Este es el ejercicio que aconsejan los psicólogos para frenar el estrés en tan solo dos minutos

El rápido ritmo de vida actual propicia el estrés y la ansiedad. No paramos ni un minuto y llegamos a la noche con el cortisol en niveles muy elevados.

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Los expertos en Psicología, preocupados por la avalancha de pacientes que llegan a sus consultas, nos previenen de ese desgaste mental y físico, que pueden llegar a crear ataques de pánico y colapsos nerviosos.

Según informan desde la Clínica Mayo, publicado en Infobae “algunas personas utilizan el término colapso nervioso para describir una situación estresante en la que las exigencias de la vida resultan física y emocionalmente abrumadoras”, aspectos que afectan “la capacidad de una persona para satisfacer sus propias necesidades y realizar tareas y actividades cotidianas. El término se utilizaba con frecuencia en el pasado, pero los profesionales de la salud mental ya no lo usan”.

Para Gabriela Martínez Castro, psicóloga especialista en trastornos de la ansiedad y directora de Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), el “colapso nervioso tiene que ver con una situación que vive la persona a nivel mental, producto de una o varias situaciones muy estresantes. Esto provoca mucha sensación de nerviosismo, de desamparo, de estar sumamente vulnerable. La persona siente que no está pudiendo cumplir son sus tareas cotidianas”, asegura a Infobae.

Son muchos los estudios que se han llevado a cabo al respecto. Entre ellos, el coordinado por el Laboratorio de Neuroendocrinología de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, que nos recuerda que los efectos del estrés sobre el cerebro son más serios de lo que podamos pensar. Y además, se perpetúan en el tiempo”.

Según los expertos, el estrés crónico debilita el sistema inmune, lo que hace más susceptible a enfermedades. Una de las patologías que suelen aparecer cuando las personas colapsan mentalmente es el trastorno por ansiedad generalizada que puede ir acompañado de taquicardias, sudoración, temblores, mareos, problemas gastrointestinales, insomnio o hipersomnia, cambios en el apetito, dificultades de atención, memoria y concentración y en casos más graves, ataques de pánico.

Respecto a esta última, los expertos en salud aseguran que una buena solución, cuando aparecen los momentos de estrés a lo largo del día, sería realizar algo tan sencillo como prestar atención a la respiración.

Dos minutos son suficientes para proporcionar un alivio inmediato y contribuir a mejorar el bienestar emocional y mental a lo largo del día.