Persona trabajando mientas toma un café.

Persona trabajando mientas toma un café. Wirestock Freepik

Vivir

¿Aprovechas bien el tiempo? Estas son las claves para conseguir todo lo que te propongas

Este método no solo te ayudará a manejar eficientemente tu agenda, sino que también te dará la libertad de enfocarte en lo que realmente importa. 

8 diciembre, 2023 14:44

En el caos constante que supone la vida diaria, la gestión efectiva del tiempo se convierte en un arte esencial para mantener el equilibrio y la productividad. A menudo, nos encontramos abrumados por tareas interminables y proyectos que compiten por nuestra atención. 

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Sin embargo, es justo en esta vorágine cotidiana que las cuatro 'D' de la gestión del tiempo emergen como faros guía, ofreciéndonos un enfoque estructurado para evaluar y abordar nuestras responsabilidades diarias. 

Hacer (do): actuar ahora para avanzar

La primera D, hacer, impulsa la acción inmediata. Al adoptar una mentalidad de 'hacer ahora', nos enfrentamos directamente a tareas que pueden completarse en poco tiempo. Este enfoque es particularmente efectivo para actividades que no requieren una planificación extensa o que no deben postergarse. 

Imagina esa bandeja de entrada del correo electrónico que amenaza con desbordarse. Al aplicar el principio de "hacer", te comprometes a responder a los correos que pueden resolverse en minutos. Esta táctica no solo reduce la carga inmediata, sino que también te proporciona una sensación de logro instantáneo.

Diferir (defer): programar para un momento óptimo

La segunda D, diferir, implica reconocer que hay tareas más adecuadas para un momento futuro. Al asignar una tarea a un plazo específico, evitas el agobio innecesario y mantienes tu enfoque en las actividades actuales.

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Por ejemplo, si estás trabajando en un informe extenso pero recibes una solicitud urgente para una reunión, puedes diferir el trabajo en el informe y programarlo para más tarde en el día o incluso para la próxima jornada laboral. Este enfoque garantiza que cada tarea reciba la atención y el tiempo que merece.

Delegar (delegate): compartir responsabilidades para maximizar resultados

La tercera D delegar, reconoce la importancia de compartir la carga de trabajo. No todas las tareas requieren tu intervención directa, y delegar puede liberar tu tiempo para enfoques más estratégicos.

Si eres líder de un equipo, esto puede implicar asignar tareas a los miembros que posean las habilidades y recursos necesarios para llevarlas a cabo. Para aquellos que no tienen un equipo directo, la delegación puede manifestarse al pedir ayuda a amigos o familiares. Al delegar eficientemente, no solo distribuyes las responsabilidades, sino que también fomentas el crecimiento y desarrollo de quienes te rodean.

Eliminar (delete): liberar de lo no esencial

La última D, eliminar, es una herramienta poderosa para deshacerte de tareas o proyectos que no contribuyen significativamente a tus objetivos. A menudo, nos aferramos a compromisos innecesarios que consumen tiempo y energía.

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Antes de embarcarte en una nueva tarea, pregúntate a ti mismo: ¿es esencial para mis metas actuales? Si la respuesta es no, considera eliminarla de tu lista de tareas. Esta decisión no solo libera espacio mental, sino que también te permite concentrarte en lo que realmente importa.

Cómo aplicar las 4 D en la vida cotidiana

Ahora que ya conoces las cuatro 'd', el desafío se encuentra en cómo aplicarlo de manera efectiva en la vida cotidiana, pero aquí te dejamos unas estrategias que, seguro, te serán muy útiles. 

  • Prioriza con intención. Antes de comenzar tu día, identifica las tareas críticas y asigna cada una a su respectivo D. Esto establecerá un marco claro para tu jornada.

  • Establece plazos realistas. Al diferir tareas, establece plazos realistas para evitar acumular un exceso de responsabilidades pendientes.

  • Comunica y colabora. La delegación requiere una comunicación clara y una confianza en aquellos a quienes confías tus tareas. Aprende a trabajar en equipo para optimizar resultados.

  • Reevalúa constantemente. La efectividad radica en la adaptabilidad, así que debes reevaluar constantemente tus prioridades y ajustarlas según sea necesario en cada ocasión.