A lo largo de los años, los videojuegos han demostrado su enorme diversidad. Cada producto puede estar destinado a numerosas funcionalidades y lecciones. A este respecto destaca un ejemplo claro de las enorme posibilidades que surgen desde este sector, cuando se anunció la creación del título Stairway to The Tax Heaven, que explica toda la controversia del escándalo de Los Papeles de Panamá.
Esta posibilidad no se reduce a un único caso concreto, sino que es capaz de englobar diferentes vertientes y trasladarlas a un nuevo plano. Esto es precisamente lo que debió pensar la magistrada emérita del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Sandra Day O’Connor, que a sus 86 años de edad es la fundadora de la primera ONG encargada de producir videojuegos que ayudan a cualquier persona a aprender sobre justicia y democracia. La apuesta nacía hace una década, en el 2006, bajo el nombre iCivics, dirigida principalmente a profesores y alumnos de estas especialidades con el objetivo de ayudar lo máximo posible a la interacción de los contenidos y su fácil aprendizaje.
Tal es así, que más de cien mil profesores en los Estados Unidos ya utilizan las creaciones de iCivics para impartir las enseñanzas en las aulas de las universidades más prestigiosas del país norteamericano. Uno de los juegos más conocidos durante todo este tiempo en el que la propuesta ha estadoen vigor es Supreme Decision (Decisión Suprema), donde se explica todo lo referente al funcionamiento del Tribunal Supremo. Cada jugador se pone en la piel de un juez del alto tribunal que debe tomar una decisión respecto al caso que se plantea. El éxito de esta ONG se ha extendido tanto que en el pasado 2015 fueron tres millones de estudiantes los que aprendieron sus lecciones a través de estos videojuegos.
Entre sus últimas creaciones, iCivics ha sorprendido con una propuesta que en España ya se conoce desde hace unos meses, aunque con ciertos matices. Pedro Sánchez Simulator permitía a cualquier ciudadano ponerse en la piel del líder del Partido Socialista para tratar de formar gobierno. Por su parte, Win the White House invita a cualquier habitante a adoptar el rol de un candidato a la presidencia de los Estados Unidos y alzarse como vencedor y habitar la Casa Blanca. En esta ocasión, la apuesta es mucho más didáctica, permitiendo aprender diversas técnicas de debate para competir con el resto de candidatos con temas actuales del país.
“Una cuarta parte de los estudiantes no demuestran tener conocimientos de cómo funciona nuestro gobierno mientras que sus conocimientos sobre programas de televisión, como ‘American Idol’, es completo […] El sistema democrático de gobierno no se transmite a través de los genes. Tiene que ser enseñado a todas las generaciones”, explicaba la propia O’Connor en una entrevista a New York Times. Sin duda, un resumen perfecto de lo que es capaz de conseguir esta iniciativa que sigue extendiendo sus posibilidades y ofreciendo mayor accesibilidad a los estudiantes para aprender de la mano de un sistema tan recurrente por los jóvenes como los videojuegos.