Estás preparando una deliciosa receta en la cocina cuando de repente te das cuenta de que no dispones de una taza medidora o que simplemente se te ha roto la báscula. Y es que la cocina es una de esas actividades donde la proporción es fundamental, especialmente en la repostería. Pasarse o quedarse corto son dos de las finas líneas que hacen que nuestro plato pueda llegar a ser un éxito o no.
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Pero no te preocupes, existen trucos que pueden ayudarte a medir líquidos e ingredientes sin la necesidad de utilizar un vaso medidor o una báscula. Aunque son algo rudimentarios, estos métodos te permiten medir los ingredientes para salir de un apuro y además con utensilios que tenemos todos en casa.
En este sentido, uno de nuestros mejores aliados es el envase de yogur, ya que tiene un peso bastante estándar y conocemos su peso gracias a la etiqueta. No obstante, tal y como señalan desde el blog del supermercado Eroski, es importante tener en cuenta que no todos los ingredientes tienen el mismo peso y volumen. Así, añaden, en un envase de yogur llenado al ras, estas son las medidas:
- Harina = 75 gramos
- Azúcar = 130 gramos
- Arroz y legumbres = 120 gramos
- Cacao = 65 gramos
- Leche = 150 gramos
- Aceite = 130 gramos
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El truco de la cuchara
Otro método para calcular los ingredientes es utilizando cucharas soperas o de postre (siempre teniendo en cuenta que es a ras). Una cuchara de postre, como la que todos tenemos en casa, equivale a 5 mililitros, aunque esta cifra varía en función de la densidad del ingrediente. Por ejemplo, una cucharadita de aceite de oliva equivale a 4 mililitros. En el caso de una cucharada sopera, sería equivalente a 10 o 12 mililitros dependiendo de la densidad del líquido.
Asimismo, también es posible medir ingredientes secos con este truco. En el caso de la harina, el azúcar glass, la levadura o el cacao en polvo, una cucharadita de postre equivaldría a 3 gramos. Mientras que una cucharadita de azúcar o sal equivalen a 5 gramos. En cuanto a la cucharada, la proporción que tenemos que tener en cuenta es que una cucharada equivale a tres cucharaditas.
Por tanto, si necesitamos utilizar este truco para medir los ingredientes de una receta, tendremos que hacer uso de las matemáticas. A modo de ejemplo, si en una receta se precisan de 100 gramos de cacao en polvo, necesitaremos 33 cucharaditas y un poco más o 11 cucharadas soperas.
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Finalmente, si se trata de líquidos y tenemos un vaso que es fácil de encontrar por internet, podemos buscar su capacidad. Por ejemplo, el clásico vaso Pokal de la multinacional sueca Ikea tiene una capacidad de 35 centilitros. Esta puede ser una buena referencia para medir líquidos poco densos como el agua o la leche.