Manchas resistentes, agujeros inesperados, pelos de mascotas pegados... no son pocos los problemas que afectan nuestros tejidos a diario. Uno de ellos es la presencia de pelusas en la ropa. ¿Pero por qué aparecen? La pelusa se crea a partir de fibras textiles que se descomponen y se desprenden de la ropa debido al calor y la fricción. Se producen, habitualmente, por el uso diario o el lavado.
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Aunque tengamos un cuidado especial, aparecen naturalmente, sobre todo en tejidos como la lana. Descubre cómo evitarla o, por lo menos, limitar su aparición de forma efectiva y sin arruinarte.
Cómo evitarlo
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Lava la ropa al revés: preferiblemente con un ciclo suave y agua fría. El suavizante también puede ser de gran ayuda. En todo caso, fíjate en las instrucciones de lavado de cada prenda.
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Clasifica la ropa: el color influye. Si separas la ropa según sus tonos, puedes reducir la aparición de pelusas de otros colores.
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Cierra tus chaquetas: juntar botones o el zip de una chaqueta o de un vaquero evitará la fricción del tejido con elementos más duros.
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Reduce la mezcla y superposición de capas: la mezcla de tejidos es uno de los motivos de aparición de las pelusas.
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Mantener tu lavadora limpia: cuida el estado de tu lavadora, su mal estado o la suciedad acumulada puede contribuir a la formación de pelusas o incluso manchas.
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Revisa los bolsillos: servilletas, papeles y otros elementos olvidados pueden dejar manchas en la ropa. Asegúrate de que no se quede ninguno en los bolsillos de tus vaqueros o chaquetas.
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Seca tu ropa exteriormente: se reducirá la aparición por el efecto del aire, que ayudará a disipar los residuos sueltos.
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Limita el secado manual: la secadora puede propiciar su aparición si su ciclo es demasiado agresivo.
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Mejor detergente líquido: los detergentes en polvo pueden favorecer la fricción de la ropa al disolverse en la lavadora.
Cómo eliminarlas
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Los quitapelusas eléctricos o los rodillos: son las herramientas más útiles a la hora de eliminarlas, incluso en tejidos oscuros.
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Cinta adhesiva, velcro o estropajo: son otras opciones útiles aunque incompatibles con tejidos delicados con la seda, demasiado sensibles.
- Piedra pómez: siempre limpia, húmeda y aplicada con cuidado. Prueba asimismo con el lado abrasivo de una esponja. Sujeta el tejido con fuerza y frote suavemente uno de los productos sobre ella.
- Pinza depilatoria: si tienes más tiempo, la pinza tradicional puede ser una opción para retirar las pelusas una a una.
- Medias: pasa la mano por dentro y frota de arriba abajo con el nailon sobre la tela.
- En el congelador: coloca tu tejido en una bolsa y guárdala en el congelador durante una o dos horas. El frío del congelador fijará las fibras y evitará que se formen pelusas.