Donald Trump ha demostrado, desde el momento en el que saltó a la palestra como posible candidato a la Presidencia de Estados Unidos, que es un tipo controvertido. El foco mediático se ha situado sobre el magnate norteamericano por su particular campaña para hacer frente a sus contrincantes a encabezar el partido Republicano en las elecciones, con elementos que han generado una gran diversidad de comentarios y ciertas polémicas.
El último episodio que ha estallado en las redes sociales y en la información especializada de los videojuegos se produjo el pasado martes. Trump, asiduo a utilizar elementos gráficos y audiovisuales para destacar las pautas de su campaña, usó como base uno de los tráilers del conocido videojuego de Electronic Arts, Mass Effect 2, sin permiso para ello. A través de su cuenta oficial de Twitter, el político se valía de los diálogos del vídeo en cuestión para aseverar su intención de salvar el mundo, al menos en lo referente a su país. Además, el empresario no dejaba lugar a dudas respecto a su referencia al mencionar el contenido como “Trump Effect” o nombrar al protagonista de la aventura espacial como “Comandante Trumpard”.
Por supuesto, el ojo de Trump no se ha detenido en un videojuego cualquiera. Mass Effect es una de las sagas de renombre en la industria y una de las piezas clave de la compañía estadounidense, que ya apunta a su nueva entrega, Mass Effect: Andromeda. De este modo, el mandatario se compara con un protagonista de lo más heroico, como es el Comandante Shepard, líder de un grupo de élite encargado de preservar la paz y el orden en los sistemas planetarios de los que se compone la aventura. Con sus diferentes acciones, Shepard se ha convertido en uno de los personajes más queridos y reconocidos del sector, algo que parece haber servido de apoyo a Trump en su particular cruzada.
La industria del videojuego trata de alejarse de este tipo de situaciones que generan un golpe de efecto descomunal. Por ese motivo, desde Electronic Arts no se ha hecho esperar la respuesta al respecto. Varios responsables de la editora han instado a la cabeza visible del Partido Republicano, y al resto de miembros que compartieron el vídeo, a eliminar el contenido del nombrado Trump Effect, asegurando que incumplía los derechos de autor y que la compañía no había autorizado el uso del material de Mass Effect 2 para la herramienta electoral. El dirigente y sus compañeros de partido no tardaron en retirar el vídeo para evitar disputas legales. Aun así, el entramado mediático que ha suscitado ha dado la vuelta al mundo y todavía persiste en algunos espacios de la red, donde se puede observar el resultado de esta táctica de Trump.
El tiro por la culata
Tras todo lo comentado hasta el momento, no hay duda de que la candidatura de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos por parte del Partido Republicano es uno de los temas más candentes en el país de las barras y estrellas. Los índices de popularidad de Trump son muy dispersos. Como suele ser habitual en estos casos, cuenta con sus detractores y sus seguidores, aunque en el caso concreto de los videojuegos, ya hay algunos usuarios que han querido plasmar su trayectoria en un videojuego: Civilization V.
Las personas que componen la comunidad del videojuego ya han demostrado en más de una ocasión que es activa y tienen una mente realmente creativa. A partir de esta premisa surgen multitud de ideas y contenidos de lo más variopintos y particulares; uno de ellos, está protagonizado por el mismísimo Donald Trump.
A través de un mod (un añadido a un videojuego creado por un desarrollador amateur que lo pone a disposición de otros usuarios) el título en cuestión ya fue el responsable de mostrarnos la cara más oculta y siniestra de Mahatma Gandhi, aunque en esta ocasión se centra en Trump. Entre las opciones que incluye este mod, se encuentra la sustitución de la Gran Muralla por la Gran Muralla de América, para así impedir la entrada de inmigrantes.
La imagen que se ha gestado en torno al republicano parece no satisfacer al público adherido al universo de los videojuegos. Sin embargo, no es el único sector en el que Trump puede haberse ganado detractores con este tipo de prácticas; en el mundo de la música también han surgido voces contrarias a mostrar sus creaciones en favor de esta controvertida campaña política.
Los videojuegos no son el único sector de ocio que Trump ha utilizado para publicitar su campaña
En las últimas semanas, Trump no ha parado de tener movimiento en sus redes sociales. La cantante Adele tuvo que dar un toque de atención al republicano por el uso de su canción Rolling in the deep durante un mitin en Oklahoma o Skyfall, tema que principal de la banda sonora de la película de James Bond con el mismo nombre, en Ohio.
La artista de Tottenham fue muy tajante a la hora de atajar el asunto, prohibiendo a Trump usar sus canciones, incumpliendo la propiedad intelectual de las mismas, para publicitar su campaña política. "Adele no ha dado permiso para que su música se use en ninguna campaña política", aseguraba su representante para el diario The Independent. De hecho, hasta el momento de su intervención, la cantante estaba siendo duramente criticada en las redes sociales por su presunta implicación con el candidato.
No ha sido el único caso en lo musical que ha despertado las voces críticas, situando a Trump en el centro de la polémica. El cantante del grupo R.E.M., Michael Stipe, al escuchar una de sus canciones en eventos republicanos, no pudo evitar mostrarse contrariado: "no usen mi música o mi voz para esa imbécil farsa de campaña", destacaba el vocalista. Un caso similar al protagonizado por Aerosmith, que calificaba el uso de sus canciones como una falsa impresión generada en el público.
No obstante, el más directo en su prohibición a Donald Trump ha sido el rapero norteamericano Everlast. A través de su cuenta de Instagram, se mostraba furioso al escuchar su tema Jump Around como sintonía de uno de estos actos. "Me gustaría poder enfrentarlo y arrancarle ese peluquín", escribía en dicha red social, donde también trata al empresario de "ignorante" y "racista".
Una práctica controvertida con resultados difusos
El intento del empresario en el caso concreto de los videojuegos parece no haberle salido bien, si su intención era la de captar el interés de un público acorde a este tipo de contenidos. Los más jóvenes no se han sentido identificados con la utilización de la imagen del Comandante Shepard en los videojuegos y así lo han hecho saber en las redes sociales y en el mod citado de Civilization.
Lo único que se le podría exigir al republicano en estos términos es que se preocupara de delimitar la línea de los contenidos que no son de su propiedad y solicitar los derechos para su uso a los artistas o desarrolladores que pertenecen. De lo contrario, puede caer en el error de asemejarse a un youtuber amateur cuyo contenido generado a partir del de otros le explota en la cara por su dudosa legitimidad, y se ve obligado a eliminarlo a la mínima de cambio.