Resident Evil 7 al fin ha llegado. Uno de los claros candidatos a triunfar durante 2017 ha despertado en los primeros compases del año y promete dar que hablar hasta la recta final del mismo. La revitalización de una saga que iba a la deriva está siendo un éxito y en gran parte se debe a su regreso a los orígenes de survival horror, aunque el gran aliciente se encuentra en ser la primera gran franquicia en apostar por un soporte mayúsculo hacia PlayStation VR. De este modo, Resident Evil 7 se convierte en el primer examen serio del dispositivo de realidad virtual de Sony y el resultado es sobresaliente.
La experiencia que se vive al afrontar el reto de la mansión Baker, que es donde se desarrolla inicialmente el juego, es absolutamente increíble. La inmersión con PlayStation VR es total y ofrece esa sensación de estar dentro del juego como se pretende con la implantación de la realidad virtual. Un sistema que es poco aconsejable para las personas más aprehensivas, ya que pueden llevarse uno de los peores sustos de su vida con el terror tan puro y duro que ofrece Resident Evil 7. Un examen que ha pasado con nota y que apunta a un futuro más que prometedor para este tipo de soporte.
Más allá de lo que ofrece el título con PlayStation VR, cabe destacar que la mayor acogida por parte de los seguidores se ha debido a ese reinicio de la saga, llevándola hasta sus inicios con motivo del 20 aniversario de la misma. Una decisión por parte de Capcom que ha encandilado a todos los grandes fans de la franquicia, especialmente gracias al guiño que se ofrece al primer juego, desarrollando su propuesta en una mansión nuevamente. Cabe recordar que el inicio de Resident Evil se produjo con Jill Valentine y Chris Redfield en la imponente mansión Spencer, mientras que en esta ocasión la acción se lleva a cabo en la residencia de los Baker, una familia caníbal.
Otro de los aspectos que más ha destacado en cuanto al desarrollo de Resident Evil 7 es su paso a la primera persona. Algo que también afianza la sensación de terror en la versión estándar del juego, es decir, sin utilizar las PlayStation VR. Hay escenas de verdadero pavor y que provocan estupor con solo presenciarlas, lo que hace que la primera persona sea indispensable para experimentar lo que se quiere mostrar con este tipo de contenidos, mucho más destinado a los amantes del horror que a los de acción, como ocurría en las últimas entregas de la saga.
Todo esto apunta a un claro mensaje por parte de los seguidores: Resident Evil tiene que volver a ese género de terror, el denominado survival horror, para situarse entre los títulos más importantes de la industria del videojuego. Parece claro que desde Capcom han sabido captar la esencia de lo que estaba triunfando en los últimos años en este terreno y con claras referencias de otros títulos del mismo corte ha sabido establecer una base que se antoja duradera y cargada de grandes éxitos. El terror definitivo aguarda detrás de la siguiente puerta.