El abrazo es una de las formas más simples y poderosas de conexión humana. Desde tiempos inmemorables ha sido una expresión universal de transmitir amor, paz, consuelo y apoyo.
Es un acto sencillamente necesario que se vio atentado durante la pandemia de la COVID-19, por lo que la vuelta desde hace ya más de un año a la normalidad ha hecho que cobre más importancia y reconocimiento que nunca. No debemos olvidar que el aislamiento social aumenta alrededor de un 30% el riesgo de mortalidad.
Pese a percibirse de forma errónea como un acto sin trascendencia, tiene un trasfondo mucho más interesante de lo que se puede apreciar. Un estudio publicado por Sage Journals evidenciaba que las personas que recibían abrazos diariamente o la gran mayoría de los días tuvieron vidas más longevas en comparación con las personas que no habían tenido contacto físico.
Según el Instituto Europeo de Psicología Positiva estos son algunos de los beneficios de dar o recibir un abrazo:
- Alivia el estrés, la ansiedad y depresión
- Ayuda a gestionar los problemas de insomnio
- Reduce la presión arterial
- Reduce los dolores menstruales
- Disminuye los dolores de cabeza
Se ha demostrado que recibir entre 8 y 12 abrazos diarios puede aumentar los niveles de oxitocina.
¿Qué es la oxitocina u 'hormona del amor'?
La oxitocina es una hormona y neurotransmisor producido en el hipotálamo, una parte del cerebro, y se libera por la glándula pituitaria posterior. Es conocida como la 'hormona del amor' u 'hormona del vínculo' debido a su contribución de la unión social, la empatía y la conexión emocional entre individuos.
Esta hormona realiza importantes tareas como la gestión de los comportamientos sociales en los que aparece la generosidad y la confianza. También cumple funciones ansiolíticas, siendo capaz de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Por último, y muy interesante de conocer si va a dar a luz en breve o conoce a alguien que vaya a hacerlo es que la oxitocina además de estimular la liberación de la leche durante el periodo de lactancia, ayuda a promover las contracciones uterinas, facilitando el proceso de nacimiento.