el azul del mar desde sus famosas sillas azules que se distribuyen a lo largo del paseo. Se han vuelto tan características que se les ha dedicado un gran monumento: una gigantesca silla azul.

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Niza también es mundialmente conocida por su Carnaval y sus numerosos festivales son los elementos del romance y el arte francés.

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