Todo el mundo conoce la famosa técnica del torniquete, un método efectivo para detener el sangrado de una extremidad, interrumpiendo momentáneamente la circulación. Pero el síndrome del torniquete, aunque también tiene que ver con la circulación sanguínea, se trata de una dolencia que se puede presentar en cualquier momento —especialmente si eres hombre— cuando permanecemos en la playa o la piscina durante el verano. Y el riesgo es mayor en los niños. ¿El culpable? Llevar un bañador (clásico o bóxer) de mala calidad.
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Una elemento que suelen compartir este tipo de bañadores es la malla de su interior. En un principio, su funcionalidad es la de permitir que los hombres puedan llevar la prenda sin necesidad de ponerse ropa interior debajo, muy a pesar de los que todavía lo hacen. Esta parte de la prenda ha demostrado ser problemática, sobre todo cuando los agujeros son demasiado grandes.
Cada año, se informa de algunos casos en los que un niño (o un adulto) se ha visto obligado a acudir a los servicios de emergencia porque el bañador se le ha enganchado a sus partes. Esto es lo que los profesionales sanitarios denominan síndrome del torniquete.
"Un peligro que no conocías"
El técnico de emergencias reconvertido en divulgador sanitario, Miguel Assal (@miguelassal), explicó en uno de sus vídeos de TikTok en qué consiste:
"Cuando [los niños] entran en el agua y al contraerse sus partes —tanto el prepucio como la piel del escroto— pueden quedar atrapadas por los agujeros", señala Assal.
Normalmente, e incluso si los agujeros de la malla interior del bañador son diminutos, es fácil que los genitales terminen pegándose y acomodándose a la textura rugosa de la malla. Esto sucede incluso cuando el bañador está seco. Pero cuando se moja, algunas partes del cuerpo se hinchan, lo que podría provocar que algunas partes del cuerpo queden atrapadas en la malla.
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Esto puede degenerar en una alteración en la circulación de la sangre y que aparezcan edemas —hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo—. Por eso, es fundamental actuar con rapidez para evitar daños graves para la salud de la persona afectada. Bajo ningún concepto se debe tirar del bañador con la intención de quitárselo.
Hay que avisar al personal de emergencias —socorristas, paramédicos o al personal sanitario más próximo— del problema. Sí, por desgracia, pasan los minutos y no has encontrado a nadie, dirígete al hospital inmediatamente.
Bañadores mojados
Otro de los riesgos que pueden asociarse a un hábito en el que se incurre en esta temporada estival —llevar el bañador mojado durante largos períodos de tiempo— es la afectación por hongo, bacterias y otros microorganismos.
"Si la pregunta es: '¿Un bañador salido del agua causará este tipo de enfermedad?' la respuesta es 'no", afirmó la doctora Yvonne Butler Tobah, obstetra-ginecóloga de la Clínica Mayo, a Live Science. "Pero puede aumentar el riesgo, dependiendo de cuánto tiempo estés con él".
En cualquier caso, la humedad (que no es lo mismo que el agua) favorece la proliferación de hongos y otros microorganismos que pueden afectar a nuestro organismo. Por esta razón, no se aconseja llevar una prenda de ropa interior por debajo del bañador, ya que tardará más en secarse debido a su grosor y al material del que está hecho.