El tai chi, el arte marcial chino que implica secuencias de movimientos extremadamente lentos, puede frenar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad de Parkinson durante varios años, según ha revelado un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry.
Esta afección —que la OMS define como una “afección cerebral que causa trastornos del movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas de salud”— no tiene cura, aunque existen diferentes tratamientos que pueden reducir los síntomas como la medicación, la cirugía o la rehabilitación.
No obstante, señalan los investigadores, hasta el momento, si bien los medicamentos pueden mejorar los síntomas clínicos, no tratan todas las manifestaciones de la enfermedad y tampoco existe una evidencia clara de que reduzcan su progresión.
En el caso del tai chi, numerosos estudios anteriores han demostrado que este arte marcial alivia los síntomas del Parkinson a corto plazo. En esta nueva investigación, los científicos han tratado de averiguar si estos beneficios se mantienen a largo plazo. Para ello, los investigadores monitorearon dos grupos de pacientes con la enfermedad durante más de cinco años: desde enero de 2016 hasta junio de 2021.
Por una parte, un grupo de 147 pacientes practicó tai chi dos veces por semana durante una hora, ayudados por monitores para que pudieran mejorar su técnica. El otro grupo, en cambio, continuó con su atención habitual, pero no practicó tai chi. Antes de comenzar el estudio, se evaluó la gravedad de la enfermedad de todos los participantes y la progresión de la enfermedad se monitoréo posteriormente en noviembre de 2019, octubre de 2020 y junio de 2021.
El resultado fue que la progresión de la enfermedad fue más lenta en todos los puntos de seguimiento en el grupo de tai chi. La evaluación se hizo a través de tres escalas validadas para evaluar los síntomas generales, el movimiento y el equilibrio. El número de pacientes que necesitaron aumentar su medicación en el grupo de control fue significativamente superior al del grupo de tai chi: 83,5% en 2019 y algo más del 96% en 2020 frente a 71% y 87,5%, respectivamente.
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Por otro lado, las caídas, los mareos y el dolor de espalda fueron los tres efectos secundarios más destacados por los participantes en el estudio, pero todos ellos fueron significativamente menores en el grupo de Tai Chi.
Una “mayor calidad de vida”
Al tratarse de un estudio observacional, los investigadores reconocen que no es posible establecer una relación causa-efecto. El número de participantes también fue relativamente pequeño y no fueron asignados aleatoriamente a su grupo. Sin embargo, consideran que el estudio ha demostrado que este arte marcial tiene un efecto beneficioso a largo plazo sobre la enfermedad, especialmente en la marcha, el equilibrio, los síntomas autonómicos y la cognición.
"La enfermedad de Parkinson puede empeorar la función motora y los síntomas no motores progresivamente con el tiempo, provocando discapacidad e influyendo en la calidad de vida. El efecto beneficioso a largo plazo sobre la enfermedad podría prolongar el tiempo sin discapacidad, dando lugar a una mayor calidad de vida, una menor carga para los cuidadores y un menor uso de medicamentos", concluyen los investigadores.