El número de casos de resfriados, gripes y otras enfermedades respiratorias está por las nubes en España. Y en muchas ocasiones estas afecciones vienen acompañadas de la congestión nasal, uno de los síntomas más molestos. Tener la nariz taponada o no parar de sonarte los mocos son algunos de los peajes que se cobra estar enfermo.
Para evitar esta desagradable situación (o al menos atajarla en parte), en los últimos tiempos ha surgido un aparato que se ha convertido en una solución popular: la neti pot o rinocornio. Se trata de un simple recipiente que está diseñado específicamente para eliminar los residuos o la mucosidad de la cavidad nasal.
La mecánica de una neti pot es bastante sencilla. Se llena el recipiente con una solución salina templada y se inclina la cabeza hacia un lado sobre un lavabo o fregadero. Después se inserta suavemente el pico de la neti pot en una fosa nasal, permitiendo que la solución fluya por la cavidad nasal y salga por la otra fosa nasal. Este proceso se repite con la cabeza inclinada hacia el otro lado.
Con este proceso, se elimina toda la suciedad atrapada, contribuyendo a que volvamos a respirar bien. No obstante, tal y como avisan desde Lifehacker, aunque parezca un proceso sencillo, al no estar acostumbrados y al no ser natural forzar la entrada de mucha agua por la nariz, es posible que necesitemos un poco de práctica al principio.
Una vez lo consigamos, esta limpieza puede tener varios beneficios entre los que se encuentran el alivio de los síntomas de alergia, la eliminación de la congestión o la mitigación de una infección respiratoria activa.
Además, según afirma el doctor Eric A. Mann, médico de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), se trata de un aparato completamente seguro y eficaz si se utiliza correctamente. Aunque advierte que es necesario aplicar una solución salada segura y resume en tres los tipos de agua que debemos usar:
- Agua destilada o esterilizada. Este tipo de agua podemos encontrarla en las farmacias o incluso en los supermercados.
- Agua de grifo hervida. Para garantizar la seguridad en su uso, deberemos hervir el agua de 3 a 5 minutos y dejar enfriar hasta que alcance una temperatura tibia. El agua previamente hervida se puede almacenar en un recipiente limpio y cerrado en un periodo de 24 horas.
- Agua filtrada. Esta es otra de las soluciones que podemos utilizar, aunque para ello tendremos que disponer de un dispositivo que esté específicamente diseñado para atrapar organismos potencialmente infecciosos.
Qué tener en cuenta
Adentrarse en el uso de la neti pot implica no solo adquirir el dispositivo, sino que también es necesario familiarizarse con su correcta aplicación. En este sentido, los tutoriales online pueden convertirse en unos buenos aliados para comprender cómo se usa adecuadamente. No obstante, la clave fundamental radica en tener paciencia.
A la hora de usar este aparato, según explica a Lifehacker Mas Takashima, otorrinolaringólogo del Hospital Metodista de Houston, hay que reconocer las señales que nos manda nuestro cuerpo. La incomodidad inicial es comprensible, pero cualquier sensación de dolor posterior es una alerta que no debe pasarse por alto.
Sentir la necesidad de ejercer una presión excesiva o simplemente experimentar malestar durante el proceso son señales inequívocas de que algo no está bien. En tales circunstancias, afirma Takashima, es imperativo detenerse de inmediato para evitar cualquier complicación adicional o lesión.
Una alternativa al neti pot tradicional, que consiste en una especie de tetera con forma de lámpara de Aladín, es el frasco exprimible, una opción que difiere en su método de aplicación. En lugar de verter la solución en la nariz, este dispositivo rocía la fosa nasal con un chorro controlado. Además, muchos kits funcionan con pilas, lo cual puede resultar más conveniente y práctico para muchas personas.