El periodista canadiense Veerender Jubbal ha sufrido este fin de semana el calvario de ver cómo una foto retocada -en la que sostiene un Corán y lleva un chaleco de explosivos- era distribuida y le identificaba como uno de los autores de los ataques suicidas en París el pasado viernes.
El propio Jubbal, conocido por ser uno de los principales críticos contra la discriminación en el mundo de los videojuegos, tuvo que desmentir el fotomontaje en su cuenta de Twitter.
En la imagen original de Jubbal, que había sido publicada el pasado 4 de agosto y distribuida por él mismo, aparece de pie en un cuarto de baño frente al espejo mientras se hace un selfie con su iPad.
La foto fue modificada al añadir el citado chaleco y una cubierta del Corán que tapa el iPad. En el montaje aparece incluso lo que parece un juguete sexual colocado en la esquina de la bañera, en segundo plano.
Varios medios de comunicación, entre ellos los españoles Antena 3 -que poco tiempo después retiró la noticia-, La Razón -el periódico se disculpó más tarde con un tuit- y la italiana Sky TG24, distribuyeron la imagen e identificaron al individuo como uno de los terroristas kamikazes autores de las masacres de la capital francesa.
Incluso algunas cuentas en redes sociales que apoyan la causa del autodenominado Estado Islámico dieron credibilidad al montaje, como el canal Khalifah News en Telegram, una vía de propaganda cada vez más extendida para difundir el mensaje de los radicales yihadistas.
Una venganza
Este periodista freelance, canadiense y sij -profesa una religión cuyos orígenes están en la India, por esto lleva un característico turbante-, sostiene que este montaje es fruto de una venganza a raíz de sus críticas durante el llamado GamerGate, una polémica surgida hace año y medio sobre el sexismo en el mundo de los videojuegos a raíz de un movimiento anónimo que atacaba a feministas con insultos e incluso amenazas.
Víctimas de la turba discriminatoria a raíz del GamerGate fueron la desarrolladora Zoe Quinn -creadora de la ficción online Depresión Quest- y la crítica cultural Anita Sarkeesian, entre otras personas.
Algunos medios como BreitBart han rescatado ciertos comentarios antiguos en la propia cuenta de Twitter de Jubbal, en los que éste arremete contra comunidades enteras con un toque racista. De hecho, los comentarios del periodista contra la comunidad blanca son frecuentes.
No obstante, otros muchos usuarios han salido en defensa de este periodista especializado en videojuegos, a quien los haters -la gente que le odia- han colocado en una situación incomoda y hasta peligrosa.