Se dice siempre que 'la primavera, la sangre altera' y es que el Día Internacional de la Felicidad coincide con el inicio de la estación más bonita del año. Este día celebrado cada 20 de marzo, se ha convertido en una fecha emblemática en el calendario global, instaurada por las Naciones Unidas en 2013.
Se dedica a reconocer la importancia de la felicidad en la vida de las personas alrededor del mundo y cómo estas dimensiones afectan no solo a individuos, sino a las sociedades en su conjunto.
Origen de la celebración
La iniciativa de celebrar el Día de la Felicidad surgió del reconocimiento de que la búsqueda de la felicidad es un objetivo fundamental de la humanidad. Este concepto se ve reflejado en el preámbulo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que menciona la búsqueda de la felicidad como un derecho inalienable.
Sin embargo, el reconocimiento oficial de un día internacional dedicado a la felicidad fue propuesto por primera vez por el Reino de Bután, un pequeño país en el Himalaya que ha priorizado la felicidad de sus ciudadanos sobre indicadores económicos tradicionales.
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El reino más feliz del mundo y un sistema curioso
Bután ha sido pionero en el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB) como medida del desarrollo y el progreso. A diferencia del Producto Interno Bruto (PIB), que mide el éxito económico, la FNB se enfoca en el bienestar psicológico, la salud, la educación, y la calidad del medio ambiente, entre otros factores.
Esta innovadora aproximación ha inspirado a otras naciones y organizaciones a considerar la felicidad y el bienestar como indicadores esenciales del desarrollo humano.
Un algoritmo global
La celebración del Día de la Felicidad se ha extendido a nivel mundial, con eventos, actividades y campañas que promueven prácticas y estilos de vida que contribuyen al bienestar.
Desde meditaciones masivas y clases de yoga, hasta conferencias y talleres sobre la felicidad y el bienestar, este día ofrece una oportunidad para que personas de todas las edades y culturas se unan en la búsqueda común de este estado de ánimo.
En el ámbito educativo, algunas escuelas incorporan actividades relacionadas con la felicidad y el bienestar, reconociendo la importancia de estas dimensiones en el desarrollo integral de los niños y jóvenes.
Empresas e instituciones también participan en este día, promoviendo un ambiente de trabajo positivo y prácticas que mejoren la satisfacción laboral y la calidad de vida de sus empleados.
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Las redes sociales juegan un papel crucial en la difusión del Día de la Felicidad, permitiendo que personas de distintas partes del mundo compartan sus experiencias, reflexiones y acciones que contribuyen a su felicidad y la de los demás. Este intercambio global de ideas y prácticas enriquece la comprensión colectiva de lo que significa ser feliz y cómo alcanzar la felicidad en diversas circunstancias.
Esta festividad también sirve como un recordatorio de los retos globales que enfrentamos, incluyendo la pobreza, la desigualdad, y el cambio climático, que afectan significativamente al bienestar de las poblaciones. Este día nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras acciones y decisiones pueden contribuir a un mundo más justo, equitativo y sostenible, donde la felicidad y el bienestar sean accesibles para todos.