Las persianas son un elemento muy importante para cualquier hogar, y aunque pueda parecer que su aspecto no tiene una gran importancia, la realidad es que clave para que la vivienda luzca el mejor aspecto posible en su interior y exterior.
Lo más relevante con respecto a su estética es que pueden lucir un color blanquecino que siempre quedará muy bien, ya que la cara interior será visible para los inquilinos del inmueble (y los visitantes que puedan tener) y la cara exterior es lo que se verá desde fuera. Esta última es la que acostumbra a acumular una mayor cantidad de suciedad, y es por ello por lo que hay que limpiarla adecuadamente.
Sin embargo, más allá de la propia persiana, conviene hacer mención especial a las correas, que en ocasiones acaban tornándose de un tono negro por toda la suciedad acumulada. Por lo tanto, para eliminar toda la mugre hay que saber cómo limpiarla, siendo este un elemento clave para conservar en el mejor estado posible este elemento que ayudará a evitar accidentes como una ruptura que pueda obligar a tener que cambiar todo el mecanismo por completo.
Cómo limpiar las correas negras de la persiana
Para limpiar por completo el tejido de las persianas sin dañarlo y de una manera sencilla, existe un método muy sencillo que se puede poner en práctica, para lo cual apenas se necesita un producto quitagrasas, jabón lavaplatos y un estropajo que sirva para frotar todas las zonas.
En primer lugar, se debe echar el spray quitagrasas por toda la correa, para dejar que actúe durante 5 minutos. Es importante limpiar la cuerda tanto por su parte delantera como trasera para que se conserve en el mejor estado posible. Una vez pasados esos cinco minutos, habrá que comenzar a pasar un estropajo por la solución de agua y jabón para frotar la correa de arriba abajo.
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Tras haberla frotado bien, llegará el momento de dejar que se sequen, para que cuando lo hagan estará listo y tendrás el mejor resultado a la hora de eliminar la mugre de tus correas negras, que volverán a lucir como si fuesen nuevas.
Es recomendable limpiar las correas de las persianas al menos dos veces al año, aunque todo dependerá del uso y la acumulación de polvo y suciedad. Si se nota que están más sucias de lo normal o que no funcionan correctamente, es aconsejable limpiarlas con mayor frecuencia.
Por otro lado, para limpiar las persianas se deben tomar todas las cautelas que sean posibles, por lo que hay que tener cuidado con la forma en la que se realiza su limpieza. Para empezar, no se debe asomar por fuera del marco de la ventana, ya que además de no llegar a todas las zonas, existe el riesgo de caerse.
En su lugar, será preferible quitar la mano del tambor para comenzar a subir poco a poco la persiana. Así se podrá elegir si se desea limpiar de arriba abajo o viceversa, en un proceso con el que conseguirás limpiar la parte exterior. En el caso de la interior, podrás limpiarla sin dificultades desde su posición habitual.
Cómo dejar tus persianas como nuevas
Aunque existen todo tipo de fórmulas caseras con las que poder limpiar las persianas, existe una fórmula infalible para dejar las persianas como nuevas, incluso en aquellos casos en los que la suciedad esté muy adherida.
Para ello se necesitarán una serie de materiales como: agua tibia, detergente suave, bicarbonato de sodio, cubo o recipiente grande, guantes de limpieza, paño suave o esponja no abrasiva y un paño limpio y seco.
Una vez reunidos todos ellos, habrá que seguir estos pasos:
- En primer lugar, habrá que preparar la solución de limpieza con bicarbonato de sodio. Llena un cubo grande con agua tibia y agrega unas gotas de detergente suave, así como una cucharada de bicarbonato. Mezcla bien hasta que el bicarbonato de sodio esté bien disuelto en la solución.
- Ahora habrá que ponerse los guantes de limpieza para proteger las manos, para proceder a colocar un paño suave o esponja en la solución de limpieza con bicarbonato de sodio, exprimiendo para que no gotee en exceso.
- Hecho lo anterior, habrá que proceder a limpiar las persianas. Habrá que cerrar las persianas y limpiar cada lámina con un paño o esponja humedecida en la solución con bicarbonato de sodio. Empieza a limpiar por la parte superior de las persianas para ir hacia abajo, prestando especial atención a todas esas áreas en las que la suciedad se encuentra adherida.
- Tras limpiar las persianas con la solución de bicarbonato de sodio habrá que enjuagarlas con agua limpia usando una esponja o paño enjuagado, finalizando con el secado de las persianas usando un paño limpio y seco.
- Para finalizar tan solo tendrás que abrir las persianas y revisar con cuidado para asegurarte que la suciedad adherida se ha eliminado por completo, de manera que las persianas estarán limpias y relucientes.
Este es un procedimiento perfecto para la limpieza de las persianas blancas y de PVC, mientras que, si son de madera, lo preferible será optar por una limpieza suave con un paño ligeramente humedecido, una limpieza con una mezcla de una pequeña cantidad de aceite de linaza con agua tibia, o aplicando una pasta creada con bicarbonato de sodio y agua.