El momento en el que se cae un vaso de cristal, un jarrón o una bombilla podría estar en el pódium de circunstancias no deseadas en casa. Que se derrame la leche, se caiga el bol de cereales o se manche la encimera, no supone el enfado de los cristales rotos en el suelo.
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La dificultad de limpiar cada trozo, buscar los más pequeños entre las baldosas y barrer sin cesar para que no quede ninguno hacen de la situación una montaña de arena. Lo peor: siempre quedará un pequeño fragmento que perforará nuestro pie una semana después del incidente.
Ya no solo somos nosotros, los más pequeños de la casa, las visitas o incluso, nuestras mascotas pueden sufrir un percance si uno de esos cristales se clava en la piel. Por muy pequeño que sea.
Sin embargo, hay una buena noticia y es que aunque hayas derribado un espejo entero, existen diversos trucos para limpiar los vidrios rotos de manera efectiva minimizar el riesgo de peligro.
Lo primero es lo primero
No es ninguna novedad: lo primero que tenemos que hacer es recoger los fragmentos de vidrio más grandes con mucho cuidado. Deja los más pequeños para los siguientes pasos, es muy fácil cortarse si agarramos uno de ellos.
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Evita que otras personas entren en el lugar que compliquen la limpieza o peor, que acaben accidentados. Los fragmentos pueden acabar hundidos en la alfombra o en la tapicería, en este caso, lo más recomendable es sacudirla en un sitio alejado.
En cuanto a nuestra vestimenta, es fundamental intentar usar zapatos cerrados y, si los tenemos a mano, unos guantes serían perfectos. En este punto, no deberíamos arrodillarnos en el suelo para recoger los trozos, por muy debajo de la encimera que estén.
Evita la aspiradora, usa un cepillo
Cuando nos encontramos con la situación de todos los vidrios en el suelo, resulta tentador pensar en aspirarlos todos, para no dejar rastro y limpiarlo lo más rápido posible. Sin embargo, a no ser que sea un modelo adecuado, aspirar los cristales puede romper la máquina o estropearla.
Si algún fragmento de vidrio se queda en la manguera de la aspiradora, puede volver a caer cuando esta se apague. Al utilizar esta máquina estamos corriendo el riesgo de que se atasquen pequeños vidrios que podrían salir más tarde.
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Si usas una aspiradora, cubre la manguera con una media, una servilleta fina o un calcetín. El aire succionará y recolectará los fragmentos de vidrio, y luego podremos descartar cuidadosamente la media cubierta de vidrios.
¿Cuál es el mejor aliado en este caso? Una escoba con cerdas duras. Empleando movimientos cortos y eficientes para evitar que las piezas se dispersen, lograremos un resultado óptimo, que mejorará con los siguientes objetos.
Papel mojado
Cuando hemos recogido los trozos de cristal más visibles, tenemos que pasar a aquellos más pequeños. En este punto la situación se complica, sin embargo, el papel mojado será nuestro salvador.
Debemos colocar tres hojas de toalla de papel o servilletas en capas y doblarlas para que la forma coja grosor y ninguno de los fragmentos atraviese la tela. El siguiente paso es humedecer el papel y presionarlo sobre los fragmentos de vidrio.
Todos los trozos, incluso aquellos que no veíamos a simple vista, se pegarán al papel y podremos desecharlos fácilmente. Para todos estos trucos, otro objeto que puede ayudarnos es una linterna, bien la del móvil o cualquiera que tengamos por casa.
Un poco de pan o patatas
Aunque parezca una locura, estos alimentos pueden ayudarnos a recoger en profundidad los cristales rotos. Ambos funcionan igual que el papel humedecido, en la rebanada de pan se pegarán todos los fragmentos.
En el caso de la patata, lo que tenemos que hacer es cortarla por la mitad para exponer la pulpa interior, que es donde quedarán los pedazos de vidrio. Debemos presionar el lado cortado sobre los fragmentos y se recogerán con mucha facilidad. En ambos casos, hay que tirar el alimento a la basura.
El rodillo para las pelusas
En nuestro día a día, el rodillo para las pelusas es un perfecto compañero. No solo nos ayuda a quitar el pelo de nuestras mascotas, ahora también nos servirá para recoger el vaso roto del suelo.
Su fuerte adhesivo hará mejor el trabajo de recoger el cristal. Este paso puede ayudarnos a limpiar por completo la zona, ya que los fragmentos más diminutos se quedarán en el pegamento.
Si no tienes ningún rodillo por casa, no te preocupes porque la cinta adhesiva funciona igual de bien. Para ello, la forma más rápida y efectiva es envolver parte de nuestra mano con la cinta y presionarla sobre las piezas de vidrio.