Las primeras citas son oportunidades perfectas para conocer a alguien y llegar a formar una conexión que puede resultar única y diferente a todas las demás. Sin embargo, nunca son fáciles. Los nervios, las dudas y el miedo terminan por estar siempre presentes, y más, en una época donde las aplicaciones de citas son primordiales.
Tinder, Bumble, Badoo o Meetic han cambiado radicalmente la forma de conocer a las personas. Ahora, resulta mucho más fácil encontrar a alguien que se ajuste a aquello que exigimos, nos gusta o pedimos en una relación.
Pese a la facilidad que nos otorgan todas estas aplicaciones, también existen muchos riesgos. Las fotos pueden engañar, su personalidad era diferente por el chat o nosotros mismos no nos sentimos igual que nos sentíamos desde casa.
[El método 3-2-1 para mejorar las relaciones de pareja: una sencilla de rutina de solo 6 minutos]
Si lo que queremos es encontrar una relación significativa o conocer a alguien que vaya a aportarnos algo, termina por ser necesario correr todos los riesgos. Al final, los mensajes de texto siempre se acaban, y el momento de dar el paso se nos echa encima.
No todas las primeras citas son desastrosas. Muchas veces en tan solo unas horas creemos haber descubierto el amor de nuestra vida, no obstante, hay veces que desgraciadamente es al revés, y solo queremos volver a casa para borrar su número de teléfono.
Por eso, en las primeras citas debemos estar un pelín más alerta a los comportamientos. Esto no supone hacerle a la otra persona un examen a ver si aprueba, pero bien es cierto que hay signos de alarma que si suceden una vez, posiblemente ese examen no lo aprueben ni en cinco meses.
Las personas tienden a presentar su mejor versión inicialmente, por este motivo, si alguno de sus comportamientos nos llama la atención en un primer momento —o el día después, cuando analizamos la cita— es importante pararnos a pensar.
Estos comportamientos que en un primer momento activan nuestros sentidos, o quizás, el de nuestras personas más cercanas, tienden a empeorar y a volverse tóxicos con el tiempo, por lo que hay que saber frenar a tiempo.
No están presentes
Existen muchas formas de no estar presente en una cita, tanto cogiendo el móvil constantemente como si percibes que no está escuchando ninguna de las historias que le estás contando. Aunque parezca que sí.
Otra forma de no estar presente se manifiesta cuando esa persona está constantemente mirando a su alrededor. Si no te explican el motivo en ninguno de los casos, suele ser una mala señal.
Tímidas faltas de respeto
Todas las faltas de respeto son malas, sin embargo, no siempre se manifiestan en una primera cita. Por eso, aquellas que son tímidas, son de las que hay que estar pendientes.
Si es irrespetuoso con el camarero, con otras personas en el lugar o incluso, con personas que han pasado por su vida (como su ex) o personas que actualmente están en su vida (como su familia) es una señal de alerta muy grande. Es posible que en un tiempo determinado terminemos por ser nosotros los receptores de esa forma de ser.
Romanticismo excesivo
Las muestras de cariño nunca son algo negativo. Menos cuando son agresivas y excesivas en una primera cita. Si alguien se excede la primera vez que te conoce, muestra signos, incluso, obsesivos, es un comportamiento al que prestar atención.
Los afectos excesivos, regalos o cumplidos en un grado que no es normal en muchas ocasiones termina por ser una forma de manipulación. La otra persona quiere que la veas como la cita perfecta.
Este signo de alerta, depende del tipo de persona que seas, en un primer momento no llama la atención. Al final, terminas por caer en una falsa sensación de seguridad y la otra persona se aprovechará poco a poco de ello.
La manipulación también se relaciona con un concepto nuevo, el love bombing que consiste en un intento de influir en una persona mediante demostraciones de atención y afecto que desaparecen con el tiempo.
Haz caso al instinto
La señal de alerta más importante consiste en cómo te sientes. Algunos expertos, en este caso, recomiendan tomarte un descanso y acudir al baño para pensarlo. Si tienes un mal presentimiento, te sientes incómodo o simplemente, no quieres estar ahí, escapa de la situación.
Mucha de esta incomodidad en ocasiones se muestra en dolencias como el malestar o el dolor de tripa. Los nervios son normales, pero por lo general, cuando estamos cómodos desaparecen o se reducen considerablemente. Si percibes que tu cita está haciendo cosas que te están haciendo sentir incómodo, no es tu lugar.
Menciona mucho a su ex
La red flag más famosa de todos los tiempos. Es totalmente normal que dos personas hablen de sus relaciones pasadas y de como se han sentido, sin embargo, de manera excesiva o incluso con faltas de respeto, es una señal de alarma.
Si les describen como personas horribles y con toda la culpa del fracaso de la relación, son señales que prácticamente gritan que esa persona no puede asumir responsabilidades.
Celos antes de tiempo
Los celos son algo habitual en relaciones, siempre y cuando sean controlados y corrientes. Sin embargo, cuando una persona que te acaba de conocer quiere conocer y estar pendiente de todo lo que ocurre en tu vida, resulta extraño.
Si nos gusta mucho esa persona, en un primer momento lo vemos como algo romántico, alejado de comportamientos tóxicos. Lo cierto es que está lejos de ser algo sentimental, si no que posiblemente con el tiempo esos 'celos graciosos' serán problemas en un futuro.
Incomodidad con las diferentes opiniones
Es imposible que las personas piensen igual que nosotros. Sin embargo, hay muchas de ellas que parece que les sienta mal que exista la diversidad de opiniones. Si tu cita no respeta que tus ideas sean diferentes, presta atención si quieres volver a repetir el encuentro.
De hecho, lo que hace perfecta una primera cita es que te sientas cómodo siendo tú mismo y expresando tus opiniones. Si en un primer momento, sientes que la otra persona te está juzgando e incluso, se enfada, con el paso del tiempo será peor.
La búsqueda constante de la intimidad
La intimidad es parte de las relaciones. De hecho, muchas personas buscan únicamente eso y no una relación estable. Si le has dejado claro a tu cita que no quieres llegar más allá en esa ocasión, y continúa con la idea, vete de ahí.
Si no quieres acudir a su casa, pero sigue proponiéndolo, o si no quieres quedar en un sitio apartado, pero organiza la cita ahí, son señales pequeñas que están constantemente presentes y no son buenas.
¿Te deja hablar o solo espera que calles?
En una cita, es imprescindible que las dos personas se conozcan. Por ello, si no te deja hablar, solo habla él o ella, es una señal a tener en cuenta si quieres seguir quedando con esa persona.
Bien es cierto que esta señal no supone que sea una mala persona, o que vaya a ser una relación horrible. Si no que, posiblemente, no sea lo que estás buscando.