Publicada
Actualizada

Para muchas personas el hacer la colada se convierte en una tarea tediosa, sobre todo cuando no se consiguen los resultados esperados. Sin embargo, existen muchos consejos y trucos caseros que se pueden aplicar a la hora de limpiar las prendas de ropa para conseguir la mayor eficacia.

A la hora de lavar la ropa en lavadora, uno de los electrodomésticos más útiles del hogar, es imprescindible utilizarla correctamente, pues el programa elegido y los productos utilizados marcarán la diferencia entre un buen resultado final o uno alejado de lo deseado. En este sentido, hay que prestar especial importancia a la temperatura, y es que la temperatura ideal para matar ácaros y bacterias de la ropa no es ni a 60 ni a 90 °C, a pesar de que son dos de las más elegidas.

Aunque existen programas específicamente diseñados para poder adaptar la limpieza a todo tipo de prendas, distinguiendo también si la ropa es blanca o de color, si se trata de tejidos delicados o ropa deportiva, entre otros, es fundamental seleccionar la temperatura adecuada para eliminar todos los ácaros y bacterias que se acumulan en la superficie de las prendas y tejidos.

El experto en sueño y director de Woolroom, Chris Tattersall, ha dado una serie de recomendaciones que todo el mundo debería conocer para hacer la colada, sobre todo en lo relativo a la ropa de cama, donde se acumula una mayor cantidad de suciedad invisible al utilizarse durante varias horas cada día.

Temperatura ideal para eliminar ácaros y bacterias

Aunque la creencia popular es que lavar la ropa de cama a altas temperaturas es el mejor remedio para limpiar las prendas en profundidad, el experto ha confirmado que la temperatura real para desinfectar completamente la ropa es mucho más baja. Concretamente, es suficiente con lavar la ropa a 40 grados centígrados para conseguir unos excelentes resultados, eliminando los ácaros y todas las bacterias acumuladas en las prendas y ropa de cama.

La ventaja que tiene utilizar esta temperatura es que, además de desinfectar con gran eficacia, al mismo tiempo se protegen los tejidos para que no se dañen con el paso de los lavados, contribuyendo a que se mantengan en mejor estado durante más tiempo. Asimismo, poner las lavadoras a 40 °C contribuye al cuidado del medioambiente, pues supone un ahorro de energía.

Una temperatura de 40 grados centígrados, por lo tanto, es suficiente para desinfectar de forma eficaz los tejidos, siempre y cuando el ciclo de lavado sea prolongado y se haga uso de un detergente apropiado. De esta manera, no solo es importante la temperatura, sino también el tiempo utilizado para el lavado y el detergente.

De esta manera, conviene saber que es tan importante la combinación de tiempo y movimiento mecánico de la lavadora como la propia temperatura, puesto que un ciclo de lavado largo hará que el agua, el detergente y la acción de la lavadora puedan conseguir un resultado más eficaz al eliminar toda la suciedad de las prendas.

Consejos para poner la lavadora

La lavadora es uno de los electrodomésticos más útiles del hogar, siendo una prueba de ello que son muy pocas las viviendas que no disponen de ella. Sin embargo, no todos saben cómo ponerla adecuadamente, lo que afecta tanto a su funcionamiento como al resultado final de las prendas.

Es por ello por lo que conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas, que pasan por mirar las etiquetas de las prendas de ropa antes de introducirlas en el tambor. Conviene observar las recomendaciones de lavado que hace el fabricante en el etiquetado, y siempre respetarlas para evitar posibles daños en los tejidos.

Una vez hecha esta comprobación, conviene clasificar y revisar la ropa, de manera que se separe en función de su tipo (tejidos, colores…) y utilizar el programa adecuado en cada caso. Dentro de esta clasificación hay que distinguir la ropa nueva de color, según el color (para evitar desteñidos), y dependiendo del grado de suciedad. También sería conveniente revisar los bolsillos para sacar cualquier objeto que pueda haberse quedado en ello y cerrar cremalleras, corchetes y cierres.

Cuando una prenda tiene una mancha importante, es preferible tratarla antes de introducir la prenda en la lavadora, siendo lo más indicado tratar de eliminarla nada más que caiga sobre la prenda. Si se detecta la misma antes de meter la prenda en la lavadora, habrá que aplicar detergente de forma localizada o un producto quitamanchas sobre ella y frotar o aclarar, para después conseguir un mejor resultado final en el lavado.

A continuación, habrá que elegir la temperatura adecuada para lavar la ropa y elegir el detergente que necesitas, siendo los líquidos más suaves que los detergentes en polvo, pero estos últimos son más eficaces para la suciedad. Para prendas delicadas existen detergentes específicos. En todo caso, se deben seguir las instrucciones del fabricante en lo que se refiere a su dosificación.

Para conseguir un buen resultado en la colada puede ser necesario añadir aditivos, que en algunos casos ya están incorporados en el detergente. De esta forma, hay productos blanqueantes para algunas prendas y suavizantes, que deben usarse con prudencia, pues en las toallas, por ejemplo, provocan una pérdida de capacidad de secado.

Finalmente, insistir en la necesidad de elegir el programa de lavado apropiado, siendo las prendas de algodón y tejidos resistentes las que necesitan un programa más largo, con centrifugado normal; los tejidos sintéticos y mezclas de tejidos, programa más corto y centrifugado reducido; y las prendas de lana o delicadas, un programa específico con centrifugado muy corto e incluso inexistente.