El Patrimonio Mundial está integrado por bienes o sitios que poseen un valor universal excepcional, es decir, que tiene una importancia cultural o natural extraordinaria, que trascienden fronteras y tiene un significado especial dentro de la historia de la humanidad. España cuenta con un patrimonio excelente y es el tercer país con más lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La rica historia arquitectónica de España a través de los siglos y la protección de la amplia variedad de monumentos que ofrece nuestro país.
Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, Madrid
Es el monumento que resume las aspiraciones ideológicas y culturales del “Siglo de Oro” español. El monasterio de San Lorenzo de El Escorial, uno de los monumentos más representativos de la arquitectura española. Este colosal conjunto arquitectónico, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, consta de un monasterio y una iglesia, un palacio y un panteón real, es conocido como Monasterio de San lorenzo El Real o, sencillamente, El Escorial.
Ciudad vieja de Santiago de Compostela, Galicia
Santiago de Compostela, asentada sobre una necrópolis y un castro celta, además de restos romanos, constituyen un extraordinario conjunto monumental, una armoniosa ciudad histórica muy bien conservada. Descubrimos una ciudad hecha a medida del caminante. Sus calles y plazas forman un conjunto inigualable, armónico y homogéneo. En 1985 fue declarada ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y en el año 2000 “Ciudad Europea de la Cultura”. Compostela sigue siendo una ciudad abierta, cosmopolita, con vocación de lugar de encuentro.
Monumentos de Oviedo y el Reino de Asturias, Asturias
Oviedo fue capital del Reino de Asturias entre los años 791 y 910 y, en torno a ella, se creó una arquitectura que buscaba recuperar las características constructivas del imperio Romano. El estilo arquitectónico prerrománico nació en el reino de Asturias y perduró hasta el siglo X. Dicho estilo desempeña, más tarde, un importante papel en el desarrollo de la arquitectura religiosa de toda la Península.
Sus obras más destacables se encuentran en Oviedo, y en sus alrededores. Sus monumentos más emblemáticos son las iglesias de Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena, San Julián de los Prados y la Cámara santa de la catedral de San Salvador y la fuente Foncalada. Las obras de arte prerrománico que son conocidas como patrimonio Mundial por la UNESCO bajo el nombre “Monumentos de Oviedo y del Reino de Asturias”.
Toledo, Castilla-La Mancha
Esta preciosa ciudad castellana manchega alberga entre sus muros más de dos milenios de historia y un riquísimo patrimonio. En Toledo se pueden ver resquicios de la época romana hasta las muestras que dejaron el ser sede del poder del emperador Carlos V. Aquí también se han asentado los visigodos, los emires de Córdoba y los Reyes Católicos en plena Reconquista, y todos ellos han dejado huella. Entre su casco histórico hay diversos palacios, fortalezas, mezquitas y sinagogas que convienen visitar.
Alhambra de Granada, Andalucía
Este precioso palacio y los exuberantes jardines del Generalife fueron de los primeros lugares en España declarados Patrimonio de la Humanidad. Años más tarde, el mítico barrio granadino de Albaicín también fue distinguido con esta catalogación y destaca por conservar el rico conjunto de construcciones hispanomusulmanas armoniosamente fusionadas con el estilo andaluz.
La Alhambra es uno de los lugares más visitados de Andalucía y el mayor tesoro de Granada. Al asentarse en lo alto de una colina en el centro de la ciudad, se ofrecen preciosas vistas de barrios como el Sacromonte y el Albaicín, así como el resto de la ciudad que se extiende hacia el sur.
Obras de Gaudí, Cataluña
Barcelona alberga las muestras más representativas del legado arquitectónico de Antoni Gaudí, que desarrolló con su característico estilo la arquitectura de finales del siglo XIX y principios del XX. Hay que pasear por el centro de Barcelona para apreciar preciosos edificios como la Casa MIlà, la Casa Vicens o la Casa Batlló. No hay que olvidar la magnífica basílica de la Sagrada Familia, uno de los monumentos más visitados, o el Parque y el Palacio Güell.
Sus colores, sus curvas y la imaginación no dejan de sorprender a quienes admiran la belleza de las obras de Gaudí. Sin duda, apreciar el legado de este arquitecto es una de las mejores actividades que realizar en la Ciudad Condal.
Ciudad fortificada de Cuenca, Castilla-La Mancha
La ciudad fortificada de Cuenca es otro de los lugares Patrimonio de la Humanidad con los que cuenta Castilla-La Mancha. Es una de las ciudades fortificadas mejor conservadas de su estilo y tuvo una gran importancia en la época medieval. Fue sede real y episcopal, y fue el lugar en el que se construyó la primera catedral gótica de España. No obstante, también es conocida por sus famosas casas colgadas sobre el río Huéscar.
Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla, Andalucía
En Sevilla se encuentran imponentes monumentos, como son la espectacular Catedral, el soberbio Alcázar y la antigua lonja, que se ha convertido en el Archivo de Indias. La Giralda permite palpar el pasado medieval de la ciudad y pasear por los jardines y las habitaciones del Alcázar que cautivaron a los Reyes Católicos y no dejarán a nadie indiferente.
La Cueva de Altamira, Cantabria
La Cueva de Altamira es la que recoge la fama de las pinturas paleolíticas de España, pero en el norte de España existen más y 17 de ellas se incluyeron en la distinción en 2005. En estas cuevas se representa el apogeo del arte del Paleolítico a lo largo de Europa, pero hay que visitar también la Peña del Candamo, el Castillo, el Pendo o la Garma.
La Lonja de la Seda de Valencia, Comunidad Valenciana
En el corazón de Valencia se encuentra esta joya de la arquitectura gótica civil de España. Se construyó entre 1482 y 1533 para el comercio de la seda y se convirtió en el vértice de la economía local a lo largo de los años. Destaca su Sala de Contratación, donde se puede contemplar la elegancia en su máximo esplendor con columnas que se retuercen y terminan en el techo con nervaduras.