Diagnosticar ACI, altas capacidades intelectuales, no es nada fácil porque no existe una única fórmula para saberlo, ni una descripción homogénea que lo defina específicamente.

[Así son las niñas de cristal: nacidas a partir del año 2000 marcan un salto en la evolución humana]

Sabemos que se suele detectar durante los primeros cursos de primaria, pero en la etapa infantil del niño se pueden dar una serie de indicadores, que debería hacer sospechar a los padres de que su hijo presenta un desarrollo cognitivo más avanzado que el que debería corresponder a su edad.

Algunos signos de alerta

Desarrollar el lenguaje de manera precoz, entre los 12 y los 18 meses de vida. Los pequeños comienzan vocalizando bien muchas palabras y rápidamente pueden mantener una conversación sencilla.

Se inician en aprendizajes específicos como la lectura, la escritura y las matemáticas, antes que sus compañeros de colegio y lo hacen de forma autónoma.

Se preocupan antes de lo que corresponde a su edad, por temas abstractos como el universo, la muerte o la religión y son muy observadores y curiosos.

Suelen ser niños con una gran capacidad de concentración y con un pensamiento lógico.

En cuanto a la creatividad, suelen ser menores con mucha capacidad para el arte y las construcciones.

También son hipersensibles y emocionalmente muy intensos. En ocasiones desobedientes mostrando gran resistencia a las instrucciones y a la autoridad y son vulnerables al fracaso.

¿Qué significa tener ACI?

El concepto de Altas Capacidades Intelectuales se encuentra en la legislación española para definir a los niños que por su alto nivel intelectual necesitan de una educación especial, pero no se define explícitamente por lo que da lugar a diferentes interpretaciones en función de las normativas de las diferentes administraciones educativas.

En cualquier caso, la evaluación psicopedagógica de estos alumnos es competencia, dentro del sistema educativo, del profesorado especialista en orientación educativa.

Anualmente, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte convoca unas ayudas para programas complementarios a alumnos con necesidad específica de apoyo educativo asociado a altas capacidades intelectuales.

A partir de un cociente intelectual de 120 aproximadamente, suelen aparecer necesidades educativas especiales, lo que representa el 10% de la población, y cuando nos referimos a niños superdotados hablamos de un cociente intelectual igual o superior a 130, lo que supone el 2% de la población aproximadamente.

Aunque también se puede hablar de Altas Capacidades cuando un alumno destaca de forma sobresaliente en una determinada área porque tiene un talento innato especial. Por ejemplo, en el caso de talentos excepcionales para la música, para el dibujo o para el deporte. En estos casos, también se necesitaría una educación especial en dichas áreas.

¿Las altas capacidades son hereditarias?

Las investigaciones realizadas sobre la inteligencia evidencian la gran contribución de la herencia familiar, pero también demuestran el impacto que puede tener un ambiente adecuado para el desarrollo intelectual.

La capacidad puede ser innata, pero si no encuentra el caldo de cultivo idóneo es frecuente que se quede sin descubrir durante toda la vida.

Un niño con altas capacidades intelectuales puede brillar pronto si recibe el estímulo y la educación que necesita, así como el entorno.

Por el contrario, un niño con altas capacidades sin identificar y sin atención, lo más probable es que abandone de forma temprana sus estudios.

Ventajas por tener ACI

Un niño con un cerebro más rápido y con gran capacidad memorística tiene ventajas evidentes sobre el resto. Puede aprender más rápido, almacenar muchos más conocimientos y relacionarlos de forma más rápida. La comprensión es mucho más rápida que en los demás.

Inconvenientes 

El fracaso escolar es uno de los grandes peligros de las altas capacidades. También la excesiva confianza en sí mismo y no esforzarse en exámenes, con el consiguiente fracaso. Y finalmente, la dispersión y no centrarse en algún área o proyecto.

¿Cómo se evalúa la ACI?

Hoy la valoración de un alumno que presenta altas capacidades se establece en función del informe de las familias, del equipo de orientación del centro escolar y, finalmente, de unas pruebas de inteligencia que miden ámbitos como el razonamiento verbal, razonamiento lógico, memoria, creatividad y razonamiento fluido, entre otros.

Una vez analizado el informe, se establece que un alumno tiene altas capacidades cuando se encuentra por encima del percentil 75 en todos los ámbitos de la inteligencia estudiados, o por encima del 80 en tres de ellas (talento complejo o múltiple), o por encima del 95 de percentil en un ámbito específico.