Bélgica, conocida por su exquisita gastronomía, su rica historia y lugar de grandes edificios históricos, es el hogar de muchas joyas ocultas que esperan ser descubiertas por los viajeros ávidos de aventura. Entre estas joyas se encuentra la ciudad de Gante, un destino verdaderamente encantador que cautiva a quienes tienen la suerte de explorar sus calles empedradas y sus majestuosos canales a tan solo media hora en tren desde Bruselas.
Gante, situada en la región de Flandes, tiene una historia rica y variada que se remonta a la Edad Media. Fue en este período cuando la ciudad alcanzó su apogeo como uno de los principales centros comerciales y culturales de Europa. Su próspero pasado se refleja en la impresionante arquitectura de sus edificios históricos, como la imponente Catedral de San Bavón, que alberga obras maestras como "La Adoración del Cordero Místico" de los hermanos Van Eyck.
El centro histórico de Gante es un verdadero tesoro arquitectónico, donde se mezclan sin esfuerzo estilos que van desde el gótico flamígero hasta el renacimiento. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, con encantadoras plazas como la Graslei y la Korenlei, bordeadas por impresionantes edificios medievales que ahora albergan acogedores cafés, restaurantes y tiendas boutique. Además, los canales que atraviesan la ciudad añaden un toque de romance y tranquilidad a su paisaje urbano.
El Castillo de los Condes de Flandes se encuentra majestuoso en el centro de Gante, como un símbolo de la grandeza medieval de la ciudad. Construido en el siglo XII, este imponente castillo ha sido testigo de siglos de historia, desde los tiempos de los condes de Flandes hasta las batallas y conflictos que marcaron el devenir de Europa.
Su imponente torreón y robustas murallas evocan una época de caballeros y damas, donde el poder y la influencia se disputaban en intrincadas luchas políticas y militares. Hoy en día, el castillo alberga museos que muestran la historia y la cultura de la región, permitiendo a los visitantes sumergirse en el fascinante pasado de Gante mientras exploran sus antiguas salas y pasillos.
Desde lo alto de sus torres, se puede disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de la ciudad, que ofrecen una perspectiva única de su encanto medieval. El Castillo de los Condes de Flandes es, sin duda, uno de los monumentos más destacados de Gante, que cautiva con su belleza atemporal y su rico legado histórico.
Una de las experiencias más encantadoras que se pueden disfrutar en Gante es un tranquilo paseo en barco por sus calmados canales. Embarcarse en estos caminos acuáticos es sumergirse en la magia de la ciudad. Mientras el barco recorre los edificios históricos y los encantadores puentes de piedra, se tiene la oportunidad de conocer la ciudad de forma más tranquila y desde otra perspectiva.
El suave balanceo del barco y el murmullo del agua añaden un toque de romance a la experiencia, convirtiéndola en el escenario perfecto para compartir momentos inolvidables con seres queridos. Además, los guías locales proporcionan interesantes comentarios sobre la historia y los puntos de interés a lo largo del recorrido, enriqueciendo aún más la experiencia. Un paseo en barco por los canales de Gante es, sin duda, una actividad necesaria en el viaje que permite a los visitantes sumergirse en la belleza y el encanto de esta ciudad única en Bélgica.
Por último, cuando cae la noche, Gante cobra vida una asombrosa escena nocturna que atrae a lugareños y turistas por igual. Desde acogedores bares de cerveza artesanal hasta discotecas con música electrónica, la ciudad ofrece opciones para todos los gustos. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de una "cantus", una tradición estudiantil belga que consiste en cantar y beber en grupo como en un karaoke, una experiencia única que te sumergirá en la cultura local.
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