En Castilla-La Mancha hay una amplia variedad de opciones para disfrutar de la Semana Santa, un periodo con gran protagonismo por la singular belleza de las procesiones que transitan por las calles y plazas de toda la comunidad. De hecho, tres de ellas están declaradas de Interés Turístico Internacional: la de Cuenca, la de Hellín (Albacete) y la de Toledo. Castilla-La Mancha es un magnífico destino en estas fechas para conocer su riqueza patrimonial, cultural, rural, natural y gastronómica.
La Pasión de Cristo se conmemora en cada rincón de esta tierra. Por ello es el momento de recorrer la región y disfrutar de estas celebraciones en las que, además de saborear la historia, el arte, las costumbres y el fervor religioso, se puede conocer la gastronomía y la hospitalidad de los municipios castellano-manchegos.
Un momento único del año en una región única para visitar cualquiera de sus maravillosos espacios naturales, aprender en sus museos, sentirse Indiana Jones o Lara Croft recorriendo sus tesoros arqueológicos, perderse en sus pueblos con encanto y alojarse en su increíble Red de Hospederías. Todo ello unido a una extraordinaria oferta gastronómica donde la tradición y la creatividad de vanguardia van de la mano.
Te ofrecemos una serie de planes que no te puedes perder si visitas Castilla-La Mancha en Semana Santa:
Maravillosos espacios naturales
Se aproxima la primavera y durante esta época del año los espacios naturales de Castilla-La Mancha se presentan como la mejor opción para desconectar. Tranquilidad y postales inmejorables que permiten disfrutar en familia o con amigos de una escapada en la que apreciar con detenimiento los sonidos de la naturaleza y respirar aire puro.
Para los amantes de la naturaleza, la región ofrece numerosos espacios protegidos, entre los que destacan los parques nacionales de Cabañeros y de las Tablas de Daimiel y siete parques naturales. Son el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, la Sierra Norte de Guadalajara, la Serranía de Cuenca, los Calares del Mundo y de la Sima, las Lagunas de Ruidera, el Alto Tajo y el Barranco del Río Dulce.
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Parques arqueológicos y museos
El turismo arqueológico permite conocer la historia de un lugar de una forma única, a través de la exploración de sorprendentes entornos y rincones en los cuales se ha conseguido preservar el pasado a pesar del largo paso del tiempo. En este sentido, Castilla-La Mancha alberga un interesante y amplio patrimonio arqueológico repartido a lo largo y ancho de sus cinco provincias.
Recorrer sus principales yacimientos no solo permite descubrir los orígenes prehistóricos, visigodos, romanos, musulmanes y medievales de los diferentes puntos del territorio, sino sentirse por un momento como Indiana Jones o Lara Croft protagonizando sus más intensas aventuras. En total, hay siete parques arqueológicos en la región y son los siguientes: Recópolis (Guadalajara), El Cerro de las Cabezas (Ciudad Real), Libisosa (Albacete), Segóbriga (Cuenca), Carranque (Toledo), Alarcos (Ciudad Real) y Tolmo de Minateda (Albacete).
Pero además de conocer la historia a través de estos yacimientos, también es una buena opción hacerlo a través de los diferentes museos gestionados por la Junta, cuyo acceso es gratuito.
Entre todos los que hay, destacan el Museo del Niño 'Juan Peralta' (Albacete), el Museo de Albacete, el Museo de Ciudad Real, el Museo de Cuenca, el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha 'Colección Roberto Polo' (Cuenca), el Museo de Guadalajara, el Museo de Santa Cruz (Guadalajara), el Museo Ruiz de Luna (Talavera de la Reina), el Museo Taller del Moro (Toledo) o el Museo Casa Dulcinea del Toboso.
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Rutas literarias para explorar cada rincón
Castilla-La Mancha también es una tierra llena de literatura, con paisajes que han inspirado tanto a grandes escritores y poetas a lo largo de los siglos como a los más prestigiosos autores contemporáneos de la región. Por ello existen numerosas rutas literarias que permiten recorrer las cinco provincias de la región de la mano de autores tan populares como Cervantes, Camilo José Cela, el Cid o Jorge Manrique, pero también de otros menos conocidos e igual de interesantes.
