Aunque es habitual que no se les preste demasiada atención, es imprescindible lavar las almohadas para el adecuado cuidado del hogar, de forma que se pueda favorecer el disfrutar de un ambiente de descanso que sea confortable e higiénico. Dado que es posible que te encuentres con ciertas dificultades para ello, debes conocer el sencillo truco que usan los hoteles para limpiar almohadas y que queden como nuevas.

Hay que ser consciente que, con el paso del tiempo y el propio uso, las almohadas pueden acumular polvo, sudor y otra suciedad y residuos que pueden provocar la decoloración de las mismas, pero al mismo tiempo ser un lugar idóneo para la proliferación de ácaros y bacterias. Por lo tanto, conviene su limpieza regular para proteger la salud.

En el caso de las almohadas de algodón, plumas o sintéticas, se recomienda retirar la funda protectora y lavarlas en la lavadora usando un ciclo de agua caliente y un segundo lavado, usando detergente, y si se desea, usando un producto blanqueador para una mejor limpieza.

El truco que usan los hoteles a la hora de lavar las almohadas de plumas pasa por introducir 2-3 pelotas de tenis en el tambor de la lavadora, gracias a lo cual se consigue evitar que el relleno de las mismas se llegue a apelmazar. Tras el lavado se deben dejar en la secadora con las mismas pelotas de tenis envueltas en medias para que así no pierdan su forma. También se pueden dejar secas en una posición horizontal.

Por su parte, las almohadas de espuma viscoelástica requieren de un cuidado especial, por lo que habrá que proceder a lavarlas a mano usando un detergente suave y agua, sin que se sumerjan por completo para evitar que el material se pueda llegar a dañar. Cuando ya estén limpias, habrá que dejarlas secar al aire libre, preferiblemente en la sombra, evitando la incidencia directa de los rayos del sol. Siguiendo este proceso, se puede aumentar la vida útil de las almohadas, además de contribuir a conseguir disfrutar de un sueño más placentero y reparador.

Por último, hay que hablar de las almohadas de látex, las cuales nunca deben ser introducidas en la lavadora, sino que deben ser lavadas a mano y utilizando agua fría. Tampoco se debe frotar sobre ellas, dado que al hacerlo se podría dañar notablemente el material. No se deben dejar demasiado tiempo sumergidas en el agua, mientras que a la hora del secado conviene dejarla al aire libre y en una posición horizontal para que mantenga su forma.

Trucos para blanquear y desinfectar las almohadas

Existen diferentes trucos que se pueden utilizar para blanquear y desinfectar las almohadas, un proceso que debería realizarse al menos una vez al mes para que se mantengan en las mejores condiciones y favorecer un buen descanso, además de evitar problemas de salud.

Aunque se utilice una funda protectora, es inevitable que, en algún momento, comiencen a aparecer manchas oscuras e incluso olores desagradables que pueden llevar a pensar en desecharlas y cambiarlas por unas nuevas. Sin embargo, para no tener que recurrir a ello o al menos alargarlo, existen una serie de trucos para blanquear las almohadas y que estén desinfectadas:

  • Bicarbonato de sodio y vinagre: utilizando una combinación de 80 gramos de bicarbonato de sodio con media taza de vinagre blanco (125 ml), se puede elaborar un producto totalmente natural que es ideal para blanquear y suavizar las telas de las almohadas. Estos ingredientes poseen propiedades antibacterianas al mismo tiempo que ayudan a eliminar las manchas de sudor y mugre. Para ponerlo en práctica debes colocar las almohadas en la lavadora y, una vez que estén cubiertas por el agua, añadir el bicarbonato de sodio y el vinagre, dejando que se complete el ciclo de lavado. Cuando haya llegado a su fin, se pueden dejar secar al sol.
  • Agua caliente y jugo de limón: el jugo de limón es uno de los productos naturales que ofrece una mayor capacidad desinfectante y antibacteriana, por lo que es un gran aliado para dejar las almohadas impecables y frescas, todo ello gracias a su jugo cítrico con actividad antifúngica. En este caso hay que poner a calentar el agua hasta que llegue a ebullición, momento en el que se agregará el jugo de seis limones frescos. A continuación, se debe sumergir con cuidado la almohada hasta que quede completamente cubierta, añadiendo más agua si es necesario, y dejándola en remojo durante dos horas. Pasado este tiempo, habrá que lavarla con el detergente habitual.
  • Bicarbonato de sodio y aceite esencial de árbol de té: combinando media taza de bicarbonato de sodio (80 gramos) con 10 gotas de aceite esencial de árbol de té, es posible cuidar las almohadas, removiendo hongos, ácaros y bacterias. Para este remedio se debe verter el bicarbonato de sodio en un recipiente, en el que se mezcla con el aceite esencial de árbol de té, mezclando para conseguir una mezcla homogénea, que tendrá que ser esparcida sobre la almohada y dejar que actúe durante 45 minutos. Pasado este tiempo, hay que frotar los restos con el cepillo y retirar los excesos.

Estas son tres opciones diferentes para poder conseguir unas almohadas más blancas y desinfectadas, de forma que se encuentren en un estado perfecto para poder disfrutar de un buen descanso y reducir las posibilidades de sufrir algún tipo de problema de salud relacionado con la presencia de bacterias o ácaros.