Hay quien disfruta durmiendo en una cama revuelta. Otros, prefieren simplemente estirar un poco las sábanas y disfrutar del sueño. Pero muchos estarían dispuestos a dejarse mimar por las colchas, almohadas y sábanas como si cada noche la pasasen en un hotel de cinco estrellas. ¿Y si te dijésemos que puedes conseguir esa misma sensación de confort en tu casa?
[¿Es bueno hacer la cama por las mañanas?]
Olvídate de esa habitación desalmada con una cama de adolescente. Con estos trucos podrás vivir (casi) en un complejo hotelero de lujo sin salir de tu cuarto. Lo primero que necesitas es respirar hondo y tomarte un minuto para pensar en si estás haciendo las cosas bien –más allá de la cama en sí–. Coge papel y lápiz, y empieza a marcar los checks de nuestra lista.
1. Ventila, ventila y ventila
El primer gran error cuando hacemos la cama (sea de día o de noche) es hacerla en una habitación sin ventilar. Nada más levantarte, abre de par en par las ventanas. Tus fosas nasales te lo agradecerán. Con diez minutos diarios es suficiente.
Pero ventilar no solo consiste en dejar que el aire fresco entre en el cuarto: también es necesario que apartes las sábanas, colchas, mantas o edredones que tengas sobre la cama y dejes que esta respire. Una vez cada 15 días –o al mes–, por ejemplo, puedes voltear el colchón y sacudirlo para airearlo.
2. Sábanas sin 'bolitas'
Al igual que todos pensamos en la calidad del colchón antes de comprarlo, deberíamos fijarnos en las de las sábanas. Las de algodón son las mejores, pues traspiran y son duraderas. Pero la clave está en buscar las que más hilos tengan, pero que estos sean finos.
Las de algodón egipcio, aunque son más caras, te harán sentir como en un hotel de cinco estrellas. Además, el color blanco da una sensación de placer y bienestar ideal para el momento de descanso. Eso sí, puedes elegir el color que más te guste o que mejor encaje en tu habitación. Nuestra recomendación es que incluyas, aunque sea en los cojines o colchas, un poco de blanco para que la paz entre en tu dormitorio.
3. Cambia las sábanas
Puede parecer obvio, pero las sábanas hay que cambiarlas a menudo, y siempre debemos disponer de varios juegos para que nunca nos las encontremos todas sucias. Lo recomendado es cambiarlas al menos una vez a la semana.
4. Sin arrugas
Cada vez se plancha menos, es algo constatado. Pero una cama perfecta incluye sábanas perfectamente planchadas. Lo mejor es hacerlo cuando aún están húmedas. Pero si la plancha no es lo tuyo, también puedes optar por lavarlas con un programa con baja centrifugación y tenderlas lo más extendidas posibles en un tendedero, mejor si da a la calle. Después, será mucho más sencillo plancharlas.
5. Al lío
El último paso sería ponerse manos a la obra y marcarse unas 'esquinas de hospital' u hospital corner, el truco infalible para hacer camas de diez. En primer lugar, la parte inferior de la sábana debe quedar en la zona de los pies de la cama. A continuación, escoge una de las dos esquinas de la zona de los pies para dejar la cama bien hecha.
Sostén la tela de esa esquina y forma un ángulo de 45 grados. Después, introduce la tela que sobra debajo del colchón y deja que la sábana caiga. Ajusta el borde a la esquina del colchón. Y por último, repite esta operación en cada una de las esquinas.
Y ya está, así de fácil. Así tu cama será siempre igual que la de un hotel.