¿Tras apenas unas horas de aplicación el color de tu labial desaparece? Si este fenómeno te resulta familiar, ten en cuenta que no solo se debe a la calidad del producto utilizado, también influye el cuidado que aportas a esta zona de tu rostro.
[¿Qué puedes hacer si no te gusta el resultado de un tratamiento estético?]
"Si nuestros labios no están bien limpios e hidratados previamente sentirán la necesidad de hidratarse con el paso de las horas, y para ello, lo harán absorbiendo todos los productos cremosos que hayamos aplicado haciendo que el color y la textura de nuestro labial se seque y se queden pequeños pigmentos sueltos a modo de parches provocando un efecto antiestético y acartonado", explica Aura Serras, Directora de IS CLINICAL España.
Descubre, en palabras de la experta, qué rutina deberías seguir para que el color de tu labial aguante mucho más tiempo.
1. Exfolia tus labios
"Es importante exfoliar nuestros labios al menos una vez por semana, ya que ayuda a retirar las células muertas dejando la zona limpia de impurezas y revelando una piel más suave y uniforme", señala la experta.
2. Aplica un tratamiento
"Con el paso de los años la capa más superficial de los labios se debilita y aparecen pequeñas grietas y arrugas que dan un efecto envejecido a nuestros labios, por ello es importante utilizar un elixir súper hidratante y protector que, además dar una mejor apariencia a nuestros labios rellenando esas pequeñas arrugas aportando volumen y suavidad, los proteja de agentes externos ambientales causantes de la deshidratación", explica Aura Serras.
3. Cuidado con el permanente
"En caso de querer pintarlos, es importante elegir un buen lápiz labial que los hidrate a la vez. También es importante cambiarlo cada 6 meses, ya que el producto cosmético se deteriora con el paso del tiempo y que preferiblemente sea hipoalérgico, que no lleve colorantes ni conservantes, y que no sea de efecto duradero porque nos resecan los labios", afirma la experta.
4. Adiós a los malos hábitos
"Es fundamental beber mucha agua para mantener los labios hidratados en todo momento y evitar malos hábitos como fumar o tomar alimentos demasiado calientes. También la cafeína favorece la deshidratación por lo que debemos evitar su exceso lo máximo posible", añade la profesional.
"También una costumbre habitual, sobre todo cuando nos notamos los labios secos, es humedecérnoslos con saliva para quitarnos la sensación de tirantez. Debemos evitarlo y utilizar para ello bálsamos hidratantes, ya que este hábito fomenta la deshidratación, haciendo que la saliva se evapore rápidamente y dejando sobre los labios enzimas que los resecan e irritan más", puntualiza.
5. Protégelos de los rayos
"La piel de los labios es más delgada y delicada en comparación con la piel de otras áreas del cuerpo. Esto la hace más susceptible al daño causado por los rayos UV. La exposición prolongada al sol sin protección puede provocar sequedad, agrietamiento e incluso la aparición prematura de arrugas en los labios", concluye.