Imagen de archivo de un hombre a punto de tomar una decisión en la oficina.

Imagen de archivo de un hombre a punto de tomar una decisión en la oficina. iStock

Desarrollo personal

El motivo de las malas decisiones: la ciencia revela cuál es el factor clave para tomarlas

Un estudio publicado en Cognitive Research: Principles and Implications ha analizado las decisiones tomando en cuenta la información que se procesa. 

4 octubre, 2023 01:45

¿Estás a punto de tomar una decisión? Lo más probable es que tu próximo paso sea recabar la mayor información posible para hacer un balance y valorar la opción que más te puede beneficiar. Este ejercicio, según una investigación reciente publicada en la revista Cognitive Research: Principles and Implications, sería contraproducente. Pensar demasiado una decisión puede desembocar en la peor elección. 

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El estudio revela que la toma de decisiones de la mayoría de la gente empeora cuando se le dan más datos y detalles. Por ejemplo, si queremos adquirir unos nuevos auriculares porque se nos han roto y hacemos una investigación tan exhaustiva como la que hicimos para un trabajo académico, lo más probable es que nos topemos con dispositivos con funcionalidades que trascienden la función que queremos satisfacer —escuchar música—.

De diadema o de cable, inalámbricos o con cable, circumaurales o supraurales...la lista de opciones puede llegar a ser infinita. "A todos nos gusta pensar que utilizamos la información sabiamente para tomar decisiones inteligentes", señala Farber Samantha Kleinberg, autora principal del trabajo y científica informática del Stevens Institute of Technology. Pero, añade, "la realidad es que, cuando se trata de información, más no es necesariamente mejor".

En las investigaciones sobre las decisiones humanas, los científicos suelen utilizar diagramas sencillos o modelos causales que muestran las diferentes opciones que producen resultados concretos. Tal como aseguran en el estudio, cuanto más identificados se sientan con un hecho sobre el que hay que tomar una decisión, menos eficaz es la respuesta racional que se tomará. Por eso cuando se decide sobre una cuestión desconocida, ni los prejuicios ni las ideas preconcebidas afectarán a la decisión y tenderemos a ser más racionales. 

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La hipótesis que querían comprobar, explica Kleinberg es si "las creencias y los conocimientos previos de la gente les distraen del modelo causal que tienen delante". Para hacerlo, Kleinberg junto con Jessecae Marsh, psicóloga cognitiva de la Universidad de Lehigh, realizaron una serie de experimentos que preguntaban a los varios sujetos sobre una amplia gama de temas de la vida real, desde comprar una casa hasta la elección de una universidad. 

Estos modelos causales fueron superados sin mayor dificultad por las personas, pero si se añadían pequeños detalles, más allá de la información estrictamente necesaria para tomar una buena decisión, la capacidad de la gente para razonar con eficacia "casi se evapora".

Demasiada información

Lo que descubrieron los investigadores es que "incluso una pequeña cantidad de información sobrante tiene un gran efecto negativo en nuestra toma de decisiones", afirma Kleinberg. Y esta científica explica: "Si recibes demasiada información, tu toma de decisiones se vuelve rápidamente tan mala como si no hubieras recibido ninguna".

No obstante, para comprobar si los decisores estaban totalmente eclipsados por la cantidad de información que se les daba para tomar la decisión, el equipo de Kleinberg decidió subrayar los datos esenciales, y la capacidad de la gente para tomar decisiones acertadas volvió rápidamente

Este descubrimiento, tal como apuntan, "es significativo". Kleinberg argumenta que "el problema no es sólo que la gente esté abrumada por la cantidad de información, sino que se esfuerza por saber a qué partes del modelo deben prestar atención". 

Una vida de decisiones

La ciencia estima que una persona normal, cuando está despierta, toma unas 2.000 decisiones cada hora. La mayoría son decisiones banales que hacemos instintivamente o automáticamente. Elegimos cómo gestionar nuestras finanzas, carreras, salud y el entorno que nos rodea, y a menudo lo hacemos con un conocimiento incompleto de cómo funcionan estos complejos sistemas.

Hay ocasiones en las que, en un ejercicio de confianza total, un compañero, un amigo o un familiar nos pide decidir por ellos. En esos casos, una investigación publicada en 2018 en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes reveló que generalmente, cuando tomamos una decisión por alguien, nos fijamos más en las diferentes opciones que existen y damos prioridad a la novedad

Esto es lo que los científicos denominan "una mentalidad aventurera". Cuando alguien se encuentra en esta situación, "examina más información antes de elegir y recomendaban su elección a los demás con más gusto". Sabiendo esto, si vas a tomar una decisión, no te informes demasiado y, siempre que puedas, recurre al consejo de una persona de tu entorno para obtener una perspectiva que pueda hacerte salir de tu zona de confort.