Durante el verano gran parte de nuestro tiempo se pasa en la playa, lo que implica que los bañadores y bikinis se llenen de arena, lo que, sumado a la sal del mar, el cloro de la piscina o los rayos del sol acaben dañando estas prendas. Sin embargo, existe un sencillo truco para lavar estas prendas de baño sin lavadora y sin estropearlas.

Este truco no requiere del uso de productos caros ni tampoco de un gran esfuerzo, ya que todo se basa en tener un poco de cuidado tras cada uso. Para empezar, se recomienda enjuagar inmediatamente después de usar el bañador o bikini en la piscina o la playa. Este simple gesto, que parece muy simple, ayuda a la eliminación de la sal y el cloro, que, si se dejan secar en el tejido, pueden acabar por dañarlo mucho más de lo que crees. Si no puedes enjuagarlos de forma inmediata, puedes guardarlos en una bolsa impermeable hasta que llegues a casa para poder realizar este primer paso.

Asimismo, conviene lavarlos a mano siempre que sea posible, para lo cual es suficiente con llenar un recipiente con agua fría, para luego agregar una pequeña cantidad de detergente suave o de un producto especial para prendas delicadas. Se debe dejar el bañador o bikini en remojo durante 10-15 minutos, para luego agitarlo suavemente para que el detergente pueda penetrar bien. En este punto es importante evitar frotar con fuerza o utilizar detergentes agresivos, suavizantes o blanqueadores, pues son productos que pueden dañar tanto el tejido como los colores.

Una vez que han sido lavados, es importante un secado adecuado, de forma que se pueda eliminar el exceso de agua, presionando suavemente entre dos toallas, dejándolo secar al aire libre en una superficie plana y a la sombra. Nunca se debe dejar secar directamente bajo la incidencia de los rayos del sol, pues los rayos UV pueden provocar daños en los materiales y hacer que los colores pierdan intensidad. Tampoco conviene usar secadoras ni colgarlos por las tiras, ya que puede provocar deformidad en la prenda.

Dado el caso de que el bañador o bikini presente manchas de protector solar, de aceites bronceadores u otras sustancias, sería conveniente aplicar sobre ellas una pequeña cantidad de jabón líquido o detergente suave, para seguidamente frotar suavemente con los dedos o usando un cepillo de dientes de cerdas suaves. Antes de enjuagar con agua fría, se debe dejar que actúe durante unos minutos.

Por otro lado, antes de guardar bikinis y bañadores, es imprescindible asegurarse de que están completamente secos para evitar moho y malos olores. Además, deben almacenarse correctamente en un lugar fresco y seco, y doblarse bien para evitar arrugas permanentes. Las bolsas de tela transpirables son una buena opción ya que permiten la circulación del aire, evitando la humedad. También es recomendable guardarlos separados de otras prendas para prevenir el desgaste del tejido. Así, tus bikinis y bañadores se mantendrán en perfecto estado para la próxima temporada.

El truco para fijar los colores del bikini o bañador

Un truco muy recomendable con respecto al cuidado del bañador o bikini es ponerlos en remojo con agua, sal y un poco de vinagre antes de su primer uso, una vez que han sido comprados y están nuevos, de forma que así se ayuda a fijar los colores y evitar que se destiñan con el paso del tiempo.

Con solo seguir estos pasos, podrás conseguir que los bañadores y bikinis se mantengan en un buen estado durante más tiempo y que no tengas que renovar estas prendas textiles tan habituales del verano con tanta frecuencia.

Otras claves para cuidar un bikini

Las prendas de baño, por lo general, tienen en su composición un porcentaje en mayor o menor medida de una fibra sintética llamada elastano o lycra, un material que está compuesto por hilos elásticos que se procesan para mejorar la elasticidad de las telas. Esto hay que tenerlo en cuenta, sobre todo teniendo en cuenta que hay muchos factores que pueden hacer que un bañador o bikini se deteriore, como el sudor, el cloro, el sol o las cremas protectoras.

Más allá de las recomendaciones ya comenzadas, conviene tener en cuenta estas otras claves:

  • No retorcer la prenda y retirar el exceso de agua usando una toalla seca y limpia para evitar posibles daños en sus tejidos.
  • Cuando el bañador o bikini está mojado, no se deben dar tirones a las prendas, especialmente en la zona de las gomas, que se ubican en el trasero, el escote y la cintura, puesto que podría debilitar las fibras.
  • No se debe dejar mojado en bolsa de plástico y menos aún expuesto a temperaturas elevadas, como en el coche. Esto hará que se convierta en un buen caldo de cultivo para hongos y bacterias.
  • El calor, junto a la humedad y el cloro, son grandes enemigos para las prendas de baño, por lo que conviene hacer todo lo posible por mantenerlas protegidas de estos elementos.

    Es aconsejable alternar el uso de bañadores o bikinis, de manera que en lugar de utilizar siempre el mismo, de forma continuada, se alterne con otro para poder permitir que ambos tengan “descanso” y no se deterioren con tanta rapidez.
  • El bañador o bikini y la humedad pueden provocar la aparición de hongos o infecciones urinarias, por lo que es tan importante cuidar la prenda textil como la salud en el verano. Si se lleva mucho tiempo con el bañador o bikini mojado y no se va a utilizar más, conviene cambiarlo por uno seco.