Entre los países más olvidados del viejo continente para realizar un viaje se puede destacar a Montenegro. Aunque no es un destino muy popular y no todos estudian esta opción, este país esconde preciosos lugares y una cultura e historia de la que conviene aprender. Entre sus potenciales destacan la preciosa bahía de Kotor o el increíble Parque Nacional de Durmitor, así como Perast, conocida como la Venecia de Montenegro, o Cetinje, una ciudad de la que emana historia por los cuatro costados.
No solo esto, si no que en este país se ofrecen otros muchos lugares que conviene visitar. Son lugares repletos de magia, belleza, historia y monumentos, por eso en las siguientes líneas se ofrecen algunos de los mejores sitios que se pueden visitar en un viaje de ensueño a Montenegro.
Con menos de 14.000 kilómetros de extensión, Montenegro es uno de los países más pequeños de Europa, pero es uno de los destinos más atractivos y completos de lo que era la antigua Yugoslavia, porque está repleto de localidades con historia y mucha naturaleza.
Budva es el centro del turismo del país, lugar de veraneo si lo que se busca son unas vacaciones al uso con bares, restaurantes, vida nocturna y playa. Su casco histórico, el Stari Grad, es especialmente bonito, por eso conviene perderse por sus callejuelas para después bañarse en alguna de sus playas. Pero dejando de lado el lado más turístico de Montenegro, a continuación se detallan otros destinos alejados de lo que se podría llamar turismo de masas.
Una ciudad que se ha convertido en uno de los diamantes del Adriático es Kotor, catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Se encuentra en la bahía denominada Bocas de Kotor y visitarla es como viajar a otro lugar, al norte y sus fiordos, como los noruegos. Su casco antiguo es fascinante y una de las mejores entradas es la del oeste o del Mar, entrando directamente desde el puerto hasta la plaza principal.
Uno de los elementos que más fascinan en Kotor son las murallas que se extienden por las montañas de forma serpenteante. Se puede subir también a la fortaleza y disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la Bahía de Kotor.
A unos quince minutos en coche de Kotor destaca Perast, una localidad conocida como la Venecia de Montenegro. Fue durante la dominación veneciana, de 1420 a 1797, cuando vivió su máximo esplendor. Y es que pasó de ser un simple pueblo pesquero a convertirse en una ciudad fuerte donde residían guerreros, capitanes de la marina y comerciantes.
Hoy en día se puede apreciar este esplendor gracias a sus 17 palacios, que no tienen nada que envidiarle a los que se pueden ver en Venecia, o también a través de sus 16 iglesias. No hay que olvidar las islas, como la Isla de San Jorge, donde se puede ver un monasterio benedictino del siglo XII, o la isla artificial de Nuestra Señora de las Rocas, en la que se sitúa un santuario dedicado a la virgen.
Otra ciudad con mucha historia es Cetinje, a los pies del Parque Nacional Lovćen. Se presenta como un lugar fantástico para pasear y conocer el grato ambiente de sus calles. Su principal atractivo es el monasterio, construido en 1701 y destruido posteriormente y varias veces por los turcos, pero siempre vuelto a reconstruir.
A finales del siglo XIX fue cuando la ciudad vivió un importante periodo de crecimiento, siendo el momento en el que se construyeron las grandes avenidas y edificios para uso oficial de estilo art noveau.
Naturaleza en Montenegro
El potencial natural de Montenegro es muy destacado, de ahí que cuente con diferentes espacios protegidos como parques naturales o nacionales. En el Parque Nacional Lovćen sorprende el mausoleo de Njegos, un líder que defendió la unidad montenegrina que se sitúa en el alto del pico Jezerski. Desde este punto se ofrecen unas vistas increíbles, ya que se encuentra a 1675 metros sobre el nivel del mar.
A unos diez minutos en coche de la capital, Podgorica, donde conviene hacer una parada, se encuentran las Niagara Falls montenegrinas en el río Cijevna. Es un lugar increíble desde donde se puede apreciar la gran cascada que se forma en el río.
Otro parque que conviene visitar es el Parque Nacional Durmitor, una zona montañosa del país que se presenta como un paraíso para practicar senderismo o, en invierno, deportes como el esquí o el snowboard. Este parque alberga un bosque de pinos negros de más de 400 años, cuevas glaciares, el impresionante cañón del río Tara y 18 lagos de origen glaciar.
Para los más atrevidos hay un cañón espectacular. Se trata del Tara Canyon, con zonas que alcanzan los 1300 metros de profundidad. Para tener la mejor vista del cañón hay que subir hasta el monte Ćurevac, y se pueden practicar deportes de aventura como rafting o tirarse en tirolina.
Por último, conviene mencionar el lago Skadar, una de las mejores zonas en Europa para avistar especies de aves y disfrutar mientras de un paisaje increíble.