Albania: con historia milenaria, montañas imponentes y costas impresionantes

Albania se encuentre a orillas del mar Adriático, al sudeste de Europa. Las llanuras de la estrecha costa se transforman en montañas que alcanzan casi 2.000 metros de altura y que cubren prácticamente todo el territorio del país. Tirana es la capital y mayor ciudad de Albania. Está ubicada en el centro occidental del país rodeado de colonias con las montañas Dajiti en el este y un valle ligero que se abre en el noroeste con vistas al mar Adriático en la distancia. Es el centro de la actividad cultural, económica y gubernamental del país.

Es conocida por sus coloridos edificios, construidos a lo largo de las eras otomanas. Sus museos conservan espléndidos testimonios del pasado lirio y medieval, galerías de arte que ponen en valor la estética de la Europa de los bloques y una plaza a la que se asoman edificios históricos, desde la mezquita pintada, a los bancos de época alcista o los túneles secretos de la Guerra Fría: todo esto es Tirana, una ciudad donde la vida fluye.

Berat es una de las ciudades de Albania más destacadas, aunque no tan conocida como su capital, Tirana. Es conocida popularmente como la “ciudad de las mil ventanas” o la “ciudad de las tres caras por el gran número de ventanas de las casas que se disponen en la ladera desde el castillo que corona la población, así como por sus tres partes bien diferenciadas. Berat ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es uno de los lugares más bellos que visitar en el país.

Berat, la ciudad de las mil ventanas.

Se sitúa en el centro sur de Albania, está atravesada por el río Osum y asentada en el Valle Topallti. Su historia se remonta al siglo VI a.C, siendo uno de los lugares europeos en los que se logró mantener el equilibrio de tolerancia entre las diferentes culturas religiosas y étnicas. La magia que transmite esta ciudad es impresionante y llega a su máximo esplendor en las inmediaciones al río, desde donde se puede ver la ladera repleta de casas apiladas y coronada por el castillo.

Pero más allá de ‘los mil ojos’, Berat también tiene ‘tres caras’, los tres barrios tradicionales bien diferenciados. Uno es el Mangalem, el barrio musulmán que se eleva en un lado de la colina, justo debajo del castillo; el Kajala, el barrio de la ciudadela; y el barrio de Gorica, situado en el lado opuesto de la ciudadela y a los pies de otro monte.

En Mangalem hay que adentrarse y perderse en sus callejuelas, donde están ocultas miles de ventanas. En este barrio, histórico musulmán, se encuentran tres mezquitas que conviene contemplar. La Mezquita del Sultán, del siglo XVI, es una de las más antiguas del país, junto con la Mezquita de Plomo, en las que resaltan sus cúpulas. En la parte más baja de este barrio se sitúa la zona más moderna, en la que se encuentra un bulevar peatonal repleto de tiendas y lugares donde disfrutar de la comida y bebida típicas albanesas.

Berat tiene tres barrios bien diferenciados.

En Kajala encontramos el que es el monumento más destacado de Berat, el castillo, cuyos orígenes se remontan miles de años. En esta zona destacan las calles empedradas y las casas solitarias en un recinto amurallado. El castillo tiene una larga historia desde su construcción por los ilirios: fue destruido por los romanos y vuelto a reconstruir, aunque a lo largo de los años también ha ido sufriendo diferentes modificaciones.

Cruzando el río se llega a Gorica, desde donde se obtienen una de las mejores vistas de las casas apiladas en la ladera y coronadas por el castillo. Esta parte es la zona cristiana ortodoxa y es un buen lugar para comer. Debajo de la colina de Gorica también se encuentran las ruinas de otro pequeño castillo.

Pero en esta ciudad, que se presenta para muchos como un lugar más paisajístico y donde descansar y desconectar que donde buscar una ferviente oferta de ocio, se encuentran varios monumentos destacados. La Iglesia de San Miguel, por debajo de la ciudadela, data del siglo XIII y tiene la particularidad de estar construida bajo una gran roca. También destacan los pequeños dos monasterios que la acompañan. Desde esta zona se ofrecen unas buenas vistas de la ciudad.

Tirana es la ciudad más grande de Albania.

En la parte musulmana también destaca la Mezquita de los Célibes, de la primera mitad del siglo XIX, compuesta por la sala de oración, un pórtico apoyado sobre pilares de piedra y un minarete. Todavía conserva algunas pinturas de los años de 1800. Un edificio que resalta y en el que se puede ver la grandeza que tuvo es el antiguo Palacio de Pasha, que conserva sus arcadas y los pilares de piedra monolítica.

Una de las curiosidades de los restos del castillo de Berat y de las casas que alberga es que pertenecen al siglo XIII, cuando vivió su última reconstrucción a modo de ciudadela. Y, aquí lo curioso, es que la mayor parte de la población era cristiana, lo que llevó a haber unas 20 iglesias en su interior, pero también una mezquita. Actualmente, uno de sus monumentos más destacados es la Iglesia ortodoxa de la Santísima Trinidad, del mismo siglo y con una estructura estilísticamente bizantina.

La parte más moderna de la ciudad también tiene su encanto. En el Bulevar Republika se pueden encontrar edificios más modernos, tiendas de ropa y alimentación, bares y restaurantes.

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