El teléfono móvil nos acompaña en todo momento, incluso, no podemos salir de casa sin él. Muchas veces es por seguridad, pero la realidad es que el teléfono nos salva de todo, momentos incómodos, aburridos, sirve como una fuente de información, pero también de comunicación.
Hay pocos momentos en los que podemos decir que no estamos pendientes del móvil. Tan pocos que hasta cuando vamos al baño, el dispositivo nos acompaña. Ya sea por breves instantes, o por largos minutos.
En este contexto, el autor Nir Eyal, experto en hábitos, concentración y comportamiento humano, supo describirlo muy bien. "Hay dos tipos de personas en el mundo, los que revisan su teléfono en el baño y los que mienten acerca de revisar su teléfono en el baño".
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Bien es cierto que hay ocasiones en las que se nos olvida completamente coger el teléfono, pero ya estamos sentados y no podemos levantarnos únicamente para eso —o sí—. En este caso, tenemos que recurrir a aquello que tenemos alrededor, como el prospecto de unas pastillas.
Sin embargo, resulta un acto involuntario coger el teléfono cada vez que acudimos al baño. Tan común es este comportamiento, que los españoles son los que más necesitan la tecnología en el baño, según una encuesta de NordVPN.
En España, casi el 80% de los encuestados dijeron que se entretienen con el teléfono en el retrete. Mientras que un 42% admitió que lo hace a menudo, el 12% dijo que solo lo hace algunas veces.
Lo cierto es que, este uso constante puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud. Siguiendo con la línea, dentro de la categoría de personas que usan el teléfono en el baño, podemos separarles en dos subgrupos: aquellos que tardan pocos segundos y quienes están un largo periodo en el baño.
No más de diez minutos
Si eres de los segundos y no quieres perder ese momento de desconexión, no te preocupes, todavía puedes pasar breves minutos sentado en el baño, pero sin sobrepasar el límite. Los expertos aseguran que no conviene dedicar más de diez minutos en promedio.
Quedarse sentado por largos periodos prolongados de tiempo podría provocar diversos problemas en la salud. Como las hemorroides, venas inflamadas o hinchadas en el área anal.
Es conocido que el inodoro, en sí, tiene un diseño perjudicial. Su forma nos obliga a tener una mala posición a la hora de ir al baño y puede provocar muchas enfermedades gastrointestinales.
Estas hemorroides (conocidas como almorranas) se dan por la combinación de estos factores, el agujero en el medio del inodoro y la presión que eso provoca, y los largos trascursos de tiempo que pasamos sentados en él.
Además de las hemorroides, el estar mucho tiempo sentados en el inodoro puede provocar fisuras anales, y en algunas ocasiones, incluso un prolapso rectal. Esto ocurre cuando parte del recto, que es la sección inferior del intestino grueso, se desliza hacia afuera.
El teléfono móvil nos hace perder la noción del tiempo, y cuando nos hemos dado cuenta llevamos más de 20 minutos sentados en el baño. Para ello, tenemos que ser conscientes y evitarlo.