Redacción | Viajes
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La historia de Gante comienza en el año 630, cuando San Amando elige la confluencia del Lys y del Escalda, para construir una abadía. Casi 1.400 años de historia están todavía presentes en la ciudad: un castillo medieval con un foso defensivo, una impresionante catedral, un campanario municipal, tres beaterios, en ningún otro lugar hay tanta historia por metro cuadrado como el centro histórico de Gante.

Gante ha sabido mantener, como pocos lugares, un patrimonio histórico y unos rincones muy pintorescos pese a ser una gran urbe. Situada en el corazón histórico de Flandes, es una ciudad atemporal, no es solo una de las ciudades más bonitas de Bélgica; además, es una de las más dinámicas, pues por todos sus rincones se percibe su carácter de ciudad universitaria, y es frecuente encontrar a estudiantes de todas las procedencias subidos a sus bicis o tomando algo en alguno de sus muchos bares.

El Campanario de Gante y la catedral de San Bavón. El campanario de Gante y el antiguo Halle de la Lana. Aquí encontraremos una plaza muy emblemática, la Plaza de San Bavón. En esta plaza está el Teatro Flamenco en estilo Ecléctico con la Catedral de San Bavón, uno de los monumentos más impresionantes de la ciudad.

Iglesia de San Nicolás. Cedida

En el interior albergan obras como La adoración del Cordero Místico de los hermanos Van Eyck, la Conversión de San Bavón pintado por Rubens, además admiraremos un maravilloso púlpito rococó del siglo XVIII.

El Ayuntamiento, imponente edificio con una perfecta fusión entre los artes gótico, renacentista y barroco. Admiraremos la casa donde vivió María de Borgoña en un periodo de su vida.

La Iglesia de San Nicolás cuenta con una de las más importantes torres de la ciudad y está situada en la bulliciosa Korenmarkt, una de las principales plazas de Gante, en el interior apreciaremos las magníficas obras de arte y descubriremos los secretos más guardados de Gante. La calle Werregarenstraat conocida como «Graffiti Street», donde descubriremos por qué Gante es la capital del Street Art (Arte urbano).

El Castillo Medieval, que fue residencia de los condes de Flandes. Es una de las fortalezas mejor conservadas en Europa, cuya construcción se inició en el siglo IX. En el interior del Castillo de los Condes de Flandes alberga una colección única de instrumentos de tortura. Castillo de los Condes, una impresionante fortaleza que data del siglo XII. Esta fortaleza medieval, mandada construir por Felipe de Alsacia, se encuentra en pleno centro de la ciudad, y está rodeada por un foso. Además de servir como hogar de los Condes de Flandes, el Gravensteen ha alojado en su interior la Casa de la Moneda, una prisión, e incluso sirvió durante un tiempo como fábrica de algodón.

Castillo Medieval de Gante Cedida

El Teatro Real Neerlandés es de gran riqueza en su fachada, en el que Apolo, las Musas y la Diosa Armonía dirigen su mirada a la Sint-Baafsplein. El edificio, de finales del siglo XIX, alberga la sede del teatro municipal NTGent, que representa obras tanto flamencas como internacionales.

El Graslei y el Korenlei eran los dos muelles principales de la ciudad, donde llegaban los barcos cargados de especias y grano. Los edificios a ambos lados del río están vinculados a los gremios que vendían estas mercancías. Terminaremos nuestra ruta por Gante atravesando el emblemático Puente de San Miguel, desde donde podrás apreciar la maravillosa panorámica, las tres torres de Gante y la imponente Iglesia de San Miguel.

El barrio de Patershol. Hoy se ha convertido en una de las zonas más elegantes y selectas de Gante. A primera vista, sus casas de ladrillo nos podrían llevar al centro histórico de cualquier ciudad, pero en el bajo de cada una de ellas se han habilitado algunas de las tiendas, bares y restaurantes; a pesar de todo, sigue manteniendo el encanto particular del siglo XVII. Las callejuelas son estrechas y adoquinadas. Es un barrio muy tranquilo, bohemio y además es una zona donde se concentra el mayor número de murales y grafitis de calidad, como los de Roa Bue. La cerveza típica de Gante es la Kwak, que se sirve en un vaso alargado con la base redondeada, siendo necesario sostenerlo con un soporte de madera que incluye un asa. Es una cerveza de doble fermentación con más de ocho grados.

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