Aunque el frío, la lluvia, la nieve y las bajas temperaturas son las protagonistas en el invierno, esta estación es una época fantástica para viajar y conocer de otro modo muchos lugares. El invierno deja paisajes y escenarios espectaculares a lo largo y ancho del territorio español, sin necesidad de salir de nuestras fronteras.

Por eso, en las siguientes líneas se detallan algunos de los mejores lugares para disfrutar del invierno. Estos no defraudarán ni a los amantes del invierno ni a los que no les gusta tanto, ya que en invierno cobran una esencia especial que gustará a la mayoría de los viajeros, disfrutando de los paisajes, pero también de deportes como senderismo o montañismo con raquetas o esquí.

El pirineo oscense

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido combina los paisajes pirenaicos con los pueblos más rurales de la comarca de Sobrarde, ideales para desconectar y vivir entre auténtica naturaleza. En esta parte del Pirineo aragonés se encuentran múltiples rincones naturales para disfrutar del senderismo de montaña o simplemente pasear por los recorridos más accesibles. En el recorrido hacia la cima de Monte Perdido, a casi 3.400 metros de altitud, no hay que dejar de visitar Puértolas, un bello pueblo con casas de piedra donde se podrá disfrutar de una fantástica ‘carne a la pastora’.

Parque Nacional de Ordesa.

Las Ubiñas-La Mesa

Aunque Asturias es un territorio que en todas las épocas del año atrae a un gran número de visitantes por su valor paisajístico y natural, en invierno se dota de un espíritu especial. El Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa se puede descubrir en invierno cuando la nieve lo dota de gran belleza en un paisaje repleto de contrastes. Se pueden encontrar cuevas kársticas, desfiladeros, hayedos, pinares, valles profundos… en definitiva, un paraíso para quienes buscan perderse en la naturaleza y también aprender historia, ya que en este parque se conservan huellas de la historia de nuestro país, como trincheras de la Guerra Civil o cabañas de teito, una tradición asturiana.

La Sierra de Gredos

En el Sistema Central se sitúa esta sierra en la que su punto más alto se sitúa en la provincia de Ávila, siendo su cúspide el Pico Almanzor, que alcanza los 2.592 metros de altitud. Además de rutas para subir hasta el Almanzor y obtener unas vistas memorables, se pueden realizar otras actividades y visitar otros puntos que en invierno tendrán un aspecto diferente. Se pueden hacer caminatas a las Cinco Lagunas, disfrutar de tardes de diversión entre tirolinas, pasarelas y puentes tibetanos, así como rutas a caballo por la serranía o piragüismo. En definitiva, un escenario de gran valor paisajístico y natural en el corazón de la península Ibérica que es capaz de inmiscuir a los visitantes en la plena naturaleza y la desconexión.

Sierra de Gredos.

Las montañas palentinas

La zona montañosa de Palencia cuenta con numerosas áreas protegidas por su gran valor natural. Destacan los espacios naturales de Las Tuerces, Covalagua o Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, lugares en los que se podrá disfrutar de la naturaleza en estado puro y olvidar el bullicio de la ciudad. En invierno se puede disfrutar de actividades como el senderismo con raquetas, rutas entre cascadas y bosques, visitas guiadas a miradores desde donde se ofrecen unas vistas espectaculares o, incluso, de vuelos en ultraligero.

Los Alcornocales

La provincia de Cádiz es un destino que cobra especial protagonismo por sus playas, pero también cuenta con un fantástico potencial verde. En concreto, Los Alcornocales es un espacio dominado por los alcornoques que en invierno transforma a la provincia como un buen destino para una escapada. Está considerado como una maravilla natural en Europa por la riqueza de su ecosistema y ello puede que fuera lo que llevó a los primeros pobladores de Andalucía a levantar su hogar entre sus gargantas, montes y bosques.

También en Andalucía destaca la Alpujarra, donde se encuentran pueblos blancos diseminados por el monte de Sierra Nevada, en Granada.

Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas

Este parque natural es una buena opción para visitar en invierno y contemplar así sus paisajes nevados y sus animales en libertad, además de disfrutar de diversas rutas de montaña. Es un fantástico escenario para avistar los animales que rondan a Cazorla en libertad y disfrutar de su fantástica gastronomía: el rinrán cazorleño y el cordero segureño, además de la carne de matanza y dulces como la mistela.

Sierra.

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