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¿Sabes qué es la erotofobia? Así es el miedo que puede acabar con tus relaciones de pareja

Una fobia que, en España, sufren muchas personas de las que podemos imaginar, y no todas son capaces de enfrentarlo. Conoce de dónde surge y cómo tratarla.

16 octubre, 2023 00:53

El sexo nunca ha sido solo sexo. Entre medias existen muchos factores como la intimidad, la desnudez, la vergüenza a exponerse, la inseguridad o el temor a no dar la talla. En plena época donde las relaciones sexuales han dejado de ser tabú, enfrentarse a ello puede costar un poco más.

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El miedo a las arañas, a las alturas o a los espacios cerrados son miedos que asumimos como algo normal porque se ha hablado de ello durante toda la historia. Sin embargo, existen otros que, aunque no se hayan normalizado de igual manera, también existen y también deben tratarse.

La erotofobia es ese tema del que muchos no se atreven a hablar: el miedo al sexo. Todos somos conscientes de que los encuentros íntimos en pareja son una importante fuente de refuerzo, sin embargo, muchas personas temen ese momento y prefieren, incluso, evitarlo o espaciarlo en el tiempo lo máximo posible.

¿En qué consiste?

Todos los miedos se viven de forma diferente dependiendo de la persona y este no es diferente al resto. La erotofobia aparece progresivamente: las inseguridades, las expectativas y todo lo que te cuentan va dándole forma. Asimismo, muchas veces surge cuando ya hemos mantenido nuestras primeras relaciones.

Las personas diagnosticadas con erotofobia sienten deseo sexual, el problema se produce cuando este deseo se convierte en una realidad y es hora de mantener encuentros íntimos.

A menudo, quienes padecen esta fobia sufren más de un miedo específico: miedo al fracaso, pánico al ridículo, creer que no vas a saber qué hacer, miedo a decepcionar a la otra persona, miedo al dolor o pánico al tener que mostrar tu cuerpo.

Este último es uno de los problemas más presentes en la sociedad  hoy en día. El miedo a la desnudez o no estar cómodos con nuestro cuerpo parece ser actualmente la principal causa para no querer mostrarlo o hacerlo de manera incómoda, sintiéndonos incluso vulnerables cuando nos exponemos.

Estos miedos pueden provenir de experiencias previas, de la educación recibida, de la pornografía o, en el caso del temor a enseñar partes íntimas, de inseguridades en la propia persona o de cánones estrictos a seguir.

Todos estos factores hacen que las personas que sufren erotofobia alarguen al máximo el momento de mantener relaciones sexuales o que cuando las mantienen, no disfruten y piensen todo el rato en cuándo acabarán. 

Cómo afrontarlo

Aunque resulte un tema muy difícil de tratar y muchas personas no hallen el modo de sentirse más cómodas a la hora de mantener relaciones sexuales, existe una serie de consejos que pueden ayudar, además de acudir a un experto que pueda tratar la situación.

Aprender a relajarse 

En estas situaciones es fundamental ser consciente del problema e intentar hablarlo con tu pareja o con la persona con la que vayas a mantener relaciones sexuales; siempre y cuando te sientas cómodo conversando al respecto.

Para que este temor desaparezca o se mitigue es necesaria la ayuda y el apoyo de la otra persona, que juega un papel muy importante. Lo ideal sería que pudiera ayudarte, ir poco a poco y enseñarte a disfrutar del acto.

Trabajar la seguridad

Si el hecho de acudir a un experto también te da fobia por miedo a afrontar la situación, para quitarse uno de los mayores miedos en la erotofobia como es enseñar partes íntimas, la seguridad en uno mismo es crucial.

Elimina los conceptos de 'cuerpos perfectos' y de cómo tienes que verte para gustarle a la otra persona. Cuanto más aprendas a verte a ti mismo, con las virtudes y defectos que todos tenemos, más aprenderás a dejar que otras personas te vean. El primer paso es siempre mirarse con los ojos con los que queremos que nos miren.

"Sexo perfecto"

Ni el sexo que ves en las películas es real, ni la pornografía, ni el que te cuentan tus amigos. Borra todas las ideas que tienes en la cabeza, que han tergiversado el concepto acerca de mantener relaciones.

Debemos revisar qué expectativas tenemos acerca del sexo, con qué referencias contamos, cuál es nuestra historia, si hemos mantenido antes relaciones, nuestras creencias, qué buscamos y qué no buscamos.

Para vivir un sexo placentero, lo más importante es derribar la desinformación aprendida, los mitos interiorizados y todos los prejuicios que convierten la experiencia sexual en algo temido.

No te obligues a tener sexo en un momento en el que no te sientas cómodo, porque eso puede aumentar tu fobia. Tómate tu tiempo y no caigas en la presión social que muchas veces nos obliga a dar el paso. Cuando estés listo, será el momento perfecto.

Las fobias generan un abanico de emociones y síntomas que dependen siempre de la persona que seamos o la época en la que estemos, es por ello que siempre se tiene que tratar el tema específicamente basándonos en la gravedad o en cómo nos sentamos al respecto. Acudir a un profesional es siempre la mejor opción.