En total, son 17 las rutas literarias que se pueden recorrer en la comunidad autónoma. Ya sea siguiendo los pasos del Quijote, atravesando los lugares del Lazarillo de Tormes o descubriendo los paisajes que inspiraron a Azorín. Las cinco más importantes son la ruta de Don Quijote, el poema del Mío Cid, el Lazarillo de Tormes, Coplas a la muerte de su padre y Viaje a la Alcarria.
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Trenes turísticos: una nueva forma de viajar
Para aquellas personas que quieran visitar Castilla-La Mancha de una manera diferente, cómoda y divertida, existen los trenes turísticos de Renfe, que ofrecen 14 rutas por distintos municipios y ciudades de la región. La escapada dura una jornada completa, coordinada y guiada, disfrutando de las principales atracciones turísticas de cada destino.
Los trenes -que parten desde Madrid- pasan por las cinco provincias y son los siguientes: Tren de la Cuchillería (Albacete), Tren de Alcalá del Júcar, Tren del Mercurio (Almadén), Tren del Teatro Clásico (Almagro), Tren del Vino (Valdepeñas), Tren del Quijote (Alcázar de San Juan), Tren de los Molinos (Campo de Criptana), Tren Paleontológico y del Patrimonio de Cuenca (también parte de Valencia), Tren de la Alcarria (Guadalajara), Tren de la Lavanda (Brihuega), Tren Medieval (Sigüenza), Tren de la Cerámica (Talavera de la Reina) y Tren de la Mancha Toledana (Tembleque y Consuegra).
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Restaurantes con estrella y platos únicos
Tradicional, auténtica y llena de sabor. Así es la gastronomía castellano-manchega que ya se extiende por los cinco continentes bajo el sello 'Raíz Culinaria', una marca impulsada por el Gobierno autonómico para poner en valor el carácter de nuestra cocina, la calidad de las materias primas con las que se elaboran los platos y las técnicas que se han salvaguardado a lo largo de la historia y que hoy en día son patrimonio culinario de la humanidad.
Considerada la despensa de España, Castilla-La Mancha ofrece una extraordinaria riqueza y diversidad de productos que la convierten en una gastronomía única. Pero no solo es cuestión de producto, sino de saber hacer, algo en lo que somos expertos. Prueba de ello es que once restaurantes de la región cuentan con una estrella Michelin entre sus distinciones, que en el caso de Iván Cerdeño (Toledo) y de Maralba (Almansa) se elevan a dos. El resto, los que tienen una, son Oba (Casas Ibáñez), Ababol (Albacete), Retama (Torrenueva), El Coto de Quevedo (Torre de Juan Abad), El Doncel (Sigüenza), Molino de Alcuneza (Sigüenza), Raíces (Talavera de la Reina), El Bohío (Illescas) y Ancestral (Illescas).
Pero además de los restaurantes, también es importante conocer cuáles son los platos que tienes que probar si visitas la comunidad autónoma, caracterizada por poseer una cocina auténtica y con carácter, compuesta de recetas únicas y para todos los paladares. Entre las comidas más típicas destacan las gachas, las migas de pastor, el atascaburras, los gazpachos manchegos, el morteruelo y carcamusas toledanas.
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Palacios, conventos o molinos para dormir
Dormir con todas las comodidades en edificios tan especiales como palacios, conventos e incluso molinos rehabilitados. Y hacerlo, además, en pleno corazón de España. Es la experiencia inolvidable que ofrece la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha, compuesta por alojamientos singulares en los que se combina la tradición centenaria con el confort más actual.
Promovida por la Junta de Comunidades, la Red de Hospederías cuenta hoy por hoy con seis establecimientos hoteleros de entre tres y cinco estrellas que conjugan historia y relevancia arquitectónica con una ubicación privilegiada en entornos de gran valor paisajístico, monumental o natural. Una simbiosis que invita a sus huéspedes a soñar y a impregnarse de la esencia de la región sintiéndose como en casa.
En concreto, forman parte de esta Red la Hospedería Santa Elena, en San Carlos del Valle (Ciudad Real); el Hotel Boutique Adolfo, en Toledo; el Hotel Convento del Giraldo, en Cuenca; el Hotel Spa Palacio del Infante Don Juan Manuel, en Belmonte (Cuenca); Molino de Alcuneza, en Sigüenza (Guadalajara); y Hotel Eugenia de Montijo, en Toledo.
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**'Castilla-La Mancha, la tierra de contrastes dispuesta a sorprenderte esta Semana Santa', es un contenido elaborado por Marcas Ñ en colaboración con Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.