No es extraño encontrarse, buceando por las redes sociales, con imágenes de canguros cuyos brazos podrían compararse con la cabeza de un niño. Esta representación, que rompe con la concepción, algo más agradable, de la canguro que transporta a su bebé en su bolsa, no es la excepción de la norma. Y es que los machos son, por su propia naturaleza, musculosos.
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De hecho, como ocurre con los seres humanos, el gran tamaño de sus músculos se traduce, sobre todo, en una fuerza descomunal. Un portento que no dudan en utilizar en sus peleas contra sus semejantes. Esta es una de las razones, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Murdoch y la Universidad Curtin y publicado en Biological Journal of the Linnean Society en 2013, que explica su gran tamaño.
"Encontramos un grupo selecto de músculos que se utilizan especialmente para agarrar a los otros machos y atraerlos hacia ellos, y que eran exagerados en los machos más grandes", explicó la coautora del estudio Trish Fleming, para The Conversation. "Cuanto más grandes son los machos, más trabajan esos músculos individuales, de modo que son desproporcionadamente más grandes que el resto del cuerpo", añadió.
Pero esta asombrosa cualidad también la emplean para impresionar a las hembras. Esta es una característica que comparten con otros marsupiales como los ualabíes.
Sacando músculo
"Las mediciones de las extremidades anteriores mostraron que, mientras que el crecimiento de la musculatura femenina era proporcional al tamaño corporal, la masculina era abrumadoramente exagerada", explicó Natalie Warburton, que ha liderado la investigación, en declaraciones recogidas por la Linnean Society’s Biological Journal.
El profesor asociado experto en marsupiales australianos de la Universidad Flinders, Rod Wells, afirmó a The Conversation que los grandes músculos de los brazos pueden ofrecer a los machos "una ventaja adicional, bien porque las hembras encuentren sexis las extremidades delanteras grandes, bien porque los machos que se ganan el derecho de acceso a las hembras sean entonces lo suficientemente fuertes como para dominar a cualquier hembra reacia".
Y este biólogo destacó que los músculos de sus extremidades adoptan proporciones más grandes de lo normal. Esto es lo que se conoce como dimorfismo sexual. "Aumentan desproporcionadamente no solo en longitud y diámetro óseo, sino también en masa muscular".
El canguro rojo
Canguro —kangaroo, en inglés— es el término con el que conocemos a esta especie de marsupiales autóctona en Australia. Fue en 1770 cuando el explorador inglés, James Cook, tomó prestada esta palabra gangurru de la tribu aborigen australiana de los Guugu Yimithirr para bautizar al animal.
Esta especie, en sus dos poblaciones principales —oriental (Macropus giganteus) y occidental (Macropus fuliginosus)— junto al canguro rojo (Macropus rufus) componen las tres únicas variedades de esta familia animal. Una característica que comparten las tres subespecies es su poderosa cola: su fuerza se compara con la de sus dos patas traseras combinadas. Generalmente, la utilizan para equilibrarse, y en ocasiones, como una tercera pata.
El canguro gris es el más pesado, mientras que el canguro rojo es el mayor de todos: la mitad de su peso es puro músculo. Estos últimos viven hasta 27 años, pesan hasta 90 kg y pueden alcanzar dos metros de altura. Generalmente, viven en pequeños grupos de dos o tres miembros —mobs, en inglés—.
Canguro boxeador
Los canguros machos "establecen y mantienen su jerarquía de dominio a través de competiciones de 'boxeo' que implica asir al oponente y utilizar las patas traseras", señaló Warburton. Su proclividad a la lucha está incluso reconocida por las instituciones australianas. La caricatura de un canguro con guantes de boxeo es prácticamente un símbolo de la cultura aussie. Suele aparecer sobre un fondo amarillo en muchos eventos deportivos y es el distintivo de la selección nacional de rugby.
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La cultura popular se ha hecho eco del canguro boxeador. En el videojuego Tekken, por ejemplo, incluyó a un personaje inspirado en esta figura, Roger (y Roger Jr.). Pero en su última entrega, Tekken 7, lo retiró del juego en 2017 por temor a una posible oleada de protestas de organizaciones animalistas. El productor en jefe de la popular serie de videojuegos de lucha justificó la acción diciendo que un reciente vídeo viral de un hombre dándole un puñetazo a un canguro que había atrapado a su perro podría inspirar descontento en los activistas animalistas.
Roger también fue el nombre con el que se conoció a una celebridad en las redes sociales. El canguro Roger, "el canguro culturista", se hizo famoso por su enorme complexión y sus grandes músculos. En 2015, adquirió protagonismo gracias a unas imágenes donde se mostraba aplastando un cubo de metal con sus grandes músculos.
Tal como informó BBC Mundo en 2018, este ejemplar fue adoptado por el Santuario de Canguros de Alice Springs (Australia) después de que su madre falleciera en un accidente de tráfico. "Al principio, había un vínculo estrecho [entre nosotros], pero pronto me vio como competencia y quería pelear conmigo", explicó Chris "Brolga" Barns, responsable del centro de conservación, al medio británico. Al llegar a los 14 años de edad, Roger falleció y fue enterrado en el santuraio que le cobijó durante varios años.