Dos veteranos y un novel. La experiencia de haber estado tras el juego original lanzado en 1997 y las ganas de revolucionar un título que para muchos es intocable. Tetsuya Nomura (director creativo), Yoshinori Kitase (productor) y Naoki Hamaguchi (director), son los tres máximos responsables de Final Fantasy VII Rebirth, la segunda entrega del remake de la obra que popularizó los RPGs en España.
Los tres, entrevistados por EL ESPAÑOL, hablan de lo que supone la experiencia de trabajar en un juego tan querido. Y, como el resto del equipo, saber aplicar los cambios para traer la magia de ese juego a los tiempos modernos. Ya sea si esto implica rehacer los mecánicas jugables, adaptarse a los gráficos actuales o, la parte más peliaguda, variar el guion para que estos juegos tengan un nuevo sentido.
Si la anterior entrega bautizada simplemente como Final Fantasy VII Remake tenía como tema principal "la reunión", en este el elemento clave será el destino. A ese destino se enfrentan Cloud, Aeris, Barret, Tifa y compañía, al igual que lo hacen los tres creativos de Square Enix al atreverse a desafiar una historia ya escrita.
La historia sigue su curso, pero con sorpresas
Kitase, uno de los creadores originales de Final Fantasy VII, del que fue director explica la importancia del destino en Rebirth, argumentando que es uno de "los focos principales". Es algo que, según explica, ha tratado con Kazushige Nojima, el guionista principal. Es un concepto que estuvo presente desde el génesis del proyecto.
Por su parte, Nomura enfatiza que, a pesar de los cambios en la secuela, "la historia fundamental de Final Fantasy VII sigue siendo la misma". Y, según han confirmado en el blog oficial de PlayStation, culminará con los acontecimientos de la Ciudad Olvidada.
Si bien los eventos icónicos "no cambiarán" el desarrollador quiere que "la serie Remake" pueda "mantener el nivel de sorpresa, interés y atracción" para los jugadores que completaron el original y para los nuevos. Quieren darles a todos "una sensación de misterio y de no saber qué está pasando".
Por eso han añadido las variaciones, que ya se dejaron ver en la anterior entrega lanzada en 2020, y en las que han profundizado ahora, mezclándolo en mayor medida con lo mostrado en el título original de 1997.
Un mundo expandido y "masivo"
Una de las mayores incógnitas era cómo Final Fantasy VII Rebirth podía traer a las pautas contemporáneas el mundo que presentó la obra original, que era inmenso. Debido al nivel de detalle que los juegos de ahora acostumbran a lucir, resultaba una tarea titánica.
Naoki Hamaguchi promete en ese sentido una experiencia adaptada "igual o incluso mejor" que la de aquel entonces, con un mundo completamente interconectado. Los jugadores "podrán viajar libremente entre continentes, pueblos y mazmorras", ofreciendo una experiencia de exploración sin igual.
Además, la forma en que se desarrolla la historia será diferente, ya que "el mundo se abrirá a medida que avanza la trama", ofreciendo nuevas áreas y contenido secundario que enriquecerán la experiencia.
El director de esta entrega recalca que el volumen de contenido de la historia principal en Rebirth es mayor que nunca, y el equilibrio entre la historia y la exploración se ha ajustado cuidadosamente para brindar un juego "masivo".
Pasado y futuro: Yuffie, Zack y Sephiroth
La historia que abordó Final Fantasy VII necesitará de una tercera parte en esta serie de remakes para terminar de ser contada. Entre medias, asegura Nomura, no tienen planeado ningún DLC como fue el caso del primer Remake. En aquella ocasión INTERmission sirvió para añadir un capítulo extra protagonizado por Yuffie.
No habrá contenido separado para personajes como Zack, que se perfila fundamental en la trama. Al propio Nomura le sorprendió la propuesta de Nojima para traer de vuelta a un personaje que estaba muerto. Para el director creativo su regreso "es una parte central de la historia y este nuevo misterio". Todo, tanto su vuelta como la lucha contra o por el destino está "relacionado".
Por último, Kitase se refiere a la forma en la que este juego expondrá a Sephiroth, un personaje que a día de hoy es icónico. Debido a ello no pueden crear "la misma tensión" alrededor de él, planteando incógnitas de quién es. El grupo protagonista le va persiguiendo por el mundo y ahora será mostrado "de una manera diferente".