El mercado inmobiliario sigue encontrándose en una situación un tanto compleja, con algunas ciudades del país en las que resulta realmente complicado poder acceder al alquiler de un piso ante la gran demanda existente y la proliferación de los alquileres vacacionales.
Si esto ya parecía un problema, lo es aún más teniendo en cuenta que ha comenzado a ponerse en práctica una condición que imponen las inmobiliarias para que los usuarios puedan acceder a visitar una vivienda en la que se encuentran interesadas, y que consiste en cobrar las visitas para alquilar un piso.
Un reciente anuncio publicado en el conocido portal Idealista, mostraba que en un local de Badalona se indicaba que se cobraría la visita a 9,90 euros, un hecho que ha generado una gran indignación en las redes sociales, llegando a provocar incluso la retirada del anuncio del mencionado portal.
Ante esta situación, hay muchos ciudadanos que se preguntan si es posible cobrar las visitas para alquilar un piso o si, por el contrario, se trata de una práctica ilegal. Aunque no existe una normativa específica que permita o prohíba de una forma explícita este tipo de cobro, principalmente porque no se había planteado ni siquiera esta posibilidad con anterioridad, las agencias inmobiliarias pueden tratar de justificarlo como un servicio adicional.
En este tipo de situaciones, es necesario que los potenciales compradores o inquilinos, estén informados con anterioridad, además de que deben asegurarse de que este cobro por la visita se encuentre especificado de una forma clara en los términos y condiciones del servicio que ofrece la agencia.
Sin embargo, algunos expertos aseguran que se trata de una práctica irregular, pues la nueva ley de vivienda establece que los gastos de gestión y formalización corresponden al arrendador. Cabe tener en cuenta que esto sucede en lo que respecta al arrendamiento, mientras que, si es una operación de compraventa, no existe una legislación que lo regule, por lo que la agencia inmobiliaria puede realizar este cobro sin que haya ningún inconveniente para ello.
Sin embargo, en el caso de que este cobro sea considerado abusivo o no esté suficientemente justificado, se podría denunciar ante las autoridades de consumo, y esto podría derivar en reclamaciones hacia la agencia inmobiliaria.
Para el propietario de un inmueble, puede parecer que a priori por parte de la agencia inmobiliaria para todos aquellos interesados en alquilar la vivienda puede ser una buena forma de hacer un filtrado de esas personas interesadas en residir en el inmueble, evitando la visita de otras que realmente solo son curiosos. De esta forma, se entiende que, pagando una pequeña cuantía, como unos 10 euros, demuestran responsabilidad para vivir en ese inmueble.
Sin embargo, este cobro puede ser contraproducente, puesto que cobrar dinero por una visita para alquilar puede tener un efecto contrario al deseado, y es que puede ahuyentar a posibles interesados, que además de poder mostrar su indignación, pueden desconfiar y pensar que la inmobiliaria trata de conseguir más visitas de lo que debería con el único fin de generar más ingresos, incluso ya teniendo decidido a quién se lo van a alquilar, e incluso que ni siquiera tengan intención de arrendar el inmueble.
Compraventa, menos tensionada que el alquiler
Si una agencia inmobiliaria contemplase la posibilidad de cobrar las visitas por vender un piso, que es una práctica que en algunos lugares se producen, pueden crecer las posibilidades de que la vivienda no se venda. Esto podría acabar derivando en que el propietario se acabe viendo obligado a bajar el precio total, lo que puede no compensar por el cobro de la visita.
Además, hay que recordar el hecho ya mencionado de que se trata de una práctica que puede generar desconfianza en el comprador, a lo que hay que sumar que el mercado de compraventa de viviendas aún no está tan tensionado como el del alquiler. Si un piso se anuncia y se cobran las visitas, irán menos personas a verlo y, por tanto, tendrá menos posibilidades de venderse. Solo aquellos verdaderos interesados, si los hubiera, y que por sus fotos tuviesen muy claro que puede ser lo que están buscando, podrían considerar la visita del inmueble.
Todo ello provoca que, por parte del vendedor, no interesa que la inmobiliaria cobre nada al comprador, y es que, en muchas ocasiones, la falta de interesados en una vivienda, viene provocado por una mala gestión por parte de la agencia encargada de su venta.
No es una práctica común
Los expertos coinciden a la hora de asegurar que es poco común cobrar las visitas para alquilar un piso, y que al mismo tiempo puede ser muy contraproducente, puesto que, si un comprador está dudando entre elegir entre varios inmuebles, es posible que acabe descartando ese inmueble en el que se le pretende cobrar tan solo por su visita.
A pesar de que no es algo habitual, podríamos encontrarnos con que en un futuro cercano comience a ser una práctica más frecuente, con lo que ello puede suponer dentro de un mercado inmobiliario en el que cada vez es más complicado poder acceder a una nueva vivienda por el elevado coste de las mismas, sobre todo en lo referente al alquiler en determinadas urbes españolas. En cualquier caso, si se convierte en una práctica habitual, podría ser necesaria su regulación específica.