Viajes | Redacción
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En Estados Unidos, así como hay increíbles lugares edificados por la naturaleza, hay un sinfín de espacios construidos por la mano del hombre que resguardan miles de historia como los monumentos.

A lo largo y ancho del país hay una amplia variedad de monumentos famosos a nivel internacional, que merecen ser visitados al menos una vez en la vida para que conozcan su grandeza, importancia a nivel histórico y belleza.

Los monumentos en Estados Unidos son estructuras que conmemoran fechas históricas y honran a personajes importantes para el país. Son importantes atractivos turísticos.

La Estatua de la Libertad

Inaugurada en 1886, la estatua con el nombre oficial "Libertad Iluminando el Mundo" fue esculpida por Frédéric Auguste Bartholdi y entregada por los franceses como regalo a los estadounidenses en celebración del centenario de la Independencia estadounidense.

Está ubicado en Nueva York y tiene aproximadamente la altura de un edificio de más de veinte pisos. Además, en 1984 fue considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin necesidad de subir hasta lo más alto, también se puede disfrutar de la visita a la isla subiendo al mirador del pedestal de la Estatua de la Libertad.

Está realizada con chapas de cobre unidas por remaches y vigas interiores de medidas colosales. La antorcha actual data de 1986. Es de cobre recubierto de una hoja de pan de oro de 24 quilates que parece una llama encendida al reflejo la luz del sol durante el día y los focos de la ciudad durante la noche. A pesar de que no cuenta con demasiada altura, ofrece hermosas vistas de Manhattan y resulta emocionante visitar el interior de uno de los monumentos más emblemáticos del mundo.

El monte Rushmore

Uno de los monumentos más emblemáticos del país, concebido como un memorial para que todos los estadounidenses puedan admirar en grandes dimensiones los rostros tallados de cuatro de sus presidentes más importantes: George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Théodore Roosevelt.

Monte Rushmore.

Esta colosal obra de ingeniería fue concebida y llevada a cabo por el escultor Gutzon Borglum, y se ha convertido en un auténtico símbolo nacional. Rodeados por el incomparable marco de las montañas Black Hills, en Dakota del Sur, los rostros colosales de cuatro presidentes más importantes de los Estados Unidos de América, tallados en el monte Rushmore, contemplan imposibles el horizonte.

Este monumento faraónico fue concebido como un símbolo de democracia y libertad, y hoy en día es un importante reclamo turístico que es visitando cada año por millones de personas de todo el mundo.

Monumento a Lincoln

El emblemático monumento construido para honrar al decimosexto presidente de los Estados Unidos es una visita obligada para todos los visitantes de la capital de la nación. El gran monumento a Lincoln se eleva sobre el Reflecting Pool, anclado el extremo occidental del Centro comercial nacional.

La mejor manera de acercarse al monumento es desde el este, por el Monumento de Washington y el Nacional de la Segunda Guerra Mundial memorial. Esto lo colocará en el borde de la Piscina Reflectante, una extensión reluciente que ilumina mejor las grandes estructuras que honran a los líderes norteamericanos con más historia. El monumento a Lincoln es una de las esculturas más grandes del mundo, alcanzando una altura de 30 metros. Aunque el monumento es conocido por albergar la estatua sentada de Abraham Lincoln, también cuenta con una serie de inscripciones grabadas en las paredes interiores que representan importantes momentos de la vida del presidente.

El monumento fue diseñado por el arquitecto Henry Bacon y la estatua de Lincoln fue esculpida por Daniel Chester French. A nivel arquitectónico, el estilo del monumento se inspira en la arquitectura griega clásica, con elementos como columnas y una fachada imponente. El monumento a Lincoln fue inaugurado en 1922, más de 50 años después de la muerte del presidente.

Se trata de un lugar popular para celebrar eventos importantes, como la inauguración presidencial y el discurso "Tengo un sueño" de Martin Luther King Jr. Es posible subir a la parte superior del monumento gracias a un elevador y disfrutar de una vista panorámica de Washington D.C. desde allí.

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