Un bloque de hielo en el frigorifico.

Un bloque de hielo en el frigorifico. iStock

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Bloque de hielo en la nevera: por qué se forma y cómo solucionarlo fácilmente

Esta acumulación de hielo es más que una molestia; es una señal de que algo no está funcionando correctamente en tu electrodoméstico.

7 septiembre, 2024 08:34

Aunque hay quienes piensan que es normal que haya un bloque de hielo en el fondo de la nevera, la realidad es que no es así. Se trata de una anomalía que indica que la nevera tiene un problema, el cual deriva en un mayor consumo energético y que, con el paso del tiempo, puede derivar en una sobrecarga y una avería del electrodoméstico, por lo que una vez detectado, conviene actuar con rapidez para evitar que el problema se pueda agravar.

El motivo por el que se forma hielo en la nevera es sencillo, y es porque genera más frío del que debería. Cuando el motor trabaja de manera excesiva, la parte que enfría el espacio de los alimentos, que es la pared del fondo, se congela, y si no se soluciona este problema, provocará que existe un rendimiento excesivo por parte del aparato, haciendo que la capa de hielo vaya creciendo poco a poco hasta convertirse en un gran bloque de hielo.

Por lo general, la nevera necesita trabajar más de lo normal cuando se filtra aire procedente del exterior a temperatura ambiente, es decir, cuando el aire frío que tiene en su interior se escapa hacia el exterior, un problema que puede venir dado por alguna deficiencia en la goma de la puerta o porque esta no cierre bien.

En ocasiones la razón es evidente, como cuando se comprueba que la nevera no cierra correctamente, pero en otras puede no resultar tan obvio, sobre todo cuando guarda relación con el imán que mantiene la puerta cerrada o porque hay algún tipo de deficiencia en la goma que sella el frigorífico.

Dado el caso de que se haya formado un bloque de hielo en la nevera, lo más indicado es que se consuman con la mayor rapidez posible los alimentos que se puedan estropear, para luego dejar descongelar la nevera durante varias horas, dejando la puerta bien abierta. Al hacerlo hay que tener cuidado, puesto que el deshielo provocará derrames de agua, siendo conveniente, por tanto, colocar una toalla o similar que sirva para la absorción del líquido.

Una vez que se haya descongelado, será el momento de solucionar el problema que haya causado la aparición del bloque de hielo. Si se trata de un problema con la goma, es probable que sea necesario cambiarla o llamar a un profesional que se encargue de esta labor, y si haces caso omiso de las señales y decides continuar utilizándola con normalidad, te encontrarás con una nevera que cada vez consume mayor energía eléctrica y que irá acortando su vida útil, haciendo mucho más probable que sufra una avería.

Las averías más frecuentes de la nevera

Las neveras pueden presentar una gran cantidad y variedad de problemas y averías, sobre todo cuando no se hace un mantenimiento adecuado de las mismas. Algunas de las más frecuentes son las siguientes:

Formación de hielo

Uno de los problemas más habituales es la formación de hielo en las paredes del aparato o los propios alimentos, y más allá de poder acabar con el bloque de hielo según las indicaciones ya mencionadas, se recomienda comprobar que el termostato no está regulado demasiado frío, asegurarse de que no hay productos pegados en la pared del fondo del frigorífico, y ordenar bien los alimentos y envases.

En el caso de que se forme hielo en el congelador, revisa si has dejado la puerta abierta demasiado tiempo o si presenta problemas de ajustes con la goma. Asimismo, se recomienda descongelar el congelador por completo un par de veces al año.

Fallo de funcionamiento

Si te encuentras con que, de repente, ha dejado de funcionar la nevera, sin un motivo aparente, es necesario hacer una serie de comprobaciones, empezando por ver si está bien enchufado y si el cable que conecta a la corriente eléctrica se encuentra en óptimas condiciones. También habrá que verificar que el termostato esté encendido y a la temperatura correcta.

De igual modo, habrá que verificar si el problema viene de la bombilla interior y, si todo está correcto, asegúrate de que no ha habido un corte de luz. Si sigue sin funcionar, lo más aconsejable es llamar al servicio de asistencia técnica.

La luz del frigorífico no funciona

Un fallo común es el de que haya fallos en la luz del frigorífico, para lo cual habrá que comprobar si la puerta ha estado demasiado tiempo abierta o si el interruptor que la activa se encuentra atascado.

Si el problema persiste, habrá que tratar de cambiar la bombilla por una nueva, siendo suficiente con retirar la tapa que protege la lámpara, para quitar la bombilla antigua e incorporar la nueva. No obstante, si la luz es LED, conviene que la sustitución la haga un profesional del servicio técnico.

Agua acumulada

En ocasiones se produce una acumulación de agua en el fondo de la nevera, puesto que el agua descongelada se elimina a través de un orificio de desagüe que se conecta a un espacio de la parte trasera del frigorífico.

Si existen problemas de drenaje, uno de los problemas que pueden ocurrir es que se acumule en el interior del electrodoméstico, sobre todo en el fondo o la caja de las verduras. En este tipo de casos, se recomienda verificar si algún alimento o envase bloquea este orificio, además de limpiarlo de forma regular y retirar todos los residuos. También sería conveniente agregar agua tibia y detergente en el orificio.