Las guerras que más difíciles son de ganar, sin duda alguna, son las que tenemos con nuestros vecinos dentro de nuestra comunidad. Decidir si tenemos que pagar una derrama del garaje, repartir quién tiene que buscar a la empresa que nos haga una pequeña 'chapuza' o incluso empezar a marcar cuándo y cómo abrimos la piscina en verano pueden ser sinónimo de bronca.
Y es que la época estival suele ser un momento muy propicio para tener conflictos. El buen tiempo hace que salgamos a la calle, pero también al jardín y a las zonas comunes. Lógicamente, queremos hacer uso de ellas, pero a veces no sabemos dónde están los límites que nos permite la ley. Ese es el momento en el que cometemos infracciones.
Otra de las grandes trifulcas que se suelen producir cuando empieza a hacer calor está relacionada con los toldos. El sol pega en nuestras ventanas y algunas personas quieren cubrirlas con estas tradicionales telas que cubren las fachadas mediante un sencillo mecanismo. Sin embargo, en este caso, tiene que ser la comunidad de vecinos quien nos dé el visto bueno.
¿Quién decide sobre los toldos?
Aunque muchas personas no lo crean, las comunidades de vecinos tienen potestad para tomar decisiones muy importantes sobre cuestiones que afecten a nuestras casas o a nuestros pisos. Ellos pueden decidir si tenemos ciertos derechos y libertades o si los coartan.
Uno de los más importantes, y que sale a relucir especialmente cada verano, es el de poder poner toldo en nuestras casas. Aunque pensemos que eso solo afecta a nuestros intereses, lo cierto es que no es así. La comunidad de vecinos puede decidir si ponemos un toldo cubriendo nuestra terraza o no.
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Esto es así porque este tipo de dispositivos tienen que guardar la estética de la fachada. Se trata de un elemento que puede alterar la imagen del edificio y, por lo tanto, todo el mundo debe estar en consonancia. Así pues, no podemos cambiar nuestro toldo y poner uno diferente al resto si no se aprueba en junta con los demás vecinos.
Cuando una persona quiere hacer un cambio de este tipo tiene que proponerlo en una reunión de la comunidad. Pero si no recibe el visto bueno y la aprobación, no podrá realizar modificaciones. Este es el motivo por el que en muchas comunidades todos los toldos tienen el mismo color y diseño, creando un mosaico único y homogéneo.
Barbacoas y piscinas
Los veranos siempre son momentos de intensos debates en las comunidades de vecino. Uno de los más habituales es la realización de barbacoas, ya que con la llegada del calor y el buen tiempo apetece comer fuera, disfrutando de unas carnes o verduras a la brasa mientras los rayos de sol nos ponen morenos.
Sin embargo, nuestra comunidad de vecinos puede prohibirnos este pequeño placer. Eso sí, no sucede como con los toldos, ya que aquí la Ley de Propiedad Horizontal sí nos ampara. Lo cierto es que en los estatutos de algunas comunidades de vecinos sí aparece de manera expresa esta prohibición.
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Incluso las normativas locales para evitar incendios también podrían prohibirnos realizar barbacoas en nuestra terraza privada. Algo similar pasa con las piscinas, ya que en zonas donde castiga la sequía, las autoridades podrían prohibirnos el uso de las nuestras.
No obstante, aquí lo más frecuente es que sea la comunidad de vecinos la que prohíba usar la piscina a aquellos propietarios que no están al corriente de pago o que tienen alguna deuda. Así se recoge en la Ley de Propiedad Horizontal, en la parte en la que se indica que "la junta de propietarios podrá acordar medidas disuasorias frente a la morosidad". Estas decisiones suelen ser temporales y hasta que la situación del vecino en cuestión se regularice.