El coche es uno de los medios de transporte más usados hoy en día y que nos salva de muchos apuros cuando no cogemos el transporte público. Y no solo para nosotros, sino también para aquellos que se montan.
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Manchar la tapicería del coche es tan fácil que cuando queremos darnos cuenta encontramos manchas que ni nosotros mismos sabemos de donde vienen: comida, bebida o mucho uso son algunos de los motivos que ensucian nuestros asientos.
Y aunque mancharla sea muy fácil, lo que no es tan fácil es limpiarla y que quede como nueva. Un proceso tan tedioso que terminamos por alagar más de lo que deberíamos, hasta hoy.
La tapicería es la segunda portada de nuestro coche, aquella en la que todo el mundo va a fijarse cuando se siente. Es una tarea que deberíamos llevar a cabo con cierta frecuencia para mantener esa limpieza.
Los asientos de cualquier coche son muy sensibles, no puedes limpiarlos con cualquier cosa porque empeorarían la mancha o dañarían el tejido y tampoco puedes pasarte con los líquidos porque no terminarían nunca de secarse, es decir, hay que dar con el punto exacto.
Hoy te enseñamos una forma muy fácil y rápida para limpiar tu tapicería y que quede como recién comprada, lo único que necesitamos son tres productos de limpieza, una bayeta y una tapadera de olla.
Es fundamental, que antes de empezar a limpiar en profundidad la tapicería de tu coche utilices un aspirador para eliminar los restos de la zona superficial de la misma. Este proceso de aspirado es recomendable hacerlo desde dentro de los asientos hacia fuera, para así ir arrastrando la suciedad.
La mezcla
Para empezar con nuestra mezcla lo primero que necesitamos es templar medio litro de agua, una vez la tengamos preparada la vertimos en un recipiente donde a continuación echaremos nuestros productos de limpieza.
Seguidamente, agregaremos a nuestro envase una cucharada de detergente y otra de bicarbonato de sodio, entre medias de cada cucharada es considerable remover para que quede todo disuelto.
Si queremos un resultado más eficaz, en vez de detergente podemos echar amoniaco. Ya que es un producto de limpieza mucho más fuerte, más preciso y que actúa más rápido.
El último componente que necesitamos es alcohol de limpieza. Agregamos al recipiente unos 100 mililitros del mismo y como opcional, si quieres que tu tapicería huela como la ropa recién lavada puedes añadir una cucharada de tu suavizante. Una vez tengamos nuestra mezcla en el recipiente, podemos pasar al siguiente paso.
Bayeta y tapadera
Nuestros aliados en este último paso van a ser una bayeta y una tapadera de olla. Lo que tenemos que hacer es introducir la bayeta en el recipiente para que se impregne de todos los productos de limpieza mezclados con agua.
Y atención, coge tu tapadera de la olla y envuelve la bayeta en ella. Es decir, coloca la bayeta y encima de ella la tapadera, una vez así envuélvela como si fuese un regalo. En la parte superior, agarra los extremos de la bayeta junto con el mango o válvula de la tapa.
Con la ayuda de la tapadera, evitaremos que la tapicería se empape y acumule humedad. Al no dejar agua acumulada, el tiempo de secado también será mucho inferior y en menos de 15 minutos estará seca.
Además, la propia tapa nos ayudará a limpiar más profundamente, ya que nos aportará una firmeza que únicamente la bayeta no nos aporta.
Existen otros tipos de componentes de limpieza que también dejarán nuestra tapicería como recién comprada, como la espuma seca. Si después de limpiar nuestros asientos queda alguna mancha que no se va, este producto actuará como último paso.
A modo de quitamanchas, la espuma se enfocará en las partes más sucias dejándolas secar. Una vez haya actuado durante unos cuantos minutos tendremos que retirarla con un trapo seco.
Si la tapicería de tu coche es de cuero, es recomendable que cada cierto tiempo utilices una crema nutritiva específica para tu tapicería. El cuero es una textura que se daña muy fácilmente, los climas extremos tanto fríos como calientes, así como el aire acondicionado puede dañarlo.
A pesar de estar diseñado para ser muy resistente, ciertos cueros pueden secarse con el tiempo y agrietarse, aplicar la crema nutritiva servirá para mantener el cuero como nuevo y sin ninguna grieta.
Manchas más habituales
Existen manchas que son más habituales que otras en nuestra tapicería y que, del mismo modo, son más tediosas de limpiar. Hablamos de manchas de barro, café, chicles, grasas o aceites.
Para el café y el barro el procedimiento es el mismo: un cepillo humedecido con agua. En el caso del café, a nuestra agua le agregaremos limpiacristales.
Pasando a los chicles, es fundamental que uses hielo para endurecerlos. Deja una bolsa con unos cuantos hielos encima del chicle y una vez esté totalmente duro podrás despegarlo con una espátula.
Finalmente, para las manchas de grasa o aceite, tendremos que hacer una mezcla con agua y desengrasante. Cuidado con este último componente, ya que tienes que agregar muy poco. Una vez lo tengamos, solo queda frotar con una esponja o un trapo húmedo.