Existen partes en la casa de las que nos olvidamos cuando realizamos una limpieza profunda. Esquinas que nadie va a mirar, estanterías a las que no llegamos o accesorios de los que simplemente pensamos que no necesitan una limpieza.
Entre todos ellos se encuentran zonas del hogar como el colchón, el aire acondicionado o el telefonillo. Este último no solo coge toda la suciedad que puede, sino que está constantemente en contacto directo con nosotros.
Cada vez que alguien quiere entrar en nuestra casa, incluso algún familiar que viva en ella, pero se le ha olvidado las llaves, cogemos el telefonillo para abrir. No solo eso, personas que no viven en casa también pueden cogerlo.
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Todo ello añade a nuestro telefonillo humedad, suciedad o grasa que no solo está posicionándose sobre nuestra piel, sino que se impregna en el accesorio hasta terminar perdiendo el tono original.
Tener un telefonillo limpio forma parte de todas esas tareas del hogar que necesitan mayor tiempo, delicadeza y atención, pero también son parte de los detalles que marcan la diferencia.
Por ese motivo, miles de usuarios en la red dan todos esos secretos para nunca perder la delicadeza del hogar. Una de ellas es Eva Ruiz (@evalaordenada), quien comparte con sus más de 200 mil seguidores los trucos para mantener la casa perfecta.
En la publicación, Eva Ruiz aclara que la técnica únicamente funciona para blanquear plásticos como el telefonillo, pero también termostatos o dispositivos. Los muebles lacados y otras partes del hogar pueden mejorar, pero no quedarán igual de blancos.
Los pasos para conseguirlo
Para blanquear nuestro telefonillo, los ingredientes que vamos a necesitar van a ser: gel de agua oxigenada, una brocha, papel film y un trapo húmedo. En el caso de que el dispositivo se pueda mover, ponerlo bajo el sol acelera el proceso.
El primer paso es poner agua oxigenada de 40 volúmenes en un bol para poder cogerlo y aplicarlo fácilmente. Podemos utilizar el que se usa para el tinte de pelo o, si no tenemos en casa, en cualquier droguería o bazar se puede encontrar con facilidad.
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Con guantes para evitar irritaciones vamos a ayudarnos de una brocha. En este paso, debemos cubrir todo el telefonillo con el agua oxigenada anteriormente depositada en el bol. Al ser un blanqueamiento únicamente del plástico, intentaremos evitar las teclas y la pantalla en caso de que la tengamos.
Una vez hayamos cubierto el dispositivo, lo cubriremos al completo con papel film para que las partículas del aire no interfieran y el primer producto actúe de forma más efectiva durante las 24 horas próximas.
El paso de las horas hará que, poco a poco, nuestro telefonillo vaya deshaciéndose de ese tono amarillento para conseguir el blanco de recién comprado. Una vez lo retiremos, el último paso consiste en quitar los restos con un paño húmedo.
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