Si hay algo que compartimos todos los seres humanos es la necesidad de buscar la felicidad durante nuestra vida. Para algunos ese sentimiento se encuentra en cosas sencillas, otros lo consiguen a través de viajes a lugares exóticos e incluso hay personas que deciden dar un cambio radical a su vida, todo con el mismo fin: conseguir ser felices.
[Las 4 enseñanzas de Albert Einstein para ser feliz]
A veces alcanzar la felicidad parece algo difícil, incluso hemos oído infinidad de veces que la felicidad son pequeños momentos, que no dura para siempre, y que, por lo tanto, es complicado vivir una vida plena y feliz.
Si bien no siempre vamos a estar un estado ideal debido a que es inevitable sufrir altibajos y pasar por épocas mejores y peores a lo largo de nuestra vida, existen algunos trucos que ayudan a que tu vida sea mucho más fácil.
Y no se tratan de trucos complicados, todo lo contrario, simplemente hay que añadir una serie de hábitos a nuestra rutina que nos ayudarán a sentirnos mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Diez hábitos para ser feliz
Sonreír
A primera vista no parece un gran cambio, pero existe una teoría denominada hipótesis de la retroalimentación facial, según la cual las expresiones faciales pueden influir en nuestras emociones.
La mayoría de las veces solo sonreímos cuando estamos felices, este gesto hace que se libere dopamina en el cerebro, y, por lo tanto, la felicidad aumenta. Según esto, sonreír cuando estamos pasando un mal día o nos sentimos un poco alicaídos, puede provocar que tu estado de ánimo cambie por completo.
Una buena manera de introducir este hábito en tu día a día es empezar cada mañana sonriéndote al espejo, independientemente de como te hayas levantado.
Hacer ejercicio
Realizar ejercicio de forma rutinaria tiene múltiples beneficios para nuestra salud, tanto mental como física. Ayuda a reducir el estrés, los sentimientos de ansiedad y los síntomas de depresión, y con el tiempo mejora la autoestima y aumenta la sensación de felicidad.
No es necesario pasar horas y horas en el gimnasio para empezar a notar estos efectos, simplemente hay que buscar una actividad que te guste y que puedas ejecutar en el día a día sin complicaciones.
¿Algunos ejemplos? Salir a caminar cada tarde al llegar del trabajo, apuntarnos a alguna clase que nos guste cómo zumba o pilates, empezar el día con cinco minutos de estiramiento o salir a correr.
Tener un buen hábito de sueño
Descansar bien es fundamental para afrontar el día con ganas y con buen humor. En nuestra sociedad, muchas veces tendemos a dormir menos y suplir esa falta de sueño con bebidas estimulantes como el café, pero tenemos que intentar cambiar esto y establecer un hábito de sueño adecuado, ya que es crucial para la salud, el funcionamiento cerebral y el bienestar emocional.
Para conseguirlo existen una serie de pautas:
- Anotar cuantas horas dormimos cada noche y lo descansado que nos levantamos. Tras una semana haciendo esto, tendrás claro cuáles son las horas que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente.
- Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana.
- Invertir la hora antes de acostarse en actividades relajantes, dejar a un lado las pantallas y optar por darnos un baño, leer o meditar.
- Mantener el dormitorio oscuro, fresco y ordenado. Además de invertir en buena ropa de cama.
- Si es inevitable echarse una siesta, lo ideal es que no supere los 20 minutos.
Practica la gratitud
Es importante dar las gracias por las cosas buenas que pasan en nuestro día a día. En psicología la gratitud consiste en apreciar los aspectos (no materialistas) de la vida y la voluntad de reconocer que los demás desempeñan un papel en nuestro bienestar emocional.
El simple hecho de ser agradecido mejora el estado de ánimo, por lo que dedicar parte de tu día en practicar la gratitud es un hábito que te ayudará a ser más feliz. Lo ideal es hacerlo justo antes de dormir y escribiendo en una libreta todas aquellas cosas por las que te sientes agradecido en el día.
Si al principio te cuesta empieza por cosas sencillas como agradecer el haber disfrutado de una buena comida, de una charla agradable con tus compañeros de trabajo o de tener una casa agradable donde descansar.
Con el paso del tiempo te será mucho más sencillo y verás que tu día a día está lleno de cosas por las que sentirse agradecido y tu humor mejorará notablemente.
Reconocer los momentos malos
Mantener una actitud positiva no significa que no puedas tener momentos de bajón, al contrario, en la vida vamos a pasar por momentos difíciles, y es importante aceptarlos y saber gestionar los sentimientos que nos provoca.
No hay que fingir que somos felices todo el tiempo, si un día recibes una mala noticia y te sientes triste, no pasa nada, permítete experimentar ese sentimiento y concéntrate en que necesitas para encontrarte mejor.
Afortunadamente, todo pasa, por lo que cuando nos sintamos más alicaídos es importante cuidarnos y priorizarnos.
Nadie es feliz todo el tiempo, pero con estos sencillos hábitos, es mucho más fácil llevar una vida calmada y feliz.