Mantener en perfecto estado el suelo de nuestra vivienda no siempre es sencillo, sobre todo cuando hablamos de mantener las juntas del suelo libres de suciedad, ya que con el paso del tiempo pueden cambiar de color y aparecer de color negro. Mantenerlas limpias no solo mejora la apariencia general de la vivienda, sino que también previene que se pueda acumular moho y bacterias.
Afortunadamente, existen formas de poder limpiarlas en profundidad, y con un sencillo truco podrás conseguirlo sin esfuerzo. Ten en cuenta que las juntas del suelo suelen estar hechas de materiales porosos, lo que hace que con mucha facilidad absorban polvo, suciedad y grasa. De esta manera, requieren de una limpieza regular para mantener la estética, pero también para evitar posibles daños y mantener al moho y otros microorganismos perjudiciales para la salud bajo control.
El truco definitivo para limpiar las juntas del suelo
Para limpiar las juntas del suelo se necesitarán un cepillo de dientes viejo o un cepillo de juntas, unos guantes de goma, un cubo con agua, unos trapos o esponjas, y un producto de limpieza específico para juntas o bien optar por una alternativa casera como vinagre, lejía diluida o bicarbonato de sodio.
Una vez reunidos estos materiales y productos se comenzará por barrer o aspirar el suelo para deshacerse de la suciedad que pueda haber sobre la superficie de las juntas. A continuación, se elegirá el limpiador, que como decimos puede ser un producto específico o una solución casera, como una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre, hasta crear una pasta. Con ella, utiliza el cepillo de juntas o de dientes para aplicarlo sobre estas y deja que actúen durante varios minutos.
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Pasado un tiempo llegará el momento de frotar las juntas con el propio cepillo, y si te encuentras con que se trata de una mancha difícil, prueba a dejar que la solución actúe durante más tiempo, o bien usa lejía diluida, aunque en este caso tendrás que hacerlo con cuidado.
Hecho esto, llegará el momento de usar un trapo húmedo o una esponja para limpiar los residuos del limpiador, y finalmente, se pasará por las juntas un trapo seco que permite eliminar cualquier resto de humedad. Siguiendo estos pasos, podrás conseguir mantener las juntas del suelo perfectamente limpias.
Recomendaciones para mantener las juntas del suelo limpias
Para evitar tener que lidiar con juntas de tonalidad negra, es importante una limpieza regular, puesto que así se evitará la acumulación de la suciedad. Además, ten en cuenta que puedes aplicar un sellador de juntas para protegerlas frente a la suciedad y hacer que las próximas limpiezas se puedan realizar de manera mucho más sencilla.
De igual forma, es aconsejable que evites el uso de limpiadores que sean demasiado abrasivos o ácidos, al ser potencialmente dañinos para las juntas y el propio azulejo. Por último, ten en cuenta que, al usar productos de limpieza dentro del hogar, se debe ventilar lo suficiente para evitar la posible inhalación de vapores nocivos.
Otros trucos caseros para limpiar las juntas del suelo
Además del truco ya comentado para limpiar las juntas del suelo, existen otras alternativas que puedes poner en práctica y que consisten en el uso de productos que la gran mayoría de personas tienen en su hogar. Algunos de ellos son los siguientes:
- Agua oxigenada: es un producto que puede ser nuestro gran aliado a la hora de combatir el moho, por lo que se convierte en una excelente alternativa a los productos de limpieza si este es el que se ha acumulado en las juntas. En este caso será suficiente con aplicar el agua oxigenada de manera directa sobre las juntas, para seguidamente frotar con un estropajo para arrancar así hasta la suciedad más incrustada.
- Vinagre blanco: este producto es uno de los más versátiles que podemos tener en nuestro hogar, sobre todo en labores de limpieza. Es una de las opciones que debemos contemplar para conseguir las juntas del suelo totalmente limpias, para lo cual habrá que mezclar un cuarto de vinagre blanco con media taza de agua templada. Luego se echa el líquido en un pulverizador para aplicarlo sobre las baldosas y dejar que repose durante unos 10 minutos, tras los cuales se frotan las juntas usando una esponja o cepillo de dientes. Finalmente, se lava con agua caliente y detergente y se deja secar de forma natural o pasando un paño.
- Jabón neutro: el jabón neutro puede ayudarnos a acabar con las juntas negras, contando con la ventaja de que es muy fácil de elaborar y aplicar, al basarse en la mezcla de jabón con un poco de agua tibia. Así se creará una mezcla en la que se mojará un paño para luego pasarlo por las juntas. Para conseguir un mejor resultado, se puede frotar con un cepillo de dientes.
- Amoniaco: por último, tenemos que hablar del amoníaco, un producto muy eficaz para la limpieza del suelo. No obstante, no debe ser aplicado de forma directa, sino que se debe mezclar en un cubo con agua a partes iguales, y usar un amoniaco limpio y sin olor. Una vez preparada la mezcla, sumerge un cepillo en la solución y frota sobre la junta de una forma enérgica. Tras dejar que actúe por espacio de entre 5 y 10 minutos, aclara con agua para deshacerte de cualquier residuo que pueda quedar en la superficie y finalmente seca la zona con un paño.