Cuando llega el invierno, el frío comienza a hacer acto de presencia y esto hace que sea el momento de empezar a hacer uso de los sistemas de calefacción. Sin embargo, su uso frecuente puede llegar a suponer un gran problema para la economía personal y familiar, pues el consumo energético puede lastrar el presupuesto.
Para tratar de hacer frente al frío sin gastar demasiada energía y optimizar la calefacción, se puede recurrir al secreto del fontanero para que el radiador caliente mejor y se pueda ahorrar en la factura, y todo ello pasa por usar una botella de plástico junto al radiador.
Aunque en un principio pueda parecer algo totalmente ineficaz e incluso imposible de creer, todo está basado en un principio de física térmica. Al llenar una botella de agua y colocarla junto al radiador, se podrá aprovechar la capacidad del agua para retener el calor y que este se libere poco a poco.
Cuando se enciende el radiador, la botella es capaz de absorber parte del calor generado, mientras que cuando se apaga, el agua de la botella continúa repartiendo calor por el resto de la estancia, logrando de esta manera que se mantenga caliente durante más tiempo.
Con este pequeño truco se garantiza poder disfrutar de una temperatura más estable en el hogar, sino que también reduce la necesidad de encender la calefacción con frecuencia, lo que contribuye a poder disfrutar de un importante ahorro en electricidad. El calor que se acumula en el agua actúa a modo de batería térmica, consiguiendo aumentar la sensación de calor y minimizando las fluctuaciones de temperatura.
Además, tiene otra ventaja adicional, que es la de ser un método que ayuda a reducir el impacto ambiental, puesto que se estará reutilizando una botella de plástico para otro fin, lo que significa una limitación de los residuos y usar menos energía para conseguir una temperatura agradable en el hogar.
Por lo tanto, nos encontramos ante una solución ecológica que ayuda a mejorar el bienestar en casa y favorece una mejor calidad de vida, y todo ello sin tener un impacto negativo sobre el planeta. Asimismo, hay que destacar que es un truco muy sencillo que está al alcance de cualquier persona, pues es suficiente con una botella de plástico con agua para ponerlo en práctica.
El truco es aún más efectivo si se distribuyen varias botellas por los diferentes radiadores de la vivienda, de manera que se estará consiguiendo un efecto uniforme para liberar el calor. Se puede potenciar combinándolo con otras estrategias eficaces, como el mantenimiento regular de los radiadores o la instalación de válvulas termostáticas. Así, será posible lograr que la calefacción funcione de una manera más eficiente mientras se ahorra en la factura.
Otras medidas para ahorrar en calefacción
La calefacción es una de las grandes consumidoras de energía en los hogares españoles, motivo por el que es necesario adoptar distintas prácticas y medidas que ayuden a ahorrar en su consumo, siendo una de ellas la de ajustar la temperatura en cada estancia, una práctica que puede llegar a suponer un ahorro de entre el 10 y el 20%.
La cantidad de calor que se necesita en el hogar no es la misma en todas las estancias del hogar, por lo que lo ideal sería aportar el calor adecuado a cada una de ellas. Ajustando de forma adecuada la temperatura de cada estancia, se puede llegar a reducir la temperatura media de la vivienda en 1-2 °C sin pasar frío, y cada grado menos de temperatura media suponer reducir en un 10% el consumo de energía.
Otra práctica que se debería adoptar es la de apagar la calefacción al salir de casa, con lo que se puede ahorrar hasta un 20% de energía.
Muchas personas creen que, para consumir menos, es preferible dejar la calefacción encendida a una temperatura constante, pues piensan que se necesitará más energía para volver a recuperar la temperatura de confort si esta desciende. Sin embargo, los expertos aseguran que se gasta menos energía apagando la calefacción por la noche o al ausentarse de la vivienda que manteniendo el sistema encendido.
Por otro lado, conviene evitar pérdidas de calor al ventilar. Una adecuada ventilación de la casa permite eliminar olores y renovar el aire, además de conseguir que la humedad del aire en el interior sea óptima. El hecho de ventilar siempre supone cierta pérdida de calor, pero esta será muy diferente en función de la forma en la que se haga.
En este sentido, se recomienda abrir a la vez todas las ventanas de la casa, manteniendo abiertas las puertas que comunican las distintas estancias, de manera que se produzcan corrientes que hagan que el aire de la vivienda se renueve por completo en pocos minutos. Este sistema permite reducir el tiempo de ventilación y permite un ahorro de entre un 15% y un 20% de energía.
Una última recomendación es la de recordar la importancia de purgar los radiadores, una acción sencilla que tiene un potencial de ahorro del 5%. Los radiadores de agua caliente necesitan de esta tarea, que debe hacerse cada año, al principio de la temporada de frío. De esta manera, se sacará el aire que se acumula en ellos y que impide que se calienten adecuadamente.