Islandia es un país de contrastes extremos y paisajes espectaculares. Conocida como la "la tierra del hielo y fuego", Islandia alberga algunos de los glaciares más grandes de Europa y algunos de los volcanes más activos del mundo. Islandia es también la tierra de la luz y la oscuridad. Los largos días de verano, con casi 24 horas de sol, se compensan con días cortos de invierno, que tiene solo unas pocas horas de luz sombría: el escenario perfecto para disfrutar de la magia de las auroras boreales en invierno. Islandia es una de las masas de tierra más jóvenes del planeta y las rocas más antiguas datan solo de hace 14 a 16 millones de años.
Es uno de los lugares con mayor actividad volcánica de la Tierra, con 32 sistemas volcánicos activos que entran en erupción cada cuatro años de promedio. La isla debe su exigencia a un entorno geológico único. Islandia es un punto volcánico con una columna de magma debajo de la dorsal del Océano Atlántico Medieval, donde dos placas tectónicas, la eurasiático y la norteamericana, se están separando. Islandia y también a su capital, Reikiavik.
Islandia es conocida mundialmente por ser uno de los destinos naturales más sorprendentes del mundo, por sus auroras boreales, sus volcanes, sus impresionantes glaciares, sus grandes cataratas y sus maravillosas Tierras Altas. Pero la capital es otro fabuloso lugar en el que conviene perderse en un viaje por las tierras islandesas. Se trata de la capital más septentrional del mundo y su población es tan pequeña que apenas representa a una ciudad, con unos 200.000 habitantes.
Así, los rasgos que mejor definen a Reikiavik son: fría, aislada, pequeña y azotada por las inclemencias naturales. Entre los lugares que caben reseñar son el puerto viejo o calles como Austurstraeti, Laekjargata y Skolavordustigur. Pero hay muchos más emblemas en esta ciudad que se detallan a continuación.
Pero estos rasgos no deben ser motivos suficientes para no disfrutar de su encanto. La iglesia Hallgrímskirkja, visible desde casi todos los ángulos de la ciudad, se trata de una catedral que tiene la apariencia de una nave espacial o una figura hecha con piezas de Lego. Su magnitud se puede apreciar en los 74 metros de altura, siendo el edificio más alto de Islandia, aunque su interior es bastante sobrio y lo que realmente sorprende en él es su gran órgano de tubos. Subir a la parte alta de la iglesia es la mejor idea para contemplar las mejores vistas de la ciudad. Justo en frente de ella se encuentra la estatua de Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo y regalo de Estados Unidos al pueblo islandés.
Otra estatua importante en Reikiavik es la del Viajero del Sol o Sólfar. Fue construida para conmemorar el 200 aniversario de la ciudad y se encuentra al final del paseo desde el Puerto Viejo, en primera línea de mar. Con una estructura de acero, representa el esqueleto de un barco vikingo y simboliza un viaje hacia el sol, la esperanza y la eternidad. Además de ser un bonito lugar que apreciar por su significado, ofrece una de las mejores vistas de las montañas nevadas que se extienden al fondo.
Una de las mejores con más ambiente de la ciudad es el Puerto Viejo, donde las antiguas casetas de madera de los pescadores se han convertido en restaurantes y locales de ocio. Es un buen lugar para disfrutar de un paseo por los muelles y observar el tránsito de las diferentes embarcaciones, además de reservar una excursión para ver volar a los frailecillos, uno de los iconos de la isla. También es el lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía local y degustar el pescado y marisco fresco.
Otros lugares para disfrutar de un paseo son las calles Austurstraeti, Laekjargata y Skolavordustigur, además de la calle comercial más popular, Laugavegur. Para disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad conviene subir al edificio Perlan o La Perla, edificio de más de 25 metros situado sobre una colina.
La Plaza Austurvóllur se llena de terrazas cuando sale el sol, por eso es uno de los mejores lugares para tomar una cerveza o comer algo, o tan solo tumbarse en el césped. Se trata de la plaza más antigua de la ciudad y está rodeada de casas de madera de colores y varios importantes edificios, como el Parlamento de Islandia y la Catedral Luterana, además de albergar a la Estatua de Jon Sigurdsson. Otro remanso de paz en la ciudad es el lago Tjörn, donde se puede contemplar la arquitectura tradicional de casas de colores, además de edificios como la Galería Nacional, el Ayuntamiento o la iglesia protestante Fríkirkjan.
En Reikiavik se celebró allá por 1986 una de las reuniones entre el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan y el de la antigua Unión Soviética Mijaíl Gorbachov para poner fin a la Guerra Fría. Esta reunión se celebró en la Casa Höfoi, que aunque no se puede ver por dentro, es conveniente contemplar su bonita arquitectura y su destacable entorno.
Otro emblemático edificio de la ciudad que merece una visita por su impresionante arquitectura es la Sala de Conciertos y Conferencias Harpa, imponente edificio construido a base de cristal y situado en el antiguo puerto.
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