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La humedad en los armarios es uno de los problemas habituales cada vez que vuelven las lluvias y el mal tiempo en España. Una humedad que incluso puede derivar en moho y en mal olor que pueden acabar por estropear y dar mal olor también a las prendas. 

Aunque la utilización de deshumidificadores o los sistemas de calefacción pueden ser una buena opción para evitar o atrasar la aparición de este problema al disminuir la humedad en la casa. La prevención en estos casos es esencial para poder mantener los armarios libres de humedad y para proteger tanto nuestra salud como la ropa de su interior o incluso los muebles. 

Es en este contexto cuando surgen algunos trucos sencillos y muy efectivos que a menudo son utilizados por personas expertas en limpieza o en este caso, por una conocida anciana de TikTok que a menudo aprovecha para compartir con su comunidad de seguidores algunos trucos de limpieza caseros y efectivos. Este ha sido precisamente el caso de @lostipsdegranny.

"Este truco dejará tu armario sin moho, sin malos olores. Gastando casi nada de dinero los resultados son increíbles", asegura en el vídeo. Un truco muy sencillo que aprendió con una amiga experta en limpieza para el que "solo hay que añadir sal fina y la cantidad aproximada de una cucharada" y "una cucharada de suavizante de ropa"

Simplemente necesitarás dejar esta mezcla dentro de un tarro pequeño de plástico y mezclar bien, para a continuación hacer varios agujeros pequeños en la tapa para que se desprenda el aroma y absorba la humedad. Finalmente, solo necesitas tapar estos recipientes y ya lo tendrás listo para guardar en tu armario, cajones o en la cocina sin necesidad de comprar ningún producto anti moho.

Otros trucos para eliminar la humedad 

Más allá de este truco, también existen otras soluciones prácticas y sencillas que puedes aplicar en los armarios de casa para mantenerlos secos y en perfectas condiciones.

Desde opciones caseras como el uso de arroz o bicarbonato, hasta bolsitas de café, estas estrategias te ayudarán a preservar tus prendas y a disfrutar de un armario fresco y sin moho.

Deja que el aire fluya

La ventilación es clave para combatir la humedad. Abre las puertas de tu armario con regularidad y, si es posible, ventila también la habitación dejando las ventanas abiertas. Esto permitirá que el aire fresco circule y, con un poco de suerte, que entre algo de luz solar, lo cual ayuda a secar cualquier rincón húmedo.

Arroz como absorbente natural

Un truco casero infalible: coloca bolsitas de tela o pequeños recipientes con arroz dentro de tu armario. El arroz tiene una gran capacidad para absorber la humedad, igual que cuando se usa para evitar que la sal se apelmace. Recuerda cambiarlo cada cierto tiempo para mantener su efectividad.

Bicarbonato de sodio para malos olores

Otra solución sencilla es colocar un frasco con bicarbonato de sodio en tu armario. Usa un recipiente con tapa perforada para que el bicarbonato pueda absorber la humedad y neutralizar olores desagradables. Si notas que se ha acumulado líquido en el recipiente, deséchalo y reemplázalo con bicarbonato fresco.

Bolsitas de café para absorber humedad

El café no solo combate la humedad, sino que también deja un aroma agradable. Llena pequeñas bolsas de tela con granos de café y cuelgalas dentro del armario. Además de mantener la humedad bajo control, disfrutarás de un perfume natural en tu ropa.

Asegúrate de guardar la ropa seca

Por último, un paso básico pero fundamental: nunca guardes ropa húmeda. Aunque parezca un pequeño descuido, la humedad en las prendas puede extenderse rápidamente por el armario. Tómate el tiempo necesario para asegurarte de que todo esté completamente seco antes de organizarlo.

Con estos consejos prácticos, mantener tus armarios libres de humedad será una tarea mucho más sencilla. Ya sea que optes por soluciones caseras como el arroz o el bicarbonato o prefieras productos diseñados específicamente para este problema, lo importante es tomar medidas preventivas para proteger tus prendas y evitar daños innecesarios.

Recuerda que la clave está en la constancia y en crear hábitos simples como ventilar regularmente, asegurarte de que tu ropa esté completamente seca antes de guardarla y utilizar recursos absorbentes de humedad.