Imagen de archivo de sacos de legumbres. Foto: iStock.

Imagen de archivo de sacos de legumbres. Foto: iStock.

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Los mejores trucos para ablandar las legumbres sin usar la olla a presión

Este tipo de alimentos son una importante fuente de nutrientes para nuestro organismo y uno de los básicos para mantener una dieta equilibrada.

7 septiembre, 2023 09:51

Las legumbres son una importante fuente de proteínas, fibra y nutrientes esenciales para la salud de nuestro organismo. Además, son consideradas uno de los pilares fundamentales para seguir una dieta mediterránea. Si has oído hablar de los superalimentos como el aguacate, debe saber que las leguminosas también pertenecen a este grupo tan codiciado en los últimos tiempos. 

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Según la Fundación Española de Nutrición, su consumo habitual puede reducir el riesgo de infarto hasta un 14%. Además, cuentan con un alto contenido de proteína vegetal y elementos como el calcio, el magnesio o el potasio, que ayudan al funcionamiento neuromuscular. También presentan un bajo índice glucémico y no contienen gluten

Y no solo esto, se trata de un producto asequible para la mayoría de los bolsillos, lo que resulta un factor clave ante la exponencial subida sobre los precios de los productos básicos en la cesta de la compra, como el aceite, los huevos o la leche. Sin embargo, su cocción supone un reto para muchos, pero existen efectivos trucos que te ayudarán a ablandarlas sin necesidad de la aparatosa olla a presión. 

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  • Remojarlas adecuadamente y durante el tiempo necesario: recuerda que antes de ponerte a la tarea de cocinar las legumbres, es primordial que las pongas en remojo. Para ello, deja las legumbres en un recipiente con suficiente agua durante al menos 8 horas o, directamente, toda la noche. Esto permitirá que las legumbres la absorban y se ablanden de manera más rápida durante el tiempo de cocinado. 

  • Utiliza agua caliente: aunque este truco no aplica para todos los tipos de legumbres, sí lo hace para aquellas más difíciles de cocinar, como pueden ser los garbanzos, pues la absorción del agua se hace de manera más rápida que si utilizamos agua fría o del tiempo. 

  • El bicarbonato de sodio te salvará (otra vez): si lo que estás buscando son efectos casi inmediatos, agregar una pizca de bicarbonato de sodio al agua de remojo (o durante la cocción) será el truco definitivo. Sin embargo, procura usarlo con moderación, pues el sabor de las legumbres se puede ver alterado si se añade en exceso.

  • Cambiar el agua de cocción: es importante que tras poner en remojo las legumbres, las enjuagues y utilices agua limpia para ponerlas a cocer. Así podrás eliminar gran parte de los compuestos que provocan la formación de gases intestinales, además de mejorar su sabor.

  • Opta por un tiempo de cocción más lento: dicen que si se cocina a fuego lento todo sabe mejor, y no iba a ser distinto en el caso de este alimento. Pero no solo se trata de una cuestión de sabor, sino que además evitarás que queden echas puré o que se quemen.

  • Sal sí, pero al final: es un error común que debes evitar a toda costa. No añadas sal al agua de cocción en cuando las pongas en el fuego, pues esto ralentizará o evitará que se reblandezcan. Hazlo al final y gana tiempo de cocinado. 

Además de estos sencillos trucos, considera la elección de tus legumbres a la hora de comprar, pues si estas están frescas se ablandarán más rápido. Pero, sobre todo, ármate de paciencia, pues algunas legumbres, como los frijoles negros o los garbanzos, pueden tomar más tiempo de cocinado.