Las aves parecen adquirir una graciosa disposición a apuntar hacia nuestros vehículos cada vez que quieren hacer sus necesidades. Es verdad que al aparcar el coche en la calle, nuestras principales preocupaciones suelen estar relacionadas con los rayones o desperfectos que otros vehículos puedan ocasionar al nuestro.
Sin embargo, nos olvidamos de que los excrementos de ave también pueden ser la causa de daños irreparables. Durante el día, con el sol, la pintura del automóvil se ablanda y se expande a nivel microscópico. Cuando llega la noche y bajan las temperaturas, la pintura antes recalentada se enfría, por lo que cualquier suciedad que se haya adherido tiene la posibilidad de dejar marca.
Esta necesidad aviar ha convertido en tradición que los dueños de automóviles salgan a la calle con el cubo de agua y el paño en mano. Para aliviar la faena, se puede emplear este sencillo truco, sin necesidad de invertir en caros productos especializados.
[El truco mágico para dejar el interior de tu coche como recién comprado]
Cuestión de tiempo
Las maneras de limpiar un excremento de pájaro varían según las horas que hayan pasado. Si lo pillamos a tiempo, lo más probable es que lo podamos retirar utilizando únicamente una manguera. Por eso, el primer consejo que debemos intentar aplicar es actuar lo antes posible contra la salpicadura.
Para ello, conviene llevar una botella de agua y un paño en el maletero del coche, ya que no ocupa mucho y nos puede salvar en situaciones de apuro.
Si el lapso es mayor, debemos actuar de modo distinto. Humedecer la mancha siempre debe ser el primer paso a seguir. Con la presión del agua lograremos retirar una parte, aunque los restos que queden en contacto con la pintura serán los más difíciles de quitar.
Como el agua no suele ser remedio suficiente para eliminar la mancha, un truco mágico casero es añadir una cucharada de bicarbonato de sodio en una botella de un litro de agua tibia. Cuando se diluya por completo el bicarbonato, tenemos que coger una esponja o un paño suave, empaparlo con el líquido y colocarlo sobre los excrementos, con el objetivo de impregnar las manchas con el compuesto.
Después, dejaremos pasar entre 2 y 5 minutos, que será tiempo suficiente para que las manchas se desgasten y se puedan retirar de manera mucho más fácil. A continuación, debemos emplear movimientos circulares suaves para que los restos se vayan retirando poco a poco.
También es recomendable encerar la carrocería de vez en cuando, para asegurarnos de que la pintura podrá hacer frente a las manchas más graves.
Ahora que conoces este truco, no habrá mancha que se te resista. Aún así, lo mejor es tener el máximo cuidado con los lugares donde aparcamos y evitar hacerlo bajo árboles y farolas.