"Los videojuegos se habrán convertido en una forma artística de contar historias cuando alguien confiese que ha llorado al pasarse el nivel 17". La frase de Steven Spielberg en 2004 deja claro que el director de cine (y más tarde diseñador de videojuegos) nunca había jugado un Final Fantasy.
Porque si algo ha caracterizado a esta saga es el poder contar historias de manera que formatos como el cine o la literatura son incapaces. Ahora, diez años después de anunciarse, llega la quinceava entrega numerada de la saga. Final Fantasy XV sale a la venta este 29 de noviembre con el peso sobre sus hombros de devolver a la franquicia la gloria de tiempos mejores.
La leyenda urbana cuenta que cuando Square lanzó el primer Final Fantasy en 1987 eligió ese nombre debido a que dada la salud económica de la compañía sería el último título que desarrollasen. En la actualidad la situación es bien diferente para la empresa japonesa, pero es su franquicia estrella la que no vive su mejor momento, sin suponer la referencia que una vez fue.
Final Fantasy era sinónimo de calidad gráfica puntera, de innovación constante en los sistemas de batalla, de 'invocaciones' sobrecogedoras y de personajes carismáticos. Para volver a serlo, Square-Enix ha puesto todo de su parte para devolver el favor a la saga que le dio todo y lo mostrado hasta el momento hace esperar lo mejor.
Le ha costado. Diez años concretamente. Un tortuoso desarrollo con cambios de plataforma (de PlayStation 3 a PlayStation 4 y Xbox One), director (Hajime Tabata tomó el relevo de Tetsuya Nomura) y hasta nombre. Durante este tiempo pasó de ser una parte del mundo de Final Fantasy XIII y su fallida Fabula Nova Crystallis, titulándose Versus XIII, a crear un universo propio alrededor.
La historia, emblema de la saga
Ejemplo del trabajo realizado para ambientar el juego son la película-precuela, Kingslave, la miniserie de animación, Brotherhood, el juego para móviles Justice Monsters Five, o el descargable de estilo retro A King´s Tale. Todo para ir preparando una historia que siempre ha sido la bandera de la saga. El objetivo de Fantasy XV, como el de sus predecesores, es involucrar al jugador, que siga pensando en el juego tras apagar la consola.
El argumento tiene lugar en el Reino de Lucis. Allí, el príncipe Noctis emprende el camino de su boda como parte de un acuerdo de paz con el imperio de Niflheim. El tratado acaba siendo una excusa para atacar la capital de Lucis y durante el asalto se da por muerto a Notctis, su padre y su prometida.
Se plantea un viaje del grupo de jóvenes para afrontar lo sucedido. Durante este trayecto los cuatro amigos irán creciendo. Lo que empieza siendo un viaje por carretera evoluciona a medida que lo hacen los protagonistas y también el jugador. El grupo debe proteger el cristal de Lucis, la última reliquia de su clase y una fuente de magia para su reino.
El juego ha dado el salto al combate en tiempo real, provocando los lamentos de los aficionados a las batallas por turnos. Este cambio supondrá mucha más acción que se ha podido apreciar desde el primer tráiler lanzado en 2006 con Noctis, el protagonista, materializando espadas y controlándolas a voluntad para acabar una furiosa lucha con armas de fuego.
Esas mismas habilidades estarán disponibles en batalla. Junto a distintas magias y un sistema de recolección, Noctis puede utilizar lanzas, espadas, dagas y otras armas que aparecen a su voluntad. Además de ello puede teletransportarse a ciertos lugares, desde donde enfocar mejor el combate. Ofrece un gran abanico de posibilidades para enfrentar a numerosos grupos o a criaturas gigantes. El resto de sus compañeros no son manejables a excepción de un poderoso ataque que depende de una barra específica.
Una superproducción
El frenetismo que se ha ido mostrando durante los tráilers se acabó trasladando al juego y se pudo disfrutar en la primera demo de las tres que Square-Enix ha publicado. Porque la compañía japonesa se ha encargado de que todos sepan qué es Final Fantasy XV y qué esperar de él. Se ha creado una auténtica superproducción que demuestra el acelerón que el desarrollo del juego ha dado en los dos últimos años.
Así lo demuestran la contratación de Florence and the Machine para tres temas de la banda sonora, el concierto ofrecido en Abbey Road Studios con sus mejores composiciones, un Audi R8 Star of Lucis exclusivo por 430,000 euros, un menú en un restaurante de Londres e incluso una sorpresa todavía por anunciar.
Estarán, por supuesto, los elementos típicos de la saga como los chocobos, el personaje clásico Cid o un medio volador en el que viajar. En este caso será el coche que conducen los protagonistas desde el inicio de la aventura, aunque no podrán surcar los cielos hasta el último tramo del juego. El Regalia, como se llama el vehículo, es una muestra de la libertad que propone Final Fantasy XV, que intenta dejar atrás la linealidad y los pasillos.
Todo lo demás que se espera de un juego de este calibre estará ahí. Unas 50 horas para acabar la historia principal y muchas secundarias por realizar, incluyendo algunos minijuegos de los ya habituales. Las misiones opcionales son principalmente de cacería, y será donde más aproveche el juego su mundo abierto. El título bebe de los últimos éxitos del rol occidental aunque sigue manteniendo su esencia.
Uno de los aspectos que más llama la atención es el realismo de algunas situaciones. Tanto en el diseño de algunas ciudades como en las actividades que el grupo protagonista realizará, con tiempo para pescar y la necesidad de acampar y comer para hacer válida la experiencia adquirida en combate.
Era esa autenticidad lo que el juego buscaba cuando se anunció bajo el lema "una fantasía basada en la realidad". Tras una espera que parecía no acabar, con cancelaciones fantasma y un último retraso de dos meses para pulirlo, toca comprobar si cumplirá las expectativas. Se espera mucho de él y falta por comprobar si esa fantasía finalmente se hace realidad